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Las partes y el todo

Por Lautaro Bravo

El estado de fragmentación política en la Argentina actual se expresa en varias puntas. Al centro gravitacional que encarna el presidente Milei y su fuerza política de apenas dos años de vida democrática lo circundan las corrientes peronistas inmiscuidas en un proceso de discusión interna inocultable, los radicalismos que se mantienen en la renuncia a conducir el conjunto, el PRO con una conducción desdibujada entre Mauricio Macri y la ministra Bullrich, la izquierda tradicional que hasta ahora nunca pudo elaborar una propuesta mayoritaria y fuerzas minoritarias pero con resonancia en la opinión pública, como la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Hablamos de un escenario que nos remite al inicio del siglo que corre cuando la crisis de la convertibilidad y el modelo de endeudamiento más privatizaciones hizo estallar por el aire un sistema político gastado por la pauperización de las grandes mayorías. Sobre ese fondo se recorta la crisis de legitimidad que, entre otros factores, llevó al panelista Milei al sillón de Rivadavia.

En Política y tragedia, Eduardo Rinesi retoma la obra de Maquiavelo para plantear que siempre «es posible fracasar» en las decisiones políticas, aun cuando sean realizadas «con la mayor sagacidad y la máxima energía». Virtud y fortuna son las dos variables determinantes para lo que llama «la tragedia de la acción política». El despliegue de estrategias políticas siempre estará determinado en alguna instancia por los avatares de la fortuna porque «siempre queda algo que resiste, o que, por lo menos, puede resistir […] a la acción virtuosa del sujeto».

En la búsqueda de un denominador común a este escenario de fragmentación, ante el repertorio de virtudes variopintas, asoma detrás de cada actor particular la incertidumbre sobre el futuro inmediato. Los designios de la fortuna alimentan las ansiedades de una sociedad inflamable, sin margen para chantas ni nuevas desilusiones.

Todos los ajustes, el ajuste

Milei conduce el proceso económico desde la presidencia de la nación argentina montado sobre una recesión que empeora mes a mes los indicadores de la actividad económica. El informe de marzo sobre utilización de la capacidad instalada en la industria, del INDEC, muestra una caída general de 13,9 % respecto a marzo de 2023.

De las doce actividades relevadas, ocho se encuentran por debajo del 53,4 % promedio y ninguna supera la cantidad de máquinas usadas para la producción de bienes durante el último año de gobierno del Frente de Todos. Mirando por sector, industrias metálicas básicas y la industria automotriz son las más afectadas por el rumbo económico elegido por La Libertad Avanza para el país, con una caída de 27 y 21 puntos respectivamente en comparación con marzo de 2023.

El promocionado «pacto de mayo», recalibrado a junio o julio según declaraciones a la prensa del propio Milei al finalizar el acto por la colocación de un busto del expresidente Menem, empalidece con el derrotero de la ley Bases en la Cámara de Senadores. El proyecto que «representa una reforma constitucional encubierta», según el abogado constitucionalista pampeano Andrés Gil Domínguez, difícilmente sea sancionado tal como llegó desde la cámara de origen. Mientras desde la UIA piden modificaciones al RIGI para incluir en los privilegios que legisla inversión menor a los 200 millones de dólares, monto mínimo establecido por el artículo 170 del proyecto de ley.

El choque de una formación del Tren Sarmiento a la altura de Palermo, que recorre el tramo comprendido entre Retiro y Pilar, con una locomotora y un furgón, tiene relación directa con la política de ajuste desplegada. En los primeros cuatro meses de 2024, las transferencias del Tesoro nacional a las empresas ferroviarias se recortaron un 60 %, respecto a igual mes de 2023, según un relevamiento de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia al que accedió la periodista Mariel Fitz Patrick para Infobae.

Mientras se realizan los peritajes y la investigación sobre las causas del accidente, vale recordar que el 8 de abril una de los 101 trabajadores despedidos de empresas ferroviarias alertó sobre las consecuencias de los despidos en el sector. La trabajadora prestaba funciones en la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado y dijo a la señal de noticias C5N: «Esto es un vaciamiento al funcionamiento del tren. Acá son todos, la mayoría, el 90 % son profesionales». Y remarcó que «es muy importante que se entienda que esto es muy peligroso, se mantiene el tren con esto y el tren traslada a millones de personas».

Todos los peronismos, el peronismo

El realineamiento de los peronismos en el ciclo vigente, hegemonizado por el discurso libertario y el magnetismo del presidente Milei, es, sin embargo, una moneda en el aire. Si el gran derrotado de las elecciones presidenciales de 2023 fue la coalición comprendida en la marca Juntos por el Cambio, la experiencia de gobierno del Frente de Todos, luego Unión por la Patria, envió al peronismo a la búsqueda de una conducción que vuelva a ponerlo en carrera para la contienda electoral de 2025.

A través el prisma de la derrota electoral, las distintas corrientes y organizaciones que conforman el peronismo (políticas, sindicales, sociales) se encuentran en un proceso de disputa interna que por primera vez en dos décadas desconoce una conducción unívoca por parte de la expresidenta Cristina Fernández y su organización más leal, La Cámpora.

La convocatoria a elecciones internas del Partido Justicialista de Buenos Aires por parte de su actual presidente, Máximo Kirchner, para el 17 de noviembre confirma en la superficie la discusión que atraviesa al espacio de poder por antonomasia de la política argentina. Como recordó el periodista Facundo Cottet en el programa Fuera de Tiempo, de Radio con Vos, Máximo Kirchner tiene mandato hasta diciembre de 2025.

El alineamiento de la fecha para las elecciones partidarias nacionales con la bonaerense es indicio de la centralidad que tiene Buenos Aires para cualquier dispositivo político que tenga al peronismo como columna vertebral. Y del kirchnerismo dentro del peronismo, entendido en este ciclo como Cristina y La Cámpora. Ladren lo que ladren los demás.

El sábado Kicillof cerrará un plenario en el Polideportivo Thevenet de Florencio Varela, motorizado por sectores del peronismo que buscan que el gobernador bonaerense asuma la conducción del movimiento. Salvo por la discusión interna entre el último ministro de Economía nacional del Frente para la Victoria y el líder de la organización mayoritaria del peronismo, resulta extraño pensar en una confrontación entre Axel y Cristina.

Los movimientos del gobernador bonaerense más allá de las fronteras provinciales parecen recrear en otra escala y en otro contexto la estrategia electoral que lo llevó a la Casa de Gobierno en 2019. La entrevista de tapa para la revista Forbes en noviembre de 2018, la reunión con la Sociedad Rural de Bragado y con los representantes del FMI en febrero de 2019 son un antecedente de trascender las fronteras políticas de cara a la reconciliación con sectores refractarios al kirchnerismo. Las decisiones del entonces candidato a gobernador fueron bajo la conducción política de Cristina.

En lo que va del gobierno libertario, Kicillof rubricó dos acuerdos con gobernadores de opuesto signo político, ante el repliegue del Estado nacional. El acuerdo de cooperación en seguridad con Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y de cooperación en salud con Ignacio Torres (Chubut) son una novedad. Por el estado de situación interna, resta saber si es una decisión elaborada en conjunto con CFK.

En una entrevista al programa de YouTube Industria Nacional, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, expresó que su mayor vocación es la democratización del peronismo. Los movimientos internos apenas esbozados en estas líneas dan cuenta de que esa voluntad se ha vuelto lo suficientemente mayoritaria como para imponerse en la agenda de los peronismos. El llamado a elecciones por parte de Máximo Kirchner fue elogiado por De Vido, quien no ahorró críticas por la dificultad de los afiliados para participar de la vida interna del partido. Y, sin dejar de mencionar sus diferencias con Cristina, puso en evidencia algo más que evidente para todos los interesados en el debate abierto al interior del peronismo: si ella decide participar de la elección interna, es muy probable que haya lista de unidad. La impugnación al «dedo» como método de confección de listas perdería fuerza.

En un ensayo sobre el cuento de Julio Cortázar que da título a esta columna, el español Manuel Benavídez observa que en el relato, amor y fuego se refuerzan simbólicamente como armas contra un elemento común: el tiempo. Observa Benavídez que «el tiempo ha sido desmentido, abolido, triturado entre dos historias paralelas, cuya alternancia en la narración se acelera, se adelgaza hasta fundirse en una sola».

En la política argentina, el tiempo como escollo a superar resuena en la tradición peronista sin confusiones. «Hay que tener en cuenta que el hombre no vence al tiempo, el único que puede vencer al tiempo es la organización», dijo Juan Perón a Pino Solanas en el documental Perón. Actualización política y doctrinaria para la toma del poder.

Sin lugar a dudas, La Cámpora se ha construido como una organización que promueve cuadros técnicos y políticos formados para desempeñar diferentes roles en el Estado, intendentes, concejales, diputados. Tampoco caben dudas de que el movimiento peronista y, más allá de las fronteras identitarias, el movimiento nacional y popular desbordan los límites de cualquier organización particular.

La pregunta que sobrevuela es qué rol decidirá asumir la última conductora del peronismo en vigencia. Sus apariciones públicas de los últimos días confirman que las versiones de su retiro solo existen en la fantasía de algunos pocos, tanto como que la discusión interna es real.


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