En una jornada marcada por fuertes críticas de parte de asociaciones de inquilinos, el proyecto de ley de alquileres se quedó este jueves sin dictamen ante la falta de acuerdo en el plenario de comisiones en el Senado. La discusión entró en un cuarto intermedio y continuará el miércoles próximo, mientras las asociaciones civiles vuelven a renovar el rechazo a la reforma que apoya el macrismo.
La oposición de Juntos por el Cambio busca aprobar el dictamen del proyecto tal y como está, mientras que el oficialismo busca introducir una serie de modificaciones basadas en los fuertes reclamos que han manifestado los inquilinos, en especial en lo referente a los puntos que refieren a la duración de los contratos y los lapsos de actualización de costos de alquiler.
La legisladora oficialista bonaerense Juliana Di Tullio, tras destacar que «lo que pidieron los inquilinos es que se vuelva a la ley tal como está» en la actualidad, dijo que el Frente de Todos «tiene propuestas para mejorar el dictamen» y que «hay distintas posturas en el interbloque sobre este asunto».
En tanto, tal como lo hizo el sector inmobiliario, desde las diversas asociaciones de inquilinos hubo exposiciones este jueves. El primero en tomar la palabra fue Juan Arrizabalaga, de Inquilinos Tandil, quien consideró que los 10 millones de inquilinos que existen en el país están «en una situación crítica ante un nuevo ataque del lobby inmobiliario que permea a una parte de la clase política argentina». Arrizabalaga subrayó que la reforma aprobada por Diputados «es pro mercado y pro rentistas».
Por su parte, también hizo su propia exposición León Bilansky, de la asociación de Empresarios Nacionales (ENAC). Bilansky sostuvo que «la actividad comercial próspera aporta valor inmobiliario y desarrollo local», y ponderó el rol en la economía del sector que representa.
«Los que abrimos los comercios todos los días y contratamos trabajadores y pagamos nuestros impuestos no vemos a los propietarios como enemigos», sostuvo el dirigente empresario.
Mientras tanto, desde el sector de la comunidad de inquilinos organizados persisten las críticas contra el proyecto de reforma que, según sostienen, busca beneficiar a los magnates del sector inmobiliario. «Si conseguir un lugar donde vivir en la argentina es entrar a una cueva de ladrones, a que nos desvalijen, firmando contratos ilegales, ¿de verdad la discusión es el plazo de alquiler? Lo que sí hace falta es que haya una señal clara de lo que va a suceder. Finalmente, quien está decidiendo cómo se vive en Argentina es el mercado inmobiliario», expresó Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados.