Por Roberto Álvarez Mur
El parque de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata se convirtió en una clase de filosofía a cielo abierto: Darío Sztajnzrajber aterrizó con su ciclo Mentira la verdad para decenas de estudiantes a plena luz del día. “Decidimos en esta temporada grabar los capítulos en la calle, haciendo clases participativas tratando de que no sean siempre en la Capital Federal, un poco por tiempo y presupuesto. Sabemos cómo llega el programa en La Plata, así que estamos muy contentos. Hoy hubo mucha convocatoria”. Sztajnzrajber dialogó con Contexto y brindó su perspectiva del escenario político y social actual, donde reivindicó el legado de la última década y se mostró con reservas respecto del resultado electoral.
– Tus programas tienen una fuerte convocatoria, y eso se demostró en la concurrencia de hoy. ¿A qué creés que se debe ese acercamiento tan fuerte entre un público amplio y la filosofía?
– Creo que es fruto de toda una política cultural que se sostuvo en los últimos diez años, donde hubo una vocación de hacer de la divulgación de los saberes una política de Estado. Creo que eso fue construyendo la posibilidad de que muchísima ciudadanía se acercase a lugares un tanto insólitos como el conocimiento científico y los saberes académicos y encontrarles tanto un cierto gusto, como también elementos emancipadores para la propia vida. Esta idea de apropiar los saberes para que no estén tan sólo enclaustrados en las instituciones, sino que nos sean útiles para pensarnos y repensarnos a nosotros mismos.
“NO CREO EN LOS CONCEPTOS UNILINEALES, CREO QUE HABRÍA QUE VER CASO POR CASO. EL MAPA ES MUY DISTINTO EN CADA PROVINCIA. CREO QUE DESDE HACE RATO LA POLÍTICA SE ha VUELTO ALGO BASTANTE MULTIPOLAR.”
– Teniendo en cuenta esas conquistas desde lo político, ¿qué lectura harías del resultado de las elecciones, donde el candidato se mostró tan diametralmente opuesto a ese modelo político y cultural?
– Yo respeto mucho la soberanía popular de las mayorías. Si hay una mayoría que vota de un modo, habrá que analizar no de una manera rápida los motivos por los cuales un modelo de país termina imponiéndose sobre el otro. A veces los votos tienen que ver con situaciones bastante particulares, a veces apoyan un modelo de país, a veces son votos que van en contra de gestiones que tienen muchos años. Calculo que a lo largo de estos meses se podrá hacer un análisis quizás más exhaustivo de cuáles fueron las motivaciones que llevaron a ganar a un candidato como (Mauricio) Macri sobre (Daniel) Scioli. No creo en los conceptos unilineales, creo que habría que ver caso por caso. El mapa es muy distinto en cada provincia. Creo que desde hace rato la política se ha vuelto algo bastante multipolar, con combinaciones que no remiten al viejo bipartidismo. Creo que ahora es el revés, ahora se vota a los candidatos locales, y en función de ellos, a los nacionales. Creo que por allí podríamos empezar a analizar las variables de los resultados.
“LA EXPERIENCIA DE LOS ÚLTIMOS DÍAS EN RELACIÓN A LA CAMPAÑA MUESTRA QUE HAY UNA REPOLITIZACIÓN DE CIERTOS SECTORES DE LA SOCIEDAD, QUE CREO QUE ES EL GRAN LEGADO DE LA ÚLTIMA DÉCADA. GANE O PIERDA UN PROYECTO, SI LO QUE DEJA ES MUCHOS SECTORES REPOLITIZADOS, SIEMPRE VA A SER COPADO.”
– En los últimos días se generó una fuerte movilización por parte de la sociedad civil en campaña por Scioli, a punto tal de generar un resultado de pocos puntos de diferencia. ¿Existe ahí un paradigma cultural y filosófico logrado que motivó el accionar de la gente?
– Evidentemente, la experiencia de los últimos días en relación a la campaña muestra que hay una repolitización de ciertos sectores de la sociedad, que creo que es el gran legado de la última década. Gane o pierda un proyecto, si lo que deja es muchos sectores repolitizados, siempre va a ser copado eso. La política puede observarse desde muchas formas, pero una repolitización que indique lo más noble de la política creo que es un éxito. Y eso va más allá de que ganes o pierdas una elección.
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