Luego de la Marcha Federal por la Salud, médicos y medicas de las direcciones de Vacunas y de VIH, TBC y Lepra del Ministerio de Salud decidieron presentar sus renuncias ante el desmantelamiento de las áreas que, según advierten, no permiten seguir brindando los servicios necesarios a la población.
La Marcha Federal realizada la semana pasada nucleó un gran número de manifestantes, siendo su mayoría despedidos. Vale recordar que, solo en enero, hubo al menos 1.400 cesanteos en hospitales nacionales y en el Ministerio conducido por Mario Lugones, alegando un «reordenamiento de sus competencias y del redireccionamiento de las políticas sanitarias», una medida que afectó directamente a hospitales como el Posadas, el Bonaparte, el Instituto Nacional del Cáncer y a diferentes direcciones del Ministerio.
Entre las direcciones donde hoy hay renuncias, la de VIH tuvo en enero la reducción del 40 % del equipo; en la que respecta a vacunas, del 30 %, según explicaron en un comunicado. Asimismo, en enero, en medio de un aumento de los casos y muertes por tuberculosis y de nuevos diagnósticos de VIH y hepatitis, se confirmó la disolución de las coordinaciones de Hepatitis Virales y Tuberculosis.
Tras la marcha, Lugones, lejos de escuchar los reclamos, trató de «privilegiados» a quienes marcharon y que es una mentira «el desfinanciamiento de áreas y organismos».
Ante esto, los médicos empezaron a publicar sus recibos de sueldo, que van desde los 500.000 a los 900.000 pesos en la mayoría de los casos; y los pertenecientes a las direcciones de Vacunas y de VIH, TBC y Lepra presentaron su renuncia. «Con profundo pesar ante el desmantelamiento de nuestras áreas, el grave riesgo cierto e inminente que esto implica para la salud pública, y el aumento de los costos a mediano y largo plazo que van a pagar de su bolsillo todos los contribuyentes», manifestaron en un comunicado.
«Desde el inicio de este año, la incertidumbre sobre la continuidad de los equipos técnicos se ha traducido en recortes alarmantes que disfrazan de ‘terminar con privilegios y curros’: acusan de ser ‘ñoquis’ y ‘casta’ a profesionales altamente calificados, reconocidos, y con una dedicación y trayectoria incuestionables», indicaron.
En ese sentido, criticaron duramente las medidas de Lugones y Milei. «Las decisiones actuales priorizan el ajuste a corto plazo en detrimento de las políticas de prevención y control, con consecuencias de alto costo sanitario y económico, que son además potencialmente irreversibles para la salud pública», destacaron.
«No vamos a ser parte de un Ministerio en el que los programas esenciales no pueden dar respuesta a las obligaciones básicas que marca la Ley. Nuestra renuncia es un acto de ética médica, de responsabilidad cívica y profesional, y una advertencia urgente. La salud pública no es un gasto: es una inversión en la vida y el bienestar de toda la sociedad», concluyeron.