El Gobierno nacional no realizará la compra anual de los libros escolares destinados a primarias, secundarias y jardines de infantes de todo el país que estaba prevista para todo el ciclo lectivo 2024. Se trata de 14 millones de libros dentro del programa «Libros para Aprender», iniciativa de la anterior gestión, de Jaime Perczyk.
El secretario de Educación, Carlos Torrendell, había mostrado interés en darle continuidad al programa, aunque finalmente el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, decidió retirarse y delegar la compra en las provincias que estén interesadas en adquirir los ejemplares.
Por caso, en el Gobierno de Alberto Fernández, la provincia de Buenos Aires recibió 8 millones de libros, entregados directamente a los estudiantes y de «enorme utilidad», dijo el secretario general de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, al diario La Nación.
Sin embargo, la compra por parte de las provincias para futuros reintegros de Nación genera desconfianza en los distritos, dado el reciente antecedente de Milei de recortarles distintas partidas; por ejemplo, el Fondo de Incentivo Docente (FONID), que representa entre el 12 y el 15 % de los salarios.
La Administración libertaria argumentó que no se realizó dicha compra porque el procedimiento con las editoriales «estaba muy demorado» y no iban a llegar al mismo tiempo que el inicio de clases. Asimismo, el Gobierno se amparó en la supuesta «falta de transparencia» del programa y decidió directamente cortar el presupuesto.
Desde el Ministerio de Capital Humano también adujeron que los costos de la distribución eran elevados y aseguraron que en años anteriores «los libros llegaron de forma azarosa a las escuelas, sin contemplar su diseño curricular».
Hasta 2023, el programa fue comandado por Nación, pero cada una de las provincias seleccionaba los textos de acuerdo con su plan de estudios, se abrían las condiciones para que las editoriales propusieran los títulos y, por último, una comisión nacional revisaba las propuestas y realizaba una primera selección.
Los materiales tenían el nombre y le pertenecían al alumno, por lo que también servían para el aprendizaje en las casas.
Por el momento no se firmó ningún convenio con las provincias y está en duda la continuidad del programa.
El nuevo recorte del Gobierno generó rechazos en dirigentes de la oposición y el gremialismo. El ex ministro de Educación (2003-2007) y de Ciencia y Tecnología (2021-2023), Daniel Filmus, dijo que es «inconcebible» la suspensión de los libros. «La distribución de libros por parte del Gobierno nacional es una de las principales herramientas para mejorar la calidad educativa. y asegurar que los alumnos aprendan con el material pedagógico adecuado. Es inconcebible que se haya suspendido esta compra», escribió en la red social X.
Por su parte, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, de extracción docente, cuestionó que «el Gobierno tiene plata para comprar aviones de combate pero no tiene para garantizar libros». Y remató: «Está claro que el objetivo es destruir la educación pública».