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Se le complicó a Milei el festejo por su primer año

Los dólares que escondía el senador Kueider y otra irrupción judicial en su contra fueron "cisnes negros" (hechos imprevisibles) en la escena política. ¿Quién es la jueza Arroyo Salgado? El peronismo se fortalece por su unidad en el Congreso y Cristina revitaliza al Partido Justicialista.

Por Miguel Croceri

Javier Milei emitió un discurso por cadena nacional el pasado martes (10/12) con motivo de cumplirse un año de su llegada al gobierno. Fue una pieza oratoria cuidadosamente estudiada y con muy eficaces definiciones, mentiras, estafas conceptuales y golpes de efecto retóricos tendientes a consolidar su capital político.

Con absoluta perspicacia, agradeció a la ciudadanía “haber sobrellevado los meses duros de nuestra gestión”; aseguró que “los sacrificios que hicieron no fueron en vano”; reforzó una fantasía social al afirmar que “estamos cada vez más cerca de que la inflación sea solo un mal recuerdo”; y engañó a las audiencias cuando culpó a “los defolteadores seriales” de la deuda, cuando en realidad el endeudamiento impagable fue contraído por Mauricio Macri.

Apeló a sentimientos -muy generalizados en todas las clases sociales- de desprecio a las personas que viven en la pobreza o pobreza extrema, y a las organizaciones que las representan, al manifestar que “los piqueteros tienen miedo de tomar la calle y la gente pueda caminar tranquila”. Una vez más dejó en evidencia que para la derecha y la ultraderecha, las personas pobres que protestan en la vía pública ni siquiera son “gente”.

Hábil para la impunidad retórica, mintió cuando dijo que “la recesión terminó y el país está empezando a crecer”, mintió más todavía al prometer “una reforma impositiva estructural que reducirá en un 90 % la cantidad de impuestos nacionales”, y enfatizó una frase tramposa que conecta fácilmente con la percepción popular: “Llegó la hora del hombre común”.

(Los tramos del discurso presidencial aquí destacados pueden ampliarse en una reseña publicada por el diario La Nación. Nota del 10/12/24).

Sea como fuere la evaluación de las apariciones mediáticas presidenciales en la celebración de su primer aniversario, el verdadero triunfo del gobierno -y de los intereses que representa- ha sido el de perpetrar una masacre humanitaria, económica y social a una velocidad de vértigo, y al mismo tiempo haber mantenido un apoyo social considerable.

A pesar de esa realidad categórica, reflejada por diversos estudios de opinión pública y exhibida mediante múltiples indicadores de la actualidad socio-política del país -e incluso del exterior, como el hecho de que Donald Trump ganara las elecciones en Estados Unidos y ello habilitara perspectivas favorables para el régimen de ultraderecha argentino-, también las últimas semanas del año han deparado novedades que complicaron los festejos mileístas.

Dos “cisnes negros”

El escándalo generado cuando se puso al descubierto que el senador Edgardo Kueider y su secretaria, Iara Guinsel Costa, transportaban clandestinamente una carrada de dinero en efectivo y trataban de ingresarlo a Paraguay -a través de la triple frontera entre ese país, Argentina y además Brasil-, significó la irrupción de un “cisne negro” en la escena política nacional. (Como se sabe, esa metáfora del cisne alude a la aparición de un acontecimiento inesperado, imprevisible, fuera de toda expectativa, que al ocurrir modifica la situación anterior).

Y a partir de que Kueider -junto con Guinsel Costa- quedara en evidencia y sometido a la controversia política, después también resultó cien por ciento inesperada y absolutamente determinante otra aparición sorpresiva: la de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Un segundo “cisne negro”.

Horas antes de que el Senado se reuniera, el mismo día jueves, para tratar la situación de Kueider, ella irrumpió en la escena judicial y parlamentaria con un pedido de desafuero y orden de captura internacional del legislador entrerriano y su secretaria, quienes disfrutaban de “arresto domiciliario” en un lujoso edificio de la ciudad de Asunción.

Además, ordenó allanamientos (incluido el allanamiento del despacho legislativo) y otras medidas probatorias en torno del senador y de su empleada y acompañante. Sin embargo esta investigación no se refiere a las andanzas en el paso fronterizo con 200.000 dólares en efectivo y además grandes montos en billetes de otras monedas, sino a una causa por “enriquecimiento ilícito y lavado de activos” que paralelamente involucra a la empresa de vigilancia privada “Securitas”. (Información del diario cooperativo Tiempo Argentino, nota del 12/12/24).

