A más de un mes de las elecciones generales, en Pinamar aún hay final abierto sobre quién es el intendente electo luego de que la Cámara Nacional Electoral ordenara hoy la apertura de unas quince urnas ante el ajustado escrutinio que dejó a Juan Manuel Ibarguren (JxC) sobre Gregorio Estanga (UP), solo diecinueve votos por encima del candidato oficialista.
En un fallo dividido, los jueces Santiago Corcuera y Daniel Bejas dieron lugar al pedido de UP ante «la exigua diferencia de votos entre las agrupaciones», argumentando que «está en juego la atribución del cargo ejecutivo» de Pinamar. El magistrado Alberto Dalla Vía, en tanto, manifestó su rechazo.
De esta forma, quedó revocada la decisión de la Junta Electoral y vuelve a quedar en suspenso la situación que ya parecía estar en favor de Ibarguren, el sucesor del actual jefe comunal Martín Yeza, quien ya se mueve como intendente electo y trabaja en la transición para asumir el 10 de diciembre.
En sus argumentos, los magistrados señalaron que no pueden «pasar por alto –en primer lugar– la exigua diferencia de votos entre las agrupaciones Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, lo que determina que se encuentre en juego la atribución del cargo ejecutivo de la localidad de Pinamar». Asimismo, destacaron que en La Plata se vivió una situación similar que terminó con la apertura de 69 urnas.
«Por lo demás, las mesas señaladas se encuentran dentro de una división territorial determinada (sección electoral Pinamar, circuitos 339, 339A, 339B y 339C) y de la documentación agregada a la causa (cf. fs. 49/77) surgen diferencias sustanciales en los resultados de esas mesas respecto del resto de la sección a la que pertenecen –que cuenta con los cuatro circuitos mencionados–, circunstancia que autoriza a contemplar la posible existencia de errores en la documentación», señalaron.
Los argumentos de Unión por la Patria
El 8 de noviembre, desde UP aseguraron que las quince urnas «presentan irregularidades», por lo que procedían a pedir su apertura. «Una diferencia tan estrecha, después de 8 años de gobierno, demuestra que una gran parte de nuestra comunidad quiere un cambio», manifestaron, por lo que pidieron que «escuchen y no den la espalda a los pinamarenses».
