Por Paula de Luque
El legado mayor que Néstor deja, a mí entender, es la juventud volviendo a creer en la política. Eso es un gran cambio cultural, y la idea del nosotros, la pertenencia ligada a la identidad colectiva. La fuerza, la convicción, la osadía, el valor y la inteligencia.
Recuerdo muchas cosas y muchas otras se me mezclan con testimonios que recogí para la película. Es un tiempo histórico ligado directamente con mi biografía personal.
Pero no conocí a Néstor personalmente, y eso, a la hora de hacer la película, me ayudó, porque abordé un personaje de la realidad para ser contado por los demás, no por mí. Y eso creo que fue bueno.