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El Gobierno oficializó el cierre del INADI y denunció que importaba «agendas contrarias a los intereses de los argentinos»

A través del Boletín Oficial, el Gobierno de Javier Milei formalizó la disolución del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), creado hace casi treinta años. La medida es la estocada final luego de los masivos despidos. Ahora, las políticas contra la discriminación quedarán a cargo del Ministerio de Justicia.

«Faltaba su muerte administrativa: el INADI deja de existir para siempre», fue la frase que utilizó el vocero presidencial, Manuel Adorni, para anunciar el inminente decreto que se conocería este martes para dar disolución al INADI.

La medida, anunciada en reiteradas oportunidades por el Gobierno nacional, que se dedicó en estos meses a desmantelar el Instituto y a despedir a prácticamente todo su personal, fue el primer decreto con la firma del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien lo celebró en Twitter y endilgó al kirchnerismo del «dispendio, descontrol e hipocresía» del organismo.

Además de la disolución, el decreto transfiere «la totalidad de los recursos materiales y financieros del Instituto al Ministerio de Justicia», que desde ahora «tendrá a su cargo la elaboración y puesta en ejecución de las políticas nacionales para combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo».

Esta cartera, conducida por el ministro Cuneo Libarona, destacó hoy en un comunicado que el INADI «era un organismo que se utilizó para importar agendas que son contrarias a los intereses de los argentinos».

El comunicado de Justicia resalta que hubo «una primera etapa de saneamiento» en la que se despidió a «más del 50% de los empleados y se cerraron todas dependencias» a lo largo del país. Ahora, «en esta segunda y última etapa se desvincularon a los empleados restantes».

La cartera de Cuneo Libarona señaló finalmente que cualquier denuncia por discriminación debe hacerse a la Justicia y no «ante un organismo del Poder Ejecutivo con sesgos ideológicos y politizados que requiere el financiamiento de más empleados, oficinas y recursos superpuestos».

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