Por R.G.M.
“Soy consciente del vacío y lo que hay en él”, entona en el aplacado comienzo de “Drescher”, previo al cambio de velocidad. Nina Suárez canta con gravedad y aplomo, pero sin perder candor y espontaneidad. Es un tono poderoso y frágil a la vez, entre Nico y –casi inevitablemente- su madre Rosario. Pero con una impronta propia que la exime de exaltaciones, la cantautora expide natural sensibilidad para retratar emociones y pasajes cotidianos. Pequeños relatos donde los pensamientos en voz alta y las imágenes no se interponen con el vacío y silencio necesario.
Bajo el influjo del rock alternativo de los 90, el indie, el noise y la música de guitarras en general, la artista -que también destaca como actriz y que tiene su costado hip hopero- ofrece en su álbum debut un puñado de canciones bellamente melancólicas sobre el tiempo libre, las relaciones, la cotidianidad y, sobre todo, las posibilidades. “Hoy voy a decirte algo aun no sepas, para ser de tu sorpresa una porción, puedo ser la mejor versión de lo que quieras”, promete en el tema que da título al álbum: “Algo para decirte”.
Y así es. Más allá de cierta familiaridad en su sonido, Nina parece precisamente usarlo en su favor con la seguridad de tener algo más. Según dicen que dijo Oscar Wilde, “no existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.» Aplica entonces a la música. Nina tiene algo para cantar y lo canta.
*Nina Suárez y su banda se presentan este viernes 8 a las 21:00 en Ciudad de Gatos (17 y 71) junto a Viva Elástico
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“Acabamos de sacar nuestro primer disco: Algo para decirte. Son siete canciones de rock, muchas que escribí en mi adolescencia y otras que terminé en el proceso de la pandemia, que las englobo en el mismo bloque -de alguna forma- temporal.. Y que hablan de eso : sobre el tiempo libre, sobre qué hacer, sobre estar en tu cuarto y pensar, sobre enamorarse frenéticamente de una forma juvenil. La pregunta de si todas esas cosas se van o quedan en realidad siempre en uno. Y la ciudad. Ser porteña, vivir acá, estos paisajes que acompañaba todos esos sentimientos”.
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“Se grabó en Resto del Mundo, un estudio en Boedo de los hermanos Pipe y Tom Quintans. Uno de 107 Faunos y otro de Bestia Bebé. Es su sala, Pipe fue quien produjo una parte. La otra con Marcos Canosa, que es quien nos acompaña en la guitarra cuando tocamos en formato de cuatro. Algunas las mezcló Pipe, otras Manza Esaín en su estudio en Mataderos donde hicimos algunos overdubs. Un equipo hermoso, la verdad. Para tocar está Chico en el bajo y Manolo en la batería. Yo hice las guitarras y la voz. Morita de los Faunos tocó teclas en “Batalla Naval” y Pipe en “Correr al arco” y “Ciudad”. Así que, nada, una tripulación de amigos y un lujo total compartir con ellos”.
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“Bueno, es el primer disco así que de alguna forma es el inicio de la futura continuidad. Pero igual, las únicas cosas que había grabado eran en mi cuarto: demos y cosas en la compu, hechas en casa. Pero siento que de alguna forma se pudo traspasar ese espíritu a cómo se hizo el disco. Porque empezamos a hacer dos temas con Pipe, después se fue de viaje, nos dejo el estudio. Y fuimos con la banda solos a terminarlo. Ahí apareció Marcos, que sabía cómo grabar. Y básicamente los otros temas los metimos solos. De alguna forma me hizo acordar a estar sola en mi cuarto, grabando y viendo cómo me las arreglaba. Y siento que ahí hay una continuidad de cómo hacerlo que me identifica”.
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“Ya presentamos el disco en el Matienzo, pero se seguirá presentando hasta que saquemos otro. Asi que ahora a tocar el disco hasta la muerte. Y después vamos a grabar este año las bases de baterías y bajos con lo que hay para el disco nuevo, porque en vivo ya tocamos canciones que hay y el objetivo es el año que viene ya tener el disco II”.
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“A mí me gusta mucho escuchar música en movimiento. Caminando, andando en bici o en el auto. O en un bondi, mirando el paisaje. Yo creo que eso siempre le da algo especial porque ter permite pensar porque al ser un disco que se relaciona con las vistas de la ciudad, acompañarlo con la imagen que uno esté cotidianamente o esté haciendo es bastante propio”.
