La presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires expresó preocupación ante el terrible impacto que la ley ómnibus tendrá para trabajadores y trabajadoras del sector.
La comunidad artística y cultural, indivisible de la sociedad toda, salió a repudiar el proyecto de ley ómnibus que Javier Milei envió este miércoles al Congreso. Denominado «Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos», la medida (que será tratada durante sesiones extraordinarias que comenzaron ayer y se extenderán hasta el 31 de enero) infiere un completo avasallamiento sobre derechos y garantías de la ciudadanía, así como un severo perjuicio económico. Y en lo que refiere al impacto negativo que tendría para las y los trabajadores de la cultura, es incalculable.
La presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout, fue enfática: «Milei vino a destruir la cultura: es lo que demuestra con cada decisión. Al DNU, suma un proyecto de ley que elimina y desfinancia instituciones centrales para el desarrollo cultural y artístico. El cine, el teatro, la música nacional y las bibliotecas populares están en peligro».
A través de su cuenta de X, la funcionaria (que lleva dos años de gestión al frente del organismo provincial con fuerte presencia en los 135 municipios) detalló: «El INCAA, el INAMU, el Instituto Nacional del Teatro, el Fondo Nacional de las Artes y la CONABIP son centrales para el crecimiento de la cultura nacional de manera federal y equitativa. Funcionaron más allá de los gobiernos, como verdaderas políticas de estado».
Desde el Instituto Cultural, y a través de una nutrida nómina de programas y líneas de acción que contemplan diversidad y gratuidad, el Gobierno de Kicillof ha hecho hincapié en la figura de artistas y gestores culturales como trabajadores. En sintonía, Saintout expresó: «Realizadores, músicxs, dramaturgos, actrices, actores y artistas en general recibieron y reciben el apoyo fundamental de estos organismos cuando el mercado les cierra las puertas. Querer destruirlos y limitarlos es arrasar con el trabajo en cultura».
«Se les quita recursos a las bibliotecas populares para su funcionamiento, que no es otra cosa que servir a su comunidad como lugar de encuentro y de lectura. Las librerías independientes corren la misma suerte con la derogación del precio único, en favor de las grandes cadenas», agregó Saintout. Cabe recordar que desde Buenos Aires Lectora (con programas como el Bibliomóvil), con notoria participación en la Feria Internacional del Libro, entregas de libros, actividades en Bibliotecas Populares y ferias independientes, el Instituto Cultural ha puesto especial foco en ese rubro.
Sobre el final, Saintout expresó la inquietud que asalta a gran parte de la sociedad: «¿Qué se esconde detrás de esta reorganización de la República?¿Cuál es la nueva Argentina que se proponen destruyendo herramientas válidas de nuestro pueblo para expresarse artísticamente y pelear por su soberanía cultural?».