Por R.G.M.
“Pintura de acción, vestigios de ayer”. Con Caravaggio como su mayor exponente, el tenebrismo es una corriente de la pintura barroca basada en el marcado contraste de luz en un contexto oscuro. Y las canciones de Tus Ojos Relámpago logran transpolar ese efecto visual en sonido, bajo el influjo del post punk y el pop británico de los ochenta. Atestado de melancolía y “vestigios de ayer”, los cuadros compuestos por Franco Ruiz no carecen sin embargo de acción y movimiento. Entre Manuel Moretti, el Palo de Don Cornelio y The Smiths, “Tenebrismo” se muestra como un buen exponente de eso que algunos llaman “happy sad”. Y es que los tiempos acelerados y las guitarras contagiosas contrastan con el existencialismo sombrío de su narrador.
“Abandonemos esta ciudad”, entona Ruiz en “Arenismo” y remite a Moz con el modismo rítmico de la reiteración “calma, calma, calma”. En “Mil cigarrillos”, los teclados cobran protagonismo y se entremezclan con guitarras atresilladas, redo reverberante y un recurso que rompe con el género y lo acerca más al hyperpop: el autotune. Con la participación del ex Siempre Lucrecia, Federico Kempff, tiene lugar la balada midtempo con estribillo más radial del disco: “Tengo espinas de tu piel y no sé quitármelas”. Pero claramente, “Tenebrismo” –disponible en plataformas digitales- le canta a los que nunca escucharon solo lo que pasan en la radio, a un costado de la pista, posiblemente bajo las sombras, viendo el absurdo con desprecio y fascinación.
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«Entre el indie rock, el postpunk y algunas dosis de postrock, el nombre del segundo álbum de Tus Ojos Relámpago, Tenebrismo, surge a partir de la relación estrecha del grupo con la pintura -campea cierta idea de arte total (Bowie es una de las influencias certeras), la poesía de Mario Arteca, Diego García, los filmes de Jarmusch, Fassbinder, Anderson, Tengo miedo torero, Wilco, Lions in Love, Joy Division. Tenebrismo es un juego de luces y sombras, entre el pop y la oposición al gusto cristalizado, pero también es una metáfora de la (densa) realidad, un salvoconducto en tiempos de individualismo a ultranza».
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«El disco fue grabado en El Fuerte, con Sebastián Col como productor, y cuenta con dos colaboraciones platenses: Federico Kempff (en Sombras chinas) y Pablo Ventura (Hielo efímero). Además hubo colaboraciones de Agustín Panizza (guitarra en Pintura de acción) y Pablo Dupuy (armónica en Funiculares). El arte de tapa estuvo a cargo de Pablo Decilio (@bezowiedesignok)».
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«A diferencia del primer álbum, Parasoles (2021), que es más ecléctico -con búsquedas sonoras de distintas épocas (después de Modem, dejé de publicar durante diez años y había mucho material guardado en los cajones)-, Tenebrismo gira sobre un concepto más puntual, entre la vivisección de los Smiths y el pulso nervioso de Tin Machine. Las letras no apuntan tanto a la construcción de la imagen poética como en Parasoles, sino que transmiten cierta melancolía urbana, cierto existencialismo cosmopolita. «El sueño del trapecista es dejarse caer», suelta la letra del tema que abre el disco -Pintura de acción -. Los slides en Arenismo o la psicogeografía madrileña de Mil cigarrillos comparten la atmósfera del disco: nostalgia del futuro».
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«En unos días sale un nuevo simple, Negrofilia (homenaje a Huidobro), y seguir trabajando en Psique, que será nuestro tercer álbum.
Haremos algunas presentaciones en vivo en distintas ciudades, pero no tenemos urgencia por tocar en vivo; sí por continuar echando chorros de pintura al lienzo e ir moldeando una obra, junto a los amigos».
PAUSE||
«Crecí escuchando The Cure y Depeche Mode en el walkman, viendo la catedral de fondo, yendo a ver quién tocaba en El Playón (Siempre Lucrecia, Spleen, Flores Subterráneas, Juana la Loca), así que creo que es un álbum de la noche y el deambular por la ciudad; aunque esa ciudad exista solo en el recuerdo, la materia deja sus huellas».
LADO B
«TOR dialoga con las tendencias actuales, pero desde el margen oscuro de la época. De alguna manera, creo que el disco busca generar en el oyente la construcción de una percepción diferente sobre situaciones cotidianas, que muchas veces aparecen desapercibidas».
