Pasaron más de dos años del trauma que, en forma de inundación, hizo visible el perfil más vulnerable de la ciudad de La Plata, y también el más sólido. La historia después fue una exhibición de irregularidades, vaciamientos, disputas judiciales y burocracia. La contracara: el lazo social, fortalecido en una suerte de terapia colectiva de la que fueron emergiendo ensayos fotográficos, poemas, esculturas, documentales, investigaciones periodísticas y, por supuesto, canciones. Postales del mundo agua, la trilogía conceptual que Marothes prepara para 2016, es otro fruto de esa movilización creativa: la historia -un relato en tres discos, un cómic y un conjunto de postales-, de un hombre que se enfrenta al desastre.
«La lógica del disco ha cambiado, entonces la idea es que los discos sean más cortos, más acorde a la velocidad que tiene hoy todo el mundo», dice Roberto Garcilazo
“Es un álbum mucho más denso y oscuro que los anteriores», señala Roberto Garcilazo, guitarra y voz de Marothes. «A lo mejor, por la temática, un poco más triste y pesado». El sexteto formado en 2007 -y que completan Luciano Casanova, Sebastián Di Leva, Alejandro Carrillo, Fabián Ferrari y Federico Machi-, acaba de publicar un adelanto de Postales… en el que despliegan mayor cuidado por el detalle.
Según se percibe, el tono de la banda cambió.
Nos sinceramos con la música que nos gusta tocar y no pensamos tanto en un mercado, que no existe. También nos comprometimos un poco más con la parte musical, porque hay un montón de cosas que en los discos anteriores no pasaban, como temas instrumentales o muchos arreglos, y también nos comprometimos con la parte temática y cultural.
¿Cuál es tu reflexión en cuanto al crecimiento de la banda a lo largo de estos años?
Obviamente es todo evolutivo, yo lo siento de esa manera, y un poco la suerte de poder contar con un proyecto que dure tantos años, en los que sí o sí tenés que tener una evolución artística, y nosotros la sentimos así, se escucha en los tres discos. Si escuchás tanto Camina con respeto [estás en el fondo del mar, de 2010] como Moviéndonos [de 2013] hasta este último, siempre hay una búsqueda diferente. El primero fue un disco mucho más heterogéneo, donde había canciones que tenían más de diez años y otras que eran de ese momento, pero era un poquito más desparejo, o al menos yo siento eso a la distancia. Moviéndonos fue un disco que refiere a nuestro movimiento diario para mantener una banda que está activa y viaja y graba y toca y eso no es fácil. Y este tercer disco lo siento más maduro y cercano a lo que estuve buscando desde el principio. Me pasa con las obras anteriores que siento que no me representan demasiado.
¿Por qué una trilogía?
La lógica del disco ha cambiado. Nosotros, que somos de otra época, concebimos el disco de otra manera. Entonces la idea es que los discos sean más cortos, más acorde a la velocidad que tiene hoy todo el mundo. Preferimos, antes que estar encerrados grabando 13 canciones mucho tiempo guardados sin tocar, sacar discos más cortos y tener data para publicarr en internet, videos, visuales, un cómic.
¿Cómo surgió la idea de tratar el tema de la inundación?
Después de todo lo sucedido, más allá de la tragedia puntual, me interesaba lo que pasó después, el paisaje de desastre, y entonces hice algunas canciones pensando en el peso de esa atmósfera. Fue un desafío un tanto pretencioso hacer algo con un tema tan delicado, pero en ese momento no nos quedó otra. Y entonces empezamos a evaluar la posibilidad de que todo fuera una historia de ficción. Así que en esos días agarré dos cuadernos y empecé a recrear la historia. La primer parte del disco arranca el 2 de abril de 2013 a la tarde, y tiene los días sucesivos como escenario de toda la historia. La idea es que sean tres discos, de los cuales dos ya los tenemos prácticamente cerrados. Tres discos cortos de ocho o nueve canciones. Al principio creí que estaba bueno en formato video, después nos dimos cuenta de que para hacerlo en serio y bien nos iba a demandar un montón de plata con la que no contábamos, y a partir de ahí empezamos a armar un proyecto para poder presentar en distintos lugares y conseguir un subsidio. Mientras tanto nos apuraban los tiempos de la banda. Llegamos a la conclusión de que había que hacer algo práctico, que nos llevara a buen puerto. La idea entonces fue llevarlo a un cómic, eso era lo más cercano, terrenal y físico que podíamos hacer con lo que contábamos. El cómic nos permite tener la historia completa en formato visual. Igual yo siempre tengo la idea de que ojalá algún día podamos hacer la filmación de todo, sería increíble.