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Cinta Abierta|Kerusalem2.0

Por R.G.M.

«El objetivo de la sabiduría no es conocer las buenas cualidades sino aplicarlas», dicen que dice un viejo proverbio judío. Desde sus inicios junto a Crema del Cielo, Fernando Boris Glombowsky no solo no ha ocultado la buena educación musical sino que la ha expresado orgullosamente en su obra. Kinks, Beatles, T-Rex, Supergrass y el riquísimo linaje guitarrero y británico han indicado un camino menos sujeto a la ortodoxia que a una verdadera convicción. “Estás bien, ¡qué bueno verte!” introduce “Vinecool”, como un buen presagio de un gran disco. “Yendo a Max Nordau” constata todo el aprendizaje de Kerusalem en esa peregrinación por las guitarras arpegiadas, los acordes potentes, las melodías inapelables, las paredes de coro, el rock&roll, la psicodelia y algo de humor sin humorismo. El cantante y guitarrista anticipa este álbum que en las próximas semanas verá -precisamente- la luz.

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«Me gusta creer que cada una tiene su propia personalidad. Que van para el lado que se les canta. Se fueron gestando así. Y fueron por el camino que fueron. Libres. Aunque yo no puedo dejar de pensar en los Beatles ni por un minuto. Ni en Supergrass ni en Stone Roses. En bandas que me marcaron para siempre obvio».

RECº

«Lo grabamos en Estudios Drhu de la mano de mi hermano Edu Carreras. Así que imagínate lo local q nos sentimos ahí. Y súmale a eso la producción de Víctor Bertamonti (fue mi profesor de guitarra y siempre quise laburar con él). Fue muy fácil para nos. En dos días lo habíamos grabado casi todo».

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«Bueno principalmente kerusalem2.0 es una formación nueva. Me queda muy lejos en el recuerdo el primer disco. Creo que este le pasa el trapo mal. Fue patear el tablero y empezar de cero. Costó claro. Pero la pandemia ayudó…»

PAUSE||

«Se me ocurren dos momentos para escucharlo. Uno a las 3 am totalmente mamado. Y otra a la mañana tomando café con tostadas con manteca y palta».

LADO B

«Quiero agradecer al Tano Caccavo que grabó vibraphone (un copado mal).
Y al gran Juan Tenti que metió unas teclas zarpadas. También a Martín «Tuki» Bose que nos masterizó».

SECCIONES