A diez días de que se realice el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, tuvo lugar este jueves por la noche un nuevo debate, en este caso, entre los candidatos de ambas fuerzas para la vicepresidencia, Sergio Rossi (Unión por la Patria) y Victoria Villarruel (La Libertad Avanza). Al igual que ocurrió en ocasiones anteriores, la discusión volvió a dividir aguas entre “derechos o derecha”, tal como lo dejó relucir el posicionamiento de cada uno de los postulantes.
Con los ejes puestos en temas como salud, educación, trabajo, seguridad, justicia, derechos humanos, entre otros, fue notable la diferenciación entre la plataforma de propuestas que buscó remarcar Rossi, contra la primacía de críticas y chicanas de Villarruel, además del reforzamiento del discurso antiderechos, bandera principal de LLA.
Detener para siempre la emisión monetaria, terminar con el “adoctrinamiento en escuelas”, alarmar sobre “iraníes que van a entrar a la nación”, fueron algunas de las consignas que lanzó la compañera de fórmula de Milei. Asimismo, Villarruel tuvo que anticiparse a aclarar que “la salud y la educación van a seguir siendo públicas”, a pesar de que horas antes la legisladora electa Lilia Lemoine dijo que se «caga» en la educación pública, en un video viral.
Sobre el eje económico, Rossi hizo hincapié en las principales medidas que viene llevando Massa desde la cartera de Economía y se anticipó al modelo que buscará aplicar UP en caso de llegar a la Nación. “Desde hace unas semanas Sergio Massa tomó decisiones trascendentes para los argentinos dedicadas a recuperar el poder adquisitivo. Más de 17 millones de argentinos han recibido la devolución del importe del IVA, presentamos un plan para promocionar el nuevo empleo”, indicó el candidato del peronismo.
“Hay tres maneras de obtener más dólares. Dos no son virtuosas, que son las que propone Javier Milei, de endeudamiento y privatización. Nosotros proponemos una verdadera revolución exportadoras. Con reservas podemos estabilizar el tipo de cambio y bajamos la inflación”, agregó.
Sin dudas, fue en ejes como derechos humanos, justicia y seguridad donde se vieron marcadas las diferencias, y donde Villarruel sacó a relucir su ya conocido perfilamiento prodictadura. Al abordar las políticas de derechos humanos, si bien la candidata de LLA se apresuró a remarcar que “no hay que hablar del pasado”, una vez más hizo negacionismo explícito y volvió a sostener que “no fueron 30.000”, en relación con los desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Asimismo, la referente de LLA ratificó su vínculo con genocidas condenados y expresó: “Es importante que reconozcamos que hay víctimas del terrorismo. Simplemente lo que hago es reconstruir la parte de la historia que ustedes eliminaron. Quiero que se respete la ley y que vaya presa gente como [Jorge] Taiana”. Asimismo, puso en lugar de víctima al represor condenado Juan Daniel Amelong.
En ese punto, Rossi sentó posición: “La dictadura aplicó un plan de exterminio. No fue una guerra, no hubo excesos ni errores. La política de memoria, verdad y justicia fue una lucha importante que iniciamos hace mucho tiempo. Con Néstor Kirchner derogamos las leyes de Obediencia debida y Punto final, iniciamos los juicios por delitos de lesa humanidad cometidos entre 1876 y 1983”.
En tanto, en materia de seguridad, Villarruel indicó: “Lo primero que vamos a hacer es una propuesta de sentido común: el que las hace las paga. Un cambio de paradigma. Ellos están del lado de los delincuentes y nosotros del lado de los policías”. El planteo fue similar a la vieja propuesta de “doctrina Chocobar” del Gobierno de Cambiemos, en ese entonces con la conducción de Seguridad de la Nación de Patricia Bullrich, quien ahora respalda a Milei.