En un contexto de ajuste, inflación sin freno, liberalización de precios y paritarias a la baja, la pobreza en Argentina entre enero y marzo de 2024 sumó a 3,2 millones de personas. Se trata de más de un millón de nuevos pobres por mes durante el primer trimestre gobernado íntegramente por la Administración libertaria de Javier Milei.
Un estudio de la Universidad Di Tella mostró que la tasa de pobreza fue del 48,3 % para el semestre octubre-marzo. «La incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 44,9 % para el cuarto trimestre de 2023 y 51,8 % para el primer trimestre de 2024», sostuvo el informe.
El estudio estima la incidencia de la pobreza, medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral. Se actualiza todos los meses y la estimación está basada en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC junto a proyecciones de la canasta básica total (CBT) utilizando el índice de precios al consumidor (IPC).
Si se tiene en cuenta una proyección de la población total, es decir, incluyendo zonas no urbanas, rurales y de baja densidad demográfica, la pobreza llegaría a unos 22,6 millones de personas sobre un total de 46,8 millones. Ese número implica un fuerte salto respecto a los 19,4 millones en los que había finalizado el 2023, según los últimos datos oficiales del INDEC.
El año pasado la pobreza subió y el 41,7 % de la población no logró cubrir los gastos de la canasta básica, según el INDEC. Al mismo tiempo, la tasa de indigencia, referida a quienes no tienen cubiertas sus necesidades alimentarias, llegó hasta 11,9 %, es decir, unos 5,5 millones de personas.
El deterioro de la economía y el avance de la inflación que erosionó el poder de compra de los salarios a lo largo del año pasado, gobernado casi en su totalidad por Alberto Fernández, provocó un avance de los números de pobreza. Un año atrás, un 39,2 % de las personas era considerada pobre en la Argentina y un 8,1 %, indigente. Hace seis meses, esas cifras ya habían subido hasta 40,1 % y 9,3 %. En definitiva, el avance de la indigencia fue más rápido: de un año a otro la pobreza creció 2,5 puntos porcentuales y la indigencia, 3,8 puntos.
Las distintas regiones del país muestran realidades diversas. El conglomerado urbano con el número más alto de pobreza es el Gran Resistencia (Chaco), con 65,2 %; le siguen Concordia, Entre Ríos (56,2 %); Santiago del Estero-La Banda (53,2 %); La Rioja (51,6 %); Gran Santa Fe (48,9 %); Formosa (46,9 %); San Nicolás-Villa Constitución (46,7 %); Rawson-Trelew (46 %) y el conurbano bonaerense (45,5 %).
Más allá de la crisis económica del año pasado, sobre el cierre del 2023 hubo un impacto adicional en las condiciones de vida de la población por las primeras medidas del Gobierno de Javier Milei, que devaluó el tipo de cambio y liberó precios reprimidos. Esto impactó de lleno en la inflación de diciembre, que fue de 25,5 %. Este proceso de deterioro provocó una caída real del salario (en un solo mes) de 11,5 % para los trabajadores del sector privado y de casi 16 % para los públicos, según estimaciones de la CTA Autónoma con base en datos oficiales.