«Han pasado tantas cosas hasta llegar acá…» canta Korso Gomes en «Autogestión», el último track de su nuevo disco, como tomándole las medidas a su propia historia: desde hace casi veinte años haciendo méritos para convertirse en uno de los representantes más perseverantes del punk-rock local. En esa canción, que se sostiene con hachazos de guitarra y la figura de entrega del cantante y guitarrista Lucas Sánchez -ahora a cargo del control total de la situación después de la partida de Galo Gomes-, la banda enumera las experiencias después de haber batallado desde los márgenes durante tanto tiempo y suena como si estuviera escribiendo su propio diario de supervivencia. Aunque también exagera un poco: «No queremos la tapa del Si!, ni sonar en Rock & Pop ni en FM Hit».
Con producción de Joxemi de Ska-P, que ya había grabado con ellos en Que siga la fiesta, su trabajo anterior de 2012, lo nuevo de Korso Gomes ni siquiera mira de reojo los gestos más festivos del grupo, como cuando probaban el bizarro con versiones de «La cucaracha» o algún tema de Xuxa, o se montaban al ska con tono agitador. Ahora el cuarteto -que completan Cristian Acuña en batería, Maira Gardella en bajo y Celica Finochietto en guitarra- muestra solidez apretando las muelas y expulsando su voz más combativa y radical a puro punk-rock, sin respiros, con las guitarras como principal elemento de batalla. Ciro y Federico Pertusi y la gola aguardentosa de Joxemi le aportan matices a un trabajo que, revisando la discografía de Korso Gomes, parece haber necesitado algunos más.