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Tehuel de la Torre: un fallo histórico en tiempos necesarios

Este viernes, Ramos, acusado de desaparición y muerte en el caso del joven trans, fue condenado a perpetua. En tiempos donde el Gobierno arremete contra la diversidad, la Justicia tomó otro rumbo: reconoció que se trató de un crimen de odio y remarcó en su fallo la importancia de políticas hacia la comunidad LGBTIQ+.

El Tribunal Oral N° 2 de La Plata decidió condenar este viernes a la máxima pena a Luis Alberto Ramos por la desaparición y muerte de Tehuel de la Torre, ocurrida en julio de 2021. En sus argumentos, la Justicia reconoció el caso como un «crimen de odio a la identidad de género», un hecho que marca precedente en Argentina al ser la primera vez que un caso de una persona de masculinidad trans llega a esta instancia.

El tribunal, compuesto por Claudio Joaquín Bernard, Silvia Hoerr y Ramiro Fernández Lorenzo, indicó que Ramos «no solo le quitó la vida a Tehuel motivado por el odio a su identidad de género, sino que quiso desaparecer lo único tangible que queda de un ser humano cuando muere, impidiendo que sus seres queridos puedan tener su cuerpo para despedirlo».

El Tribunal resolvió condenar a Ramos «a la pena de reclusión perpetua, accesorias legales y costas, por encontrarlo coautor penalmente responsable del delito de homicidio calificado». Asimismo, ordenó al Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires la «creación de un protocolo específico de búsqueda de personas LGBTIQ+ desaparecidas, con enfoque de diversidad sexual y de géneros» y la declaración «de emergencia social en violencia por prejuicios hacia las personas travesti trans a los fines pertinentes».

«Es un alivio para mí y también para mi hijo, que va a descansar un poco en paz», dijo Norma Nahuelcurá, mamá de Tehuel, a Contexto fuera de los Tribunales, una vez culminado el juicio a donde un centenar de personas se acercaron acompañarla a pesar de la lluvia.

Norma recordó que aún queda un juicio pendiente hacia el otro acusado, Oscar Montes (quien aguarda un juicio por jurado). «Voy a seguir luchando para que se haga pronto y para que se haga justicia. Quiero que Montes acompañe a Ramos, él también tiene mucho que ver en esto», agregó.

Un fallo que trae más que justicia

La misma semana que el Gobierno nacional decide arremeter contra la diversidad sexual, mediante los mensajes homolesbotransodiantes de parte del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, el Poder Judicial toma otro rumbo y reconoce en su fallo el odio por razones de género hacia un hombre trans, al tiempo que insta al Estado a profundizar las políticas hacia la comunidad LGBTIQ+.

«Se hizo justicia. Se tuvo en consideración el crimen de odio. En nuestro marco legal y en los tratados internacionales, por lo que tanto lucharon desde el colectivo de la diversidad sexual, mientras que tenemos un ministro de Justicia y un presidente que se aparta de lo que es la ley. Esta es la prueba de que la Constitución, las leyes y los tratados están vigentes en Argentina y garantizan justicia», dijo a Contexto Estela Díaz, ministra bonaerense de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, que acompañó el juicio.

Cristian González, uno de los abogados de la querella, remarcó en tanto que se trata de «un fallo histórico» que viene también «a marcar un poco la sociedad en la que vivimos. Las diversidades están, existen, el odio está y hay que llamarlo por su nombre».

«Empezar a hablar de transhomicidio es llamar a las cosas por su nombre. Es histórico y marca un poco también la perspectiva de género que se hace presente en la Justicia», agregó el abogado.

Por su parte, Paulo Kyriakos, referente de La Cámpora Diversidad, que también acompañó el juicio, resaltó el valor del fallo en el actual contexto. «Es fundamental una sentencia de este tipo. Primero, porque marca precedente al ser la primera vez en la Republica Argentina que hay una sentencia por el travesticidio de una masculinidad trans. Pero además viniendo también de los discursos de odio de Adorni, el Gobierno de Milei-Villarruel, el triple lesbicidio de Barracas y sumado a los dichos de esta semana del ministro de Justicia», resaltó en diálogo con Contexto.

«Es la oportunidad que tiene este tribunal para hacer historia y para marcar que estas causas no son una causa más, sino que realmente necesitamos justicia para seguir construyendo identidades LGBTINB+ con derechos, con oportunidades y con ciudadanías similares a las heterosexuales», indicó, previo a conocerse el fallo.

El juicio

En un crimen en el que nunca se encontró el cuerpo y en un juicio en el que el acusado decidió no declarar, las pruebas que dieron como culpable a Ramos son las halladas en su domicilio: una mancha de sangre que coincide en el ADN de Tehuel, pedazos de una tela muy similar a la campera que tenía el joven trans al momento de desaparecer y restos de un celular incinerado que coincide también con el de Tehuel.

A esto se le suma un cruce de llamadas y una foto que ubican al joven en el lugar, y los antecedentes y el perfil del acusado, construido no solo por peritos psicológicos, sino también por su expareja, que dan cuenta de una persona violenta, con constantes golpizas a ella durante su vínculo, y homoodiante.

Tehuel de la Torre desapareció el 11 de marzo de 2021. Tenía por entonces 21 años, vivía en San Vicente, junto con Michelle, su novia y su hijo, y se mantenían con las changas que él conseguía. «No lo querían tomar porque era un chico trans», explicó Michelle sobre los rechazos constantes en trabajos con los que se topaba el joven, una realidad que persiste en la comunidad trans. Es en este marco que fue a Alejandro Korn, a la casa de Ramos, quien solía proponerle algún trabajo, y esta vez fue bajo la promesa de un puesto como mesero en un evento, que nunca se realizó.

Según se pudo reconstruir en el juicio, cerca de las 20 hs Tehuel se encontraba ya en la vivienda de Ramos, junto a Oscar Montes (el otro acusado que enfrentará un juicio por jurados aún sin fecha). Una selfie y un video los ubica a los tres en el lugar, el último registro de Tehuel. Al otro día, según el peritaje, su celular tomó señal cerca de esa casa, pero del joven no se supo más nada.

Los alegatos

En los alegatos, desarrollados a finales de julio, la fiscalía, encabezada por Juan Pablo Caniggia, aseguró que tanto Ramos como Montes «causaron intencionalmente la muerte de Tehuel». Si bien detalló que no se sabe cómo, no hay dudas «que el imputado ha sido uno de los autores», y destacó los testimonios que pintan a Ramos como una persona violenta, homodiante, que no respetaba la identidad del joven, que tenían una relación de poder y de asimetría. «Como dijo ayer un perito, Tehuel fue víctima de la cisnorma. Estaba luchando por ser reconocido, y quedó expuesto a lobos donde se le fue la vida», sostuvo.

En este marco, pidió la perpetua para el acusado, por homicidio «en atención a la metodología y ocultamiento de cuerpo, como coautor del delito de homicidio agravado por odio a la identidad de género». «Esta condena ojalá no solo vaya a a traer justicia a Tehuel y su familia, sino que dará un mensaje claro a la sociedad de que no se va a tolerar violencia hacia travestis y trans», cerró.

Desde la querella señalaron que Ramos fue quien asesinó al joven, encontrando «confluencia de todo el odio que tenía», por lo que pidieron la «reclusión perpetua» y el agravante por el crimen de odio. Asimismo, al igual que la fiscalía, pidieron que se establezca un protocolo de búsqueda para personas LGBTQ+, y reclamaron que se cumpla el cupo laboral travesti-trans.


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