En el marco de la innegable avanzada de los tecno-ricos sobre el mapa político internacional, Meta -la empresa propietaria de Facebook e Instagram- reveló el martes eliminará su programa de verificación de hechos de terceros y lo sustituirá por un sistema de Notas Comunitarias, creado por los propios usuarios. Esto implica un modelo implementado por X, la red social de Elon Musk, que es favorable no solo a insultos, comentarios discriminatorios y violentos sino también a la prolferación de falke news
El CEO Mark Zuckerberg afirmó que esta decisión marca “un punto de inflexión cultural que busca dar prioridad nuevamente al libre discurso”. Y argumentó que los verificadores expertos poseen sus propios sesgos y, en consecuencia, terminaban revisando un volumen excesivo de contenido.
El presidente Javier Milei aplaudió la medida tomada por Zuckerberg. Fiel a su estilo, Milei compartió varios mensajes, entre ellos uno del líder del partido de extrema derecha español Vox, Santiago Abascal.
«Lo indignante es que hayamos vivido casi una década de censura woke en las redes sociales. Lo positivo es que no han podido acallar el grito de libertad de los pueblos», rezaba el posteo de Abascal.
Hasta el momento, Meta contaba con organizaciones vinculadas al ámbito de la comunicación para verificar la veracidad de los contenidos en sus plataformas, con el fin de evitar la propagación de noticias falsas. En adelante, será responsabilidad de los usuarios decidir si consideran que una publicación es errónea o engañosa, pudiendo agregar notas o correcciones a dichos contenidos.
El inicio del segundo mandato de Donald Trump promete transformar significativamente la política mundial, con Elon Musk como uno de los principales actores en este nuevo orden. Musk, que ha ganado poder no solo a través de su riqueza, sino también manipulando algoritmos y apoyando financieramente a figuras de la ultraderecha, tiene ahora una agenda clara: promover gobiernos de extrema derecha, particularmente en Europa. Su reciente alianza con Trump y sus esfuerzos para interferir en elecciones, como en el Reino Unido, donde ha atacado al primer ministro Keir Starmer, demuestran su creciente influencia en la política internacional.
Por otro lado, el cambio de política de Meta, de Mark Zuckerberg, hacia una moderación más laxa del contenido, refuerza esta tendencia global hacia el apoyo de la ultraderecha. Zuckerberg anunció que trasladaría el equipo de moderación de California a Texas, un movimiento que refleja una postura más conservadora, alineada con los intereses del nuevo gobierno estadounidense.
El retorno de Trump y la influencia de figuras como Musk redefinirán las relaciones internacionales y la política interna de muchos países, con implicaciones que podrían ser devastadoras para la estabilidad global.