Por Héctor Bernardo
Por 32° años consecutivos, los países reunidos en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votaron de forma contundente para que se ponga fin al bloqueo comercial, económico y financiero que Estados Unidos le impuso a Cuba de manera arbitraria, ilegal e ilegítima.
En esta ocasión, de los 190 países que se encontraban reunidos, 187 votaron a favor de poner fin al bloqueo, uno se abstuvo (Moldavia) y solo dos votaron en contra (Estados Unidos e Israel).
Argentina, en un gesto de coherencia inesperada con lo que ha sido su tradición en política internacional, se sumó al concierto de países que votaron a favor de la resolución presentada por Cuba. La coherencia duró poco. Horas más tarde, los medios informaban que, por esa votación, el presidente Javier Milei echaba a la canciller Diana Mondino.
El mundo exige el fin del bloqueo
Tras conocerse el resultado de la votación, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, posteo en la red social X: «A su política de Bloqueo contra el pueblo noble y solidario de #Cuba, el gobierno estadounidense añade una infamia adicional: otra vez se hace acompañar en el voto negativo por #Israel, el genocida de #Gaza. Vergonzoso y doble prontuario criminal».
En la misma línea, el canciller cubano, Bruno Rodíguez Padilla, publicó: «Nueva victoria de Cuba, la justicia y la verdad en la Asamblea General de @ONU_es. Gobierno EEUU ha quedado aislado una vez más ante esta abrumadora condena para que pongan fin al genocida y obsoleto bloqueo que tanto daño hace al pueblo cubano».
El bloqueo es una política coercitiva ilegal y arbitraria que Estados Unidos mantiene hace más de sesenta años contra el pueblo de Cuba. Esta política de sanciones, leyes y un conjunto de medidas arbitrarias ha impedido el desarrollo económico y productivo de la isla. Limita de manera brutal el acceso a alimentos, medicamentos, insumos para la industria (lo que el último tiempo ha generado grandes apagones por la falta de mantenimiento de las plantas generadoras de electricidad); impiden el acceso al crédito internacional, dificultan de manera nunca vista las transacciones bancarias que necesita la isla para importar y exportar. Genera millonarias pérdidas económicas día a día y ha deteriorado la calidad de vida del pueblo cubano.
Dicho por los propios funcionarios norteamericanos, el bloqueo busca asfixiar al pueblo para forzar un cambio de Gobierno e imponer un régimen acorde a sus intereses.
Esta medida ha sido rechazada una y otra vez en Naciones Unidas, pero los sucesivos Gobiernos de Estados Unidos se han negado a acatar la decisión de la gran mayoría de los países del mundo.
Persecución política en Cancillería Argentina
Tras echar a la jefa de la diplomacia argentina, el Gobierno de Milei emitió un comunicado en el que señala: «la Oficina del Presidente informa que la canciller Diana Mondino ha presentado su renuncia al cargo de Ministra de Relaciones Internacionales y Culto. En su lugar asumirá el actual embajador en Estados Unidos, el sr. Gerardo Werthein, quien liderará la continuidad de la transformación de la política exterior de nuestro país».
Más adelante, y en un abierto anuncio de persecución ideológica y política contra los funcionarios del Ministerio de Relaciones Internacionales, se asegura que «el Poder Ejecutivo iniciará una auditoria del personal de carrera de la Cancillería, con el objetivo de identificar impulsores de agendas enemigas de la libertad».