La Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), surgida en 1992 para enfrentar al sindicalismo que estaba alineado con el menemismo en la CGT, se dividió en dos vertientes en 2010 por sus distintas posiciones frente al Gobierno kirchnerista: la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma. Ahora avanzan en un plan de unificación para enfrentar de forma más consistente las políticas de ajuste de la gestión libertaria de Javier Milei.
Los secretarios generales de ambas CTA, Hugo Yasky y Hugo Godoy, confirmaron que el próximo martes habrá un plenario conjunto en el que se dará el puntapié para el proceso de reunificación. En esa actividad podrían convocar a una medida de fuerza que presione a la CGT para llamar al tercer paro general contra Milei, apuntaron fuentes gremiales.
En una entrevista a la radio AM 530 que dieron juntos ambos dirigentes, el docente Yasky dijo que «las CTA formamos parte de una misma vertiente, incluso cuando dentro de la CGT en los 90 intentamos dar los debates y definimos salir de la CGT porque nos soltaron la mano quienes decidieron en ese momento acordar con Menem». Y agregó: «De ahí es que surge la CTA, y es volver a reconstituir ese núcleo, con la convicción de que el movimiento sindical debe estar en la calle y no debe soltar la mano a nadie».
Por su parte, Godoy detalló: «Estamos en un proceso muy rico, por dos razones: primero porque es evidente el fraccionamiento que existe en la sociedad argentina, y es una estrategia del poder efectivizarlo también en la clase trabajadora». Y prosiguió: «Este progresivo descarte del sistema de millones de trabajadores y trabajadoras desde los 90 hasta aquí, nosotros lo vimos a principio de la década del 90. En ese entonces definimos construir un nuevo modelo sindical que contenga a los millones de trabajadores que el modelo neoliberal descarta y nosotros no podemos negar como parte de la clase», planteó el dirigente de extensa trayectoria en ATE.
El gremio estatal de ATE y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) son las dos agrupaciones más poderosas e influyentes con las que cuenta hoy la CTA. Además, Yasky y Godoy buscan sumar en esta nueva etapa a la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), a cargo de Alejandro Gramajo, un dirigente cercano a Juan Grabois.
Por el momento, las dos centrales mantendrán sus nombres porque la reunificación demanda complejas cuestiones administrativas. Pero el objetivo es retomar la vieja CTA, que quedó archivada en 2010. En ese entonces, tras las escandalosas elecciones por la sucesión de De Gennaro al frente de la CTA, la CTA-T de Yasky se mantuvo oficialista ante el Gobierno de Cristina Kirchner, mientras que del otro lado estuvo la CTA-A, a cargo del estatal Pablo Micheli.
«La idea es empezar a sesionar juntos. El martes que viene vamos a tener la primera reunión de las dos mesas de conducción nacional, donde saldrán definiciones y acciones que vamos a dar a conocer; y la idea es profundizar el proceso de unidad. La intención es conseguir la unificación», dijo Yasky.
Plenario conjunto en la provincia de Buenos Aires
Este miércoles las dos CTA de la provincia de Buenos Aires realizaron un plenario conjunto de secretarios generales y adjuntos. El encuentro reunió a más de dos centenares de dirigentes sindicales y sociales de todas las regionales bonaerenses.
La asamblea fue presidida por los secretarios generales de la CTA-A y de la CTA-T, Oscar de Isasi y Roberto Baradel, respectivamente. También estuvieron en esa mesa Yasky y Godoy; el ministro de trabajo de la provincia de Buenos Aires, Walter Correa; y la ministra de Mujeres provincial, Estela Díaz.
Allí se pronunciaron contra el DNU 70/23, las «políticas de hambre» de Milei y la baja de la edad de imputabilidad, y en defensa de la educación pública.
