Pasadas las 17:30 horas, tal como estaba previsto, el Tribunal Oral Federal N° 2 anunció la condena a Cristina Fernández de Kirchner de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El hecho terminó por consumar el largo proceso de persecución judicial que, a los ojos del país, encontró su objetivo final de proscribir al cuadro político de mayor representatividad popular de la última década, en el marco de una operación que contó con el protagonismo tanto del mentado «Partido Judicial» como de las corporaciones mediáticas y el aparato político opositor.
Tras la lectura del veredicto por parte de los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, la propia vicejefa de Estado decidió hacer su propio descargo a través de sus plataformas oficiales de redes sociales, tal como lo hizo en audiencias anteriores, ante la imposibilidad del derecho a una defensa ampliada. En este caso, volvió a repasar las condiciones tanto jurídicas como políticas mediante las cuales se desarrolló el proceso judicial.
«Yo, inocentemente hablé antes de ‘lawfare’ y ‘partido judicial’, pero esto es algo mucho más simple. Esta condena confirma la existencia de un Estado paralelo, de una mafia judicial», expresó la vicepresidenta.
CFK volvió a hacer hincapié en la previsibilidad que se barajaba sobre este desenlace, al cual había calificado como «un regalo para [Héctor] Magnetto», en relación con la operación político-mediática que se advertía desde el primer instante en que se decidió reflotar la mentada causa Vialidad.
«No es que fuéramos clarividentes, ni adivinos», aclaró, «pero si una causa en la cual un juez, el inefable Ercolini, se había declarado incompetente luego de una denuncia de diputados de la oposición por obras en Santa Cruz y la enviara a la provincia, y luego, 8 años después, la resucita cuando llega el Gobierno de [Mauricio] Macri, y las 51 o 49 obras que había mandado al sur, las trae de nuevo, aun habiendo sido sobreseídas, está claro que la idea era condenarme».
«A lo largo del juicio tampoco se probó ninguna de las mentiras de los alegatos histriónicos de los fiscales. A tal punto que cuando les tocó replicar las pericias y los testimonios a lo largo del juicio, no pudieron replicar absolutamente nada», indicó CFK.
En esa línea, la actual vicepresidenta dijo que ya no sería candidata a ningún cargo y que se retiraría una vez concluido su mandato. «Desde el 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros. Así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la casación y de la Corte Suprema de que me metan presa. Sí, pero mascota de usted, nunca, jamás ¿entiende? nunca jamás», expresó.
«Me condenan porque condenan un modelo de desarrollo económico y de reconocimiento de los derechos del pueblo. Este es el poder económico y mediático que controla en una suerte de estado paralelo y que coarta permanentemente. Es un sistema disciplinador, no con los que piensan como ellos, sino fundamentalmente al peronismo, a los que tenemos compromiso con la gente», agregó Cristina Kirchner.