Por Héctor Bernardo
«Estamos en una versión del Virreinato modelo siglo XXI. Queda claro que se trata de funcionarios virreinales, que son sólo empleados de las corporaciones, algo así como los capitanes generales de la época virreinal», sentenciaba, en una entrevista para el libro América Latida, el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema de Justicia de Argentina y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En otra parte de la entrevista, señalaba que «el poder planetario está hoy en manos de grandes corporaciones y conglomerados trasnacionales. Quien no entienda esto no comprende qué pasa en el mundo, ni qué nos pasa a nosotros en la región y en el país».
Aquellas declaraciones de Zaffaroni hacían referencia al entonces Gobierno de Mauricio Macri en Argentina, sin embargo, son totalmente aplicables al actual Gobierno de Javier Milei, en el que todo ello parece haberse potenciado de una manera inimaginable.
El actual mandatario argentino ha dado sobradas muestras de su sumisión a los intereses de las corporaciones multinacionales. Como ejemplos de esa sumisión están el discurso en la Cumbre de Davos, en la que Milei llamó a los líderes de esas corporaciones «héroes», el DNU y la fallida ley ómnibus, armada a la medida de los intereses de esas corporaciones.
Al igual que en la etapa del virreinato, América Latina (y, en este caso, Argentina) vuelve a ser el territorio de explotación y de saqueo para beneficio del poder central, ahora representado por las grandes corporaciones mundiales.
Este vienes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llega a la Argentina en representación de las corporaciones transnacionales que tienen sede en su país y que son el verdadero poder detrás del sillón de la Casa Blanca.
En estas tierras, cual virrey que recibe a una delegación de la Corona, lo espera el presidente Javier Milei. El principal motivo de la visita son los recursos naturales, en especial el litio, un mineral estratégico en la disputa que Estados Unidos tiene con el resto de las potencias, principalmente con China.
En 2017, el almirante Kurt Tidd, entonces jefe del Comando Sur de Estados Unidos, en un informe presentado ante el Senado norteamericano, declaró: «En la última década, China, Rusia e Irán han establecido una mayor presencia en la región. Estos actores globales ven la arena económica, política y de seguridad de América Latina como una oportunidad para alcanzar sus objetivos a largo plazo y así avanzar en áreas de interés que son incompatibles con las nuestras y las de nuestros socios».
En la misma línea, en julio de 2022, la actual jefa del Comando Sur, la generala Laura Richardson, volvió a señalar su preocupación por la influencia de Rusia y China en la región y remarcó el interés de su país en el denominado «Triángulo del litio», en referencia al sector que comparten Argentina, Chile y Bolivia, donde se encuentra este material tan preciado para el desarrollo de las nuevas tecnologías.
«Esta región es tan rica en recursos, minerales de tierras raras, el litio, el triángulo del litio en la región. Hay muchas cosas que esta región tiene que ofrecer. Estoy viendo lo que hacen nuestros competidores [China] y veo en ello una amenaza a la democracia. Creo que están jugando al ajedrez. Rusia también está presente en la región y creo que está jugando a las damas», sostuvo Richardson.
En declaraciones a Contexto, Oscar Laborde, ex embajador argentino en Venezuela, señaló que «la visita del secretario de Estado, Antony Blinken, nos tiene que preocupar a los argentinos, sobre todo por el anfitrión. El presidente Javier Milei ha demostrado una incondicional predisposición a hacer todo lo que quiera Estados Unidos. Incondicional porque no recibimos nada a cambio, el FMI sigue tan duro como siempre y el comercio bilateral no tiene ningún aliciente».
«Esta visita viene precedida de varias acciones muy graves en política exterior por parte del Gobierno argentino que demuestran ese alineamiento: la no aceptación de Argentina a la invitación a integrar el BRICS (es incomprensible que un país que es elegido entre todos los que quieren integrar ese espacio rechace ese ingreso perdiéndose la posibilidad de disponer de los préstamos que puede hacer el Banco del BRICS), el hecho de haber invitado a la asunción presidencial al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que está en guerra con Rusia, y haberle obsequiado dos helicópteros; la visita del canciller británico, David Cameron, a Malvinas y, como respuesta, solamente una ironía de la canciller argentina, Diana Mondino, sin plantear seriamente todo lo que ello significa; la intención de trasladar la embajada argentina en Israel a Jerusalén, etc.», enumeró Laborde.
El exembajador aseguró que «Milei colaborará en esta intención que tiene el Gobierno de Estados Unidos de apropiarse de los recursos naturales de Argentina». «Sin bien hay una inhibición, porque el manejo de los recursos naturales les pertenece a las provincias, seguramente el presidente Milei le ofrecerá alternativas para que le quede disponible ese litio», explicó Laborde, y luego concluyó que «cualquier acuerdo que se haga en el sentido que pretende Blinken nos va a condicionar por muchísimo tiempo».
En un artículo en el diario Página/12, Daniel Kersffeld señaló que «desde Washington el interés prioritario (aunque no exclusivo) en los minerales de origen local está centrado en el litio, recurso clave para la construcción de baterías para motores eléctricos. En 2023 Argentina extrajo casi 33 mil toneladas de litio carbonatado, siendo el cuarto productor mundial detrás de Australia, Chile y China».
En otra parte de su artículo, Kersffeld destaca que las empresa que hoy explotan el litio en Argentina son Arcadium Lithium, con capitales de Estados Unidos y Australia, y otras corporaciones de la misma procedencia como Lake Resources, Lilac Solutions y Albemarle, además de empresas canadienses, británicas y holandesas, y que «sin embargo, hoy el mercado del litio en Argentina está permeado por recursos de origen chino en siete emprendimientos, en los que se destaca la empresa Jiangxi Ganfeng Lithium Co. En tanto que la exportación del litio argentino también está mayormente orientada hacia China, en un mercado que hasta 2021 estaba más diversificado y era liderado por Estados Unidos, reducido en la actualidad a un comprador de cuarto nivel».
En 2022, durante una intervención en el Congreso argentino, la entonces vicepresidenta, Cristina Fernández, señaló: «Es un desafío muy grande el que tenemos como militantes políticos del campo nacional y popular, saltar sobre lo que quieren instalar ellos y, entonces, poder explicarle al conjunto de la sociedad hacia dónde van y hacia dónde vienen las etapas históricas geopolíticas que vienen. Cuando todos nos ponemos contentos porque tenemos alimentos, energía y litio… no nos pongamos contentos solamente, pongámonos atentos, además, porque se lo van a querer llevar sin darnos nada. Esto es lo que hay que mirar. Vienen por esto […] Estamos en una etapa civilizatoria con una disputa geopolítica sin precedentes».