El movimiento procesal y político de la jueza influyó de modo decisivo en los/las senadores/as de la Unión Cívica Radical, el Pro y La Libertad Avanza, que hasta ese momento trataban de embarrar la cancha para evitar la exclusión de Kueider y de ese forma impedir que una senadora kirchnerista ocupe su lugar: se trata de Stefanía Cora, militante de la organización La Cámpora, a quien le corresponde asumir la banca según el orden de la lista del Frente de Todos votada en 2019 en la provincia de Entre Ríos. (Al respecto, puede verse un artículo de La Política Online, nota del 12/12/24).

La jueza Arroyo Salgado

Arroyo Salgado es una integrante del aparato judicial que se mueve según intereses corporativos, conveniencias personales y posicionamientos tácticos, y por ello es capaz de adoptar cualquier tipo de decisiones para influir en los acontecimientos políticos.

Como titular del poderoso juzgado federal en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro, al norte de la ciudad de Buenos Aires, a lo largo de casi dos décadas intervino en investigaciones de narcotráfico con fortísimas repercusiones en poderes generalmente invisibles para la opinión pública.

Por ejemplo, hace dos años se quejó por televisión debido a que la habían apartado de una causa donde estaban imputados más de 40 policías bonaerenses, abogados y funcionarios judiciales, entre ellos el fiscal Claudio Scapolan. Precisó que quienes la recusaron tenían “aceitados contactos políticos” tales como Cristian Ritondo, ministro de Seguridad de la provincia en la gobernación de María Eugenia Vidal y actual presidente del bloque de diputados nacionales del Pro. (Información de Ámbito, nota del 16/08/2022 ). Por otra parte, hace pocos días se supo que Ritondo está mencionado en la trama financiera ligada a su esposa, Romina Aldana Diago, que a través de sociedades en guaridas fiscales y un fideicomiso administra propiedades en Estados Unidos valuadas en U$D 2,6 millones. Se transcribe en letras: dos millones seiscientos mil dólares. La información, publicada por elDiarioAr, surgió del trabajo que realiza el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, CLIP, una de cuyas integrantes es la periodista argentina Emilia Delfino. Nota del 08/12/24).

Muchos años atrás, Arroyo Salgado estuvo casada con Alberto Nisman y tuvieron dos hijas. Ya se habían separado cuando él murió, en enero de 2015 (falta poco para cumplirse una década). Ella contribuyó decisivamente para instalar en la opinión pública la creencia de que el fiscal había sido asesinado. Y no solo eso, sino que siendo parte de la querella en nombre de sus hijas -menores de edad en ese tiempo-, presionó para que el caso pasara a los tribunales porteños de la calle Comodoro Py. (Tema tratado por Infobae hace casi nueve años, en los primeros meses del macrismo. Nota del 18/03/2016). En esas dependencias anidan funcionarios judiciales ultra-antikirchneristas, corrompidos y sometidos a intereses ocultos.

Posteriormente, al finalizar 2018, la mujer desistió de ser querellante en la causa por la muerte de Nisman. Dijo que necesitaba recuperar tranquilidad “atendiendo al impacto emocional” sufrido, y también arguyó “amenazas” que no dio a conocer. Pero según analizó en aquel momento el respetado periodista experto en temas judiciales Raúl Kollmann, “todos parecen argumentos débiles e inverosímiles”, mientras “la realidad es que la hipótesis del asesinato está muy debilidada y en un callejón sin salida”, y además “la propia figura de Nisman quedó expuesta de forma muy negativa por una fortuna (que tenía) escondida y una vida ostentosa rodeado de modelos pagadas”. (Reporte de Página 12, nota del 23/12/2018).

En la semana que acaba de transcurrir, la titular del juzgado federal de San Isidro volvió a cobrar un extraordinario protagonismo público. Esta vez por sacar a relucir una imputación al senador Kueider, más un pedido de desafuero y orden de captura en su contra.

Cuando parecía que Unión por la Patria no iba a conseguir los votos necesarios para excluirlo de la Cámara, la movida de la jueza provocó que el oficialismo y la mayor parte de sus aliados se dieran vuelta como una media.

Así, el legislador y contrabandista fue expulsado del Senado, el régimen gobernante perdió allí un apoyo crucial, el Pro quedó más desubicado que nadie -su bloque votó dividido-, el peronismo recupera la banca cuyo mandato fue burlado por ese tránsfuga que se había pasado al bando contrario y, sobre todo, el Poder Legislativo produjo un mínimo e indispensable gesto de decoro.

