La tensa relación que mantuvo el país con el Fondo Monetario Internacional desde la adquisición del préstamo stand by por 44.000 millones de dólares durante la presidencia de Mauricio Macri inaugura una nueva etapa con la flamante presidencia del libertario Javier Milei, que tuvo una gira relámpago por Estados Unidos junto al principal candidato a ocupar el Ministerio de Economía, Luis Caputo.
El viaje, además de trazar un nuevo eje de alianzas bilaterales y comenzar a trabajar con el Fondo en la continuación del programa vigente, tuvo como objetivo primordial conseguir fondos que permitan enfrentar uno de los principales desafíos que Milei planteó en el camino a la liberación del mercado de cambios y su proyecto dolarizador, que es el desarme del pasivo remunerado del Banco Central, representado fundamentalmente por las Letras de Liquidez (Leliqs).
En la discusión interna sobre el desarme del pasivo del BCRA, el macrismo viene imponiendo su lógica sobre «las ideas de la libertad» y, con «Toto» Caputo a la cabeza, el endeudamiento externo parece la vía elegida.
En ese marco, la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo este martes que el organismo de crédito está «muy interesado» en apoyar la Administración del libertario y podría ser uno de los países que reciban dinero del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad, un instrumento creado durante la pandemia destinado a naciones con posiciones macroeconómicas débiles y con el objetivo de mitigar el impacto del cambio climático.
Por su parte, la comitiva encabezada por Luis Caputo y Nicolás Posse (posible jefe de Gabinete de Milei) se reunió en Washington con parte del equipo de Georgieva para comenzar a trabajar en la continuidad (o discontinuación) del acuerdo de facilidades extendidas que actualmente tiene el país. Cabe recordar que, luego del endeudamiento original durante el gobierno de Macri, durante la gestión de Alberto Fernández se firmó un nuevo acuerdo que extendió los plazos para su cancelación.
Aunque no se conocen detalles acerca de cuál será el camino que el nuevo Gobierno tome, no se descarta que se negocie un nuevo acuerdo aparte del vigente.
Durante la campaña electoral, el presidente electo había dicho en un intercambio con la prensa que el respeto del programa vigente con el Fondo no sería un problema durante su gestión, ya que «nosotros proponemos un ajuste fiscal mucho más profundo que el que ellos plantean».