Un informe de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reveló que el costo de vida promedio de una persona en Argentina es de casi cinco salarios mínimos, y para una familia tipo se necesitan catorce salarios mínimos «para poder adquirir bienes y servicios básicos y pagar el alquiler de un departamento de tres ambientes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires».
El salario mínimo en Argentina para agosto fue de 262.432,93 pesos, es decir que una persona necesita de 1.312,164.65 de pesos para costear su vida en el país.
«A partir del cambio de gobierno el 10 de diciembre del año pasado, se llevaron adelante varias medidas de política cambiaria, entre las que se puede destacar una devaluación del 118% del tipo de cambio oficial y el establecimiento de micro devaluaciones (crawling peg) del 2% mensual. Sin embargo, debido a la dinámica inflacionaria estas devaluaciones quedaron por debajo del ritmo de crecimiento de los precios, generando un encarecimiento de Argentina respecto al mundo (atraso cambiario)», fundamenta el informe.
Según el informe, «Argentina posee el costo de vida más caro de la región e incluso que ciertos países de la Unión Europea en términos relativos», y explica que «esta diferencia puede observarse principalmente con Brasil, segundo país más caro de la región, ya que en Argentina se necesita un salario más para adquirir una canasta de consumo básica y dos salarios mínimos más si se considera el alquiler que en el país vecino».
En cuanto a la comparación con la Unión Europea, la diferencia en el costo de vida es aún mayor: «Una persona requiere 2,5 salarios mínimos menos para acceder a una canasta de consumo básica y 3,5 salarios mínimos menos si se considera el alquiler de un monoambiente en la ciudad».
Esto para una persona. En cuanto al costo de la vida familiar, el monto es mucho más elevado. Comparando con países como Brasil, se necesita aproximadamente 6 salarios básicos; y respecto a Europa, una familia tipo Argentina requiere, en promedio, 11 salarios mínimos más para comprar bienes y servicios básicos y alquilar una vivienda.
Siendo Argentina uno de los diez países de mayor producción de alimentos en el mundo, acceder a la canasta básica de alimentos también está complicado: «En el país se requiere en promedio del doble de ingreso para adquirir una canasta de alimentos de 2400 calorías diarias respecto a los países de la región, y casi cinco veces más de ingreso en promedio que en los países europeos para poder adquirir la misma canasta de bienes».
En cuanto a la vestimenta, Argentina es el país más caro con respecto a otros países de la Región: «Se necesita casi tres cuartos de un ingreso mínimo para comprar un par de zapatillas mientras que en los países de la región este producto equivale, en promedio, al 23% de un salario mínimo y menos de un 7% de un salario mínimo en los países de Europa. Es así como Argentina sigue siendo el país más caro de la región y de los países europeos mencionados anteriormente en lo que respecta a la vestimenta».
El alto costo de la vestimenta se justifica con «la protección que posee la industria textil con respecto a los productos importados».
CEPAL
En esta línea, un informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) lanzó tres datos sobre Argentina en la era de Javier Milei en materia socioeconómica: es el país con peor evolución de PBI para 2024 (-3.6 %; lo sigue Haití, con -3.0 %); peor caída del salario mínimo real, con una reducción del 32,2 %; y peor caída del salario promedio real
«Somos el país de peor performance económica de toda América Latina», determinó el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, en la habitual conferencia de prensa de los lunes, haciendo referencia a los datos del informe de la CEPAL.
«Desde la Provincia solicitamos y exigimos al presidente Milei y a su equipo que cambien las políticas económicas, porque nos están llevando a una catástrofe. Llevan adelante un ajuste totalmente innecesario, fútil, que no conduce a nada y que no solo está destrozando nuestro aparato productivo, sino que destruye el aparato social de Buenos Aires y de todo el país».
Y agrega que «lejos de sorprendernos, los datos comparativos que se presentan ratifican la catástrofe económica que se vive en nuestro país, que conocemos en términos absolutos porque día a día leemos los indicadores productivos, económicos y sociales, pero quedan mucho más en evidencia cuando se los compara con otros países de la región, donde se ve el fuerte deterioro económico y social que está teniendo nuestro país».