Axel Kicillof encabezó este miércoles la apertura del 153° período de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense, con un discurso que se extendió por dos horas y media, con fuertes críticas a la Administración libertaria de Javier Milei. En el recinto de la Cámara de Diputados, ante la Asamblea Legislativa, afirmó: «La deserción del Gobierno nacional no es solo una cuestión económica o administrativa, es también un proyecto de desintegración: el presidente no solo busca achicar el Estado, quiere desintegrarlo y desmantelar a la comunidad para debilitarnos».
El mandatario bonaerense dedicó un buen tramo de su discurso a la seguridad y anunció nuevas medidas. «La seguridad no se resuelve con soluciones simplistas ni con discursos de campaña, sino con políticas efectivas y con un Estado presente: con inversión, aplicando de manera inflexible la ley, pero también garantizando una mayor justicia social y más oportunidades de futuro para los jóvenes».
En esa línea anunció una inversión de 170.000 millones de pesos para fortalecer la seguridad con 800 nuevos patrulleros y la creación de un fondo municipal de 70.000 millones de pesos para los distritos de más de 70.000 habitantes. A su vez, se instalarán quince nuevas bases en los barrios para aumentar la capacidad de protección y prevención.
Ante la presencia de intendentes del interior y el conurbano, legisladores, sindicalistas y funcionarios, el gobernador hizo referencia a la amenaza de Javier Milei de intervenir la provincia de Buenos Aires y pedir su renuncia en el marco de los diversos casos de inseguridad. «Quiero referirme a un episodio reciente de inédita gravedad institucional, un hecho sin antecedentes que no podemos pasar por alto: parece irreal, pero el presidente de la nación amenazó con intervenir la provincia y pretendió echar al gobernador por redes sociales. Tal como ocurrió con la criptomoneda, ahora dice que no quiso decir eso. No se puede ser tan impune, cínico e irresponsable», dijo.
Acto seguido, aseguró: «No voy a permitir que el destino de los bonaerenses quede librado a la improvisación, la prepotencia o el resentimiento de un presidente que no respeta la democracia».
En otro tramo, en el marco del inicio de las clases en la provincia, sostuvo: «El derecho a la educación fue, es y será una prioridad central para nuestro Gobierno». Luego adelantó que durante este año su gestión inaugurará cincuenta escuelas con recursos provinciales. «Escuelas que no se construyen con motosierra, sino con trabajo. Vamos a seguir defendiendo a la escuela pública bonaerense», remarcó.
En materia de salud, enumeró que su Gobierno ya inauguró 175 centros de atención primaria, entregó 342 ambulancias y puso en funcionamiento cuatro grandes hospitales. Acto seguido, pidió a la Legislatura que «apruebe dos leyes importantes: la que permite la creación de la Empresa Pública de Emergencias y la de Medicamentos Bonaerenses, que permitirá mejorar el acceso a medicamentos». «Defendamos la salud pública: la motosierra no puede meterse con la salud de nuestro pueblo», subrayó.
El mandatario se refirió también a la obra pública, uno de los sectores que más sufrió el ajuste fiscal del Gobierno nacional. «Mientras el Gobierno nacional deja rutas a medio hacer, escuelas sin terminar, hospitales sin equipar y viviendas sin entregar, en la provincia vamos a continuar con la obra pública, pero también le exigimos a Nación que termine lo que debe y transfiera lo que no piensa finalizar». «La obra pública construye salud, dignidad, justicia social, integración y desarrollo. Por todo eso es que la detuvieron: no es un problema de recursos, es una decisión ideológica y de modelo de país», agregó.
Luego hizo un pedido a la Legislatura para la aprobación de una serie de leyes que no fueron aprobadas el año pasado: la de presupuesto, la fiscal impositiva y la de endeudamiento. «Estas permiten la planificación económica y financiera de la provincia, de los municipios, pero también de los ciudadanos contribuyentes», señaló.
También pidió «celeridad» a la Legislatura para suspender las PASO. «Solicito que a la máxima brevedad se resuelva la situación de incertidumbre electoral provocada por el presidente: por mi parte, entiendo que, dado el contexto, los argumentos en favor de suspender las PASO son más que razonables. La decisión le corresponde a esta Legislatura y seré respetuoso de eso».
Por último, Kicillof indicó: «Frente a la violencia y al odio estimulado por el presidente, es muy importante promover la cooperación de todas las fuerzas políticas en defensa de la cultura democrática, de los derechos humanos y de la vida en común». «El futuro no es del presidente, es del pueblo. Hoy, con más fuerza y más compromiso que nunca, reafirmamos nuestra convicción y nuestra voluntad de seguir construyendo un camino derecho a un futuro mejor», concluyó.