Durante un acto en el Senado en ocasión del Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, la vicepresidenta Victoria Villarruel volvió a la carga en su defensa de represores y pedido de juzgamiento a las organizaciones de militantes de los setenta. Con su habitual postura negacionista del terrorismo de Estado, desconoció el plan sistemático de secuestro, tortura, desaparición y muerte de personas durante la última dictadura cívico-militar y remarcó su agenda en favor de la impunidad.
«Reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la Justicia la que haga lo que debió hacer hace más de veinte años», lanzó Villarruel, y agregó: «Todos los Montoneros tienen que estar presos por ensangrentar nuestra nación». Así, busca cumplir un viejo deseo de los represores juzgados por delitos de lesa humanidad desde 2006.
De esta manera, también omitió el escándalo por la visita de seis diputados a los genocidas que están presos en el penal de Ezeiza, situación que le generó rispideces con el entorno del presidente Javier Milei.
Tras el acto que Villarruel compartió con familiares y allegados de represores condenados, organismos de derechos humanos le respondieron denunciando que nuevamente reivindicó el terrorismo de Estado. «A 40 años de la recuperación e la democracia, no podemos permitir que en nombre de la representación del pueblo y en una institución como el Senado de la Nación se niegue lo que la justicia juzgó y condenó: los crímenes de lesa humanidad», subrayó la Red Nacional de H.I.J.O.S.
«Las hijas y los hijos de todo el país denunciamos esta acción ilegítima que vulnera los principios democráticos, atenta contra los Derechos Humanos y violenta la construcción de la Memoria, la Verdad y la Justicia», amplió.
Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) sostuvo que «el Poder Ejecutivo y el Legislativo no pueden abrir ni reabrir causas judiciales», porque «los delitos cometidos por las organizaciones armadas que no fueron juzgados en su momento, no pueden serlo ahora porque están prescriptos».
«Los únicos delitos que no prescriben son los de lesa humanidad o contra la humanidad», prosiguió. «Crímenes de tal magnitud que la humanidad decidió exhibirlos, juzgarlos y no repetirlos, como los del nazismo o de la última dictadura».
En ese sentido, señaló que «el mensaje de la vicepresidenta es político» y «oculta que ella no puede hacer lo que anuncia e intenta presionar para torcer la jurisprudencia».
Vale aclarar que son delitos de lesa humanidad cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático a la población civil por parte de un Estado o con acuerdo estatal o de organizaciones que tengan control territorial y funcionen como un Estado.
«Cuando se planteó que las acciones de las organizaciones fueran imprescriptibles, los tribunales dijeron que no porque no tienen estas características. Esta jurisprudencia es nacional e internacional», concluyó el CELS.
