El presidente Alberto Fernández se reunió este lunes con el electo presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva, a quien felicitó por la victoria en los comicios del domingo en los que por escaso margen se impuso sobre Jair Bolsonaro.
«Con Lula compartimos la mirada sobre la necesidad de integración en América Latina, de que la democracia se consolide en todo el continente, que los procesos electorales sean debidamente respetados y de poder crecer como región en conjunto», dijo el mandatario luego del encuentro al que asistió con el canciller Santiago Cafiero y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli. Fernández anunció también que Lula le adelantó que visitará el país antes de asumir la presidencia. «Él sabe que Argentina es su casa, allí todos lo queremos y respetamos mucho», expresó al respecto.
«Deseo para Brasil lo que deseo para un pueblo hermano: que progrese, crezca y le vaya bien. Cuando a Brasil le va bien, inexorablemente le va bien a Argentina, porque somos pueblos hermanados», dijo.
El mandatario también dialogó con el canal C5N, donde habló sobre el futuro de la relación entre ambos países y el Mercosur. Según Fernández, Lula se mostró «muy interesado» en su propuesta de mejorar la provisión de gas de Brasil a través de la explotación de Vaca Muerta. «Tenemos la posibilidad de revitalizar el Mercosur, darle otra fuerza y pararnos ante el mundo con otra potencia», manifestó.
Horas más tarde, durante la noche, el presidente subió a sus redes un video donde reflexiona sobre la victoria electoral de Lula y recuerda los años de persecución y encierro que sufrió tras el derrocamiento del Gobierno de Dilma Rousseff.
«De regreso a Argentina pienso en el abrazo profundo y sincero que hoy nos dimos con Lula en San Pablo. Su triunfo nos emociona infinitamente, es un hecho. La democracia es el idioma de las verdaderas y justas transformaciones, y en ella siempre nos fortalecemos. Pero además hablamos de un triunfo que quedará en la historia», dice Fernández.
«El mundo debía saber lo que ocurría. Hablamos con el papa Francisco para que se encuentre con él y pida por su libertad. Y luego, en aquella cárcel injusta, lo abracé. El sueño entonces era el mismo: que recupere su libertad y que el pueblo decida dónde llevarlo», recordó el mandatario.