Algunas fortalezas del peronismo

El mileísmo y sus cómplices políticos y mediáticos se agarran la cabeza porque perdieron a un aliado clave en la Cámara alta. Por eso algunos grupos de la camarilla oficialista lanzaron la idea de anular la expulsión de Kueider por una supuesta “irregularidad reglamentaria” de la vicepresidenta Victoria Villarruel.

Inventaron la excusa de que Villarruel no podía presidir la sesión, debido a que horas antes Milei había partido rumbo a Italia y, como ella estaba a cargo del Poder Ejecutivo, se encontraba impedida de ejercer el doble rol de encabezar al mismo tiempo las deliberaciones de la institución parlamentaria. En la cúpula del gobierno existen discrepancias acerca de los pasos a seguir. (Más detalles, en el portal M1-Minuto Uno. Nota del 13/12/24).

Pero cualquier desenlace que esa maniobra pueda tener, no niega las contratiempos que cayeron sobre la ultraderecha mientras festejaba un año en el poder.

A pesar de conservar un apoyo social muy importante, y más allá del escándalo de Kueider y del peso determinante que ejerció la irrupción de la jueza Arroyo Salgado, a comienzos de este mes el gobierno le quitó los remedios que PAMI entregaba gratis a las/los jubiladas/os del sistema previsional de la Nación. Ese nuevo ultraje a las/los adultas/os mayores generó modificó en alguna medida el ánimo de la población. (Tema analizado hace una semana en el portal Vaconfirma, en una columna de opinión similar a esta que se titulaba “Argentina se mueve a velocidad de vértigo”. Nota del 08/12/24).

Al mismo tiempo, al transcurrir su primer año en la oposición, el peronismo consolida una cierta fortaleza que fue sembrando al haber mantenido la unidad de sus bloques parlamentarios.

Sobre esa base logró un comportamiento aceptablemente digno en las dos cámaras del Congreso -junto con la izquierda, en el caso de Diputados-, mientras el resto de las fuerzas se aliaban a Milei. Incluidos/as los/las legisladores/as provincialistas de Neuquén y Río Negro, que responden respectivamente a los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck.

El desempeño peronista en el Parlamento se refleja en que los presidentes del interbloque de Unión por la Patria en el Senado, José Mayans, y del bloque equivalante en Diputados, Germán Martínez, fueron elegidos por Cristina Kirchner para ocupar dos de las cinco vicepresidencias en el nuevo consejo nacional del Partido Justicialista (PJ).

Pero sobre todo, el hecho mismo de que la líder del kirchnerismo se haya puesto al hombro la tarea de revitalizar a la fuerza política fundada por Juan Perón, representa otra complicación presente y futura para Milei y para los intereses que representa.

Durante 2024, y sobre todo cuando se resuelvan las listas de candidatos/as a diputados/as en todas las provincias, a senadores/as en ocho de ellas (incluidas Neuquén y Río Negro), y además a legisladores/as de la provincia de Buenos Aires y a concejales en sus municipios, se develará la estrategia electoral de Cristina, el rol que ella vaya a ocupar -o no- en el futuro, y cómo se compatibilizará dicha estrategia con el liderazgo potencial, emergente, del gobernador Axel Kicillof.

Por el momento la ex jefa del Estado dejó planteado, en el acto formal de asunción como presidenta del PJ, que “el partido tiene cinco tareas fundamentales: formar (cuadros políticos y técnicos), informar, planificar, divulgar y organizar”. (En su cuenta de la red X puede recuperarse un resumen de los conceptos principales. Posteo del 11/12/24).

Anticipó además que “en marzo vamos a presentar una propuesta de trabajo, porque necesitamos formar e informar a la sociedad. Parte de las cosas que nos pasan son por un profundo desconocimiento de los mecanismos, y cómo funcionan en detrimento de las mayorías”. (Reporte de la agencia española de noticias EFE, publicado por Infobae. Nota del 11/12/24).

Es una excelente noticia que una líder de semejante magnitud tenga clara esa función pedagógica de la política, imprescindible para movilizar las energías del pueblo. Una función de educación cívica, de trabajar para construir conciencia en la ciudadanía. De enseñar, mostrar, clarificar, explicar, y así tratar de orientar a los grandes colectivos sociales que se pretende representar.

Si no lo hacen las dirigencias y militancias populares, la sociedad solo recibe e incorpora la propaganda, creencias, sentimientos e intereses -las ideologías, en definitiva- que les inculcan los poderes dominantes.

(*) Publicado en www.vaconfirma.com.ar)