Con el debate de las «Bases» avanzando en comisiones, llegan también las advertencias sobre los riesgos que implican alguna de las medidas que pretende imponer el Ejecutivo nacional con este megaproyecto, entre ellos, la eliminación del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que funciona desde 1995. El rechazo llegó hoy al Congreso.
Creado hace 29 años, el INADI nace en Buenos Aires tras los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. «Desde entonces, nuestro organismo trabaja para reducir y prevenir la discriminación sabiendo perfectamente que para muchas personas no es una mera corrección política, sino una cuestión de vida o muerte», señaló este martes Julia Amore, quien trabaja desde hace catorce años en el organismo.
En el apartado Justicia de la ley ómnibus de Milei, el artículo 348 pone el foco en el INADI, mediante la derogación de la Ley Nº 24.515 que lo creó. Esta medida, explicó Amore en el plenario de comisiones, «allana camino no solo del cierre del organismo, sino también tira por la borda una política de Estado antidiscriminatoria que ha trascendido Gobiernos, a través de la cual nuestro país ha dado cumplimiento a obligaciones internacionales establecidas en diversos pactos de derechos humanos que cuentan con jerarquía constitucional».
«El INADI ha sido resguardo y defensa de poblaciones históricamente discriminadas en nuestro país, como pueblos originarios, afrodescendientes, comunidades árabes y judías, personas con discapacidad, migrantes, refugiados, niñeces y adolescencias, adultos mayores, género, mujeres, comunidad LGTBIQNB+, diversidad religiosa, comunidad sorda, personas gordas, personas con VIH. No hablamos por ellos, sino que estos grupos nos conforman como un organismo plural y diverso», explicó Amore para dar cuenta de los espacios que también forman parte del instituto.
Vale destacar que el INADI, además de trabajar diariamente para prevenir y erradicar la discriminación, ha sido parte activa en la constitución de leyes claves en Argentina, como las leyes de Matrimonio Igualitario; Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; Identidad de Género; Cupo Laboral Trans; de Transparencia y Equidad Electoral; de Accesibilidad Web para personas con discapacidad; de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, entre otras.
«Dentro de todo lo que hace nuestro organismo, si se nos reduce a una mera ventanilla receptora de denuncias, se nos dice a nuestro país y al mundo que Argentina va a desconocer su compromiso para prevenir, erradicar y combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo», denunció Amore.
La trabajadora del INADI destacó que «la asistencia y el acompañamiento a las víctimas es fundamental, pero eso no es solamente una única tarea, porque se manifiesta como un acto discriminatorio que se piensa como una acción individual, pero se constituye ante el entramado social de prejuicios y estereotipos, en una cultura y en una práctica que intenta legitimar lo ilegítimo, que es la desigualdad y el odio».
«El INADI trabaja justamente para llegar antes, desarticular las miradas amenazantes sobre el otro, prevenir la violencia, los discursos de odio y las restricciones arbitrarias a los derechos. La prevención de la discriminación es un derecho adquirido que posibilita el ejercicio pleno de otros derechos», concluyó Amore.
La comunidad LGBT contra el cierre del INADI
Esta semana, el Frente Orgullo y Lucha, que nuclea organizaciones LGBTIQNB+, se pronunció en contra del cierre de este organismo en duros términos, siendo «el espacio al que recurrimos las personas de la comunidad LGBTI+ ante las múltiples situaciones de discriminación que perduran en nuestro país».
El cierre es entendido como «un avasallamiento a nuestros derechos, los de otros grupos vulnerados y los del conjunto de la sociedad argentina, que -junto a una prédica anti Estado- implica desamparo y desprotección».
Días atrás se había expresado la Federación Argentina LGBT+ (FALGBT) en la misma línea. «El trabajo que hemos desarrollado con el INADI y con sus respectivas sedes provinciales nos ha permitido lograr un trabajo más efectivo y cercano con la población más vulnerada por la discriminación. Junto a este organismo es que hemos logrado grandes avances en la igualdad jurídica para la diversidad en Argentina. El INADI, como ya hemos expresado hace unos días, es un organismo esencial en esa construcción de igualdad. Encontramos en sus oficinas, en todo el país, agentes que se comprometen con el trabajo por la igualdad y contra la discriminación en la vida cotidiana de todos los grupos vulnerados. Nos preocupa la inexistencia de un espacio institucional que trabaje específicamente para garantizar la igualdad y no discriminación hacia las víctimas de discriminación», sostuvo Flavia Massenzio, presidenta de la Federación.
«Trabajar contra la discriminación en cada provincia y distrito implica generar propuestas de políticas públicas, desarrollar capacitaciones en cada ciudad, intervenir ante situaciones concretas, proponer iniciativas legislativas, brindar información, asesoramiento y contención, entre muchas otras actividades. No se trata solamente de recibir denuncias. Les trabajadores de cada distrito hacen malabares y esfuerzos, incluso más allá de sus funciones, a partir del compromiso personal, para poder -entre pocas personas- realizar todas las tareas que un organismo como este demanda, para brindar respuestas a las personas que son vulneradas en sus derechos, en cada rincón del país», agregaron desde la Federación.
