Bajo la consigna “Mi cara, mi trabajo y mi barrio no son delito”, organizaciones sociales y barriales marcharon este viernes desde Plaza Moreno hasta Plaza San Martín, donde llevaron acabo un encuentro cultural para denunciar el hostigamiento policial hacia los pibes y pibas de los barrios por las fuerzas de seguridad y el asedio que sufren los trabajadores informales por decisión del intendente Julio Garro.
“Los barrios periféricos somos los más afectados” por las políticas de seguridad. “Creen que si hay más policías hay más seguridad pero al contrario, hay más miedo”, afirmó a Contexto Sofía, una muchacha de 24 años que llevaba brillitos en la cara y que junto a cientos de jóvenes, niñas, niños, activistas de organizaciones sociales, barriales, estudiantiles y políticas, marcharon desde Plaza Moreno hasta Plaza San Martín para “defender los derechos de los pibes” en la Segunda Marcha de la Gorra que se lleva a cabo en La Plata.
“La gorra nos etiqueta”, enfatizó esta chica que tenía en sus manos una pancarta naranja con la leyenda «Escuchame, cada pibe tiene su historia”. A unos metros de ella, flaco, alto y con gorrita roja con vicera, Martín, de 20 años, cuestionó la estigmatización que desde el poder político y de las fuerzas de seguridad se alienta hacia los pibes de los barrios por portación de rostro.
“La policía te para porque te ve cara de pibe de barrio. A mi me pararon varias veces y hasta me cagaron a palos, y muchas veces cuando estoy con el carro”, explicó Martín que trabaja «con el carro de 8 a 16».
Justamente los jóvenes, los cartoneros, los manteros, los venderos ambulantes y los carreros, cuya situación de vulnerabilidad se profundizó desde la llegada del macrismo al poder, serán los más golpeados por el nuevo Código de Convivencia que impulsa el intentente Julio Garro. “Este Código estigmatiza a los jóvenes y al trabajo informal. No son medidas aisladas”, denunció a Contexto Malena García, integrante de la organización social y universitaria Atrapamuros.
Tras afirmar que el gobierno municipal que lidera Garro “vino para incrementar los negocios financieros de los grupos inmobiliarios y económicos de la ciudad”, García sostuvo que esas políticas “se sostienen culturalmente en base a la estigmatización” de una parte de la población.
“Esta marcha busca visibilizar la persecución que sufren los distintos sujetos en la ciudad. Una ciudad que se les niega a los niños y a quienes vienen de los barrios y a quienes se ven obligados a hacer un trabajo sexual. Sufren persecución por parte de la policía y del Estado y nosotros reclamamos derechos para todos”, afirmó a este medio Gisela Cernadas, presidenta de la FULP.
A su lado encabezó la marcha, el juez Luis Arias, suspendido a principios de noviembre por el Senado provincial a instancias del procurador de la provincia de Buenos Aires, el magistrado de ultraderecha Julio Conte Grand, estrecho colaborador de María Eugenia Vidal, en el marco de la embestida de Cambiemos y sus aliados contra un sector los jueces que no le son afines.
“En La Plata hay una fuerte segregación hacia los sectores más vulnerables. Un Estado que ejerce una enorme violencia institucional contra los pibes. Hemos visto cómo la policía hace ‘higiene social’ para sacar a los pibes pobres de la calle sin darles contención”, afirmó el magistrado suspendido por noventa días.
No obstante subrayó que el ámbito para llevar adelante los reclamos, no sólo es el ámbito judicial “sino la calle”. “Como estoy suspendido, puedo hacerlo y acá estoy”, enfatizó, antes de insistir en que “no hay que perder la esperanza de poder cambiar las cosas y movilizar los sueños por un país que incluya a todo el mundo”.
Ambos cuestionaron igualmente el Código de Convivencia que impulsa el macrismo en el Concejo Deliberante, donde a partir del 10 de diciembre tendrá mayoría absoluta.
Entre las organizaciones convocantes figuran la Coordinadora de Niñez, Juventudes y Territorios, Patria Grande, Barrios de Pie, Movimiento Popular La Dignidad, la Asociación Por los Derechos Humanos (APDH), el Grupo de Estudios Sobre Educación en Cárceles (GESEC), el gremio de la CTA-A, la Federación Argentina de Radios Comunitarias (FARCO) y Techo.
La Marcha de la Gorra se realiza hace 11 años en la capital cordobesa, convocando a miles de personas. Actualmente se replica en varios puntos del país, como el interior de Córdoba, Mar del Plata, Tandil y CABA.
Junto a un escenario levantado frente a la Gobernación, los participantes de la 2ª Marcha de la Gorra concluyeron la jornada con un festival de bandas de música, talleres, meriendas, juegos, circo y una radio abierta.