Por Héctor Bernardo
¿Podemos ver un video o una foto de un niño asesinado y seguir el día como si no hubiera pasado nada? ¿Ver niños y niñas destrozados por las bombas, enterrados bajo los escombros, mutilados o desangrándose y seguir adelante como si nada? ¿Perdimos la capacidad de sentir empatía? ¿La vida de los niños palestinos vale menos que la de otros niños en el mundo? ¿Vale menos que la de nuestros niños? ¿Nos hemos acostumbrado al horror?
El martes 18 de marzo de 2025, los diarios del mundo anunciaban que Israel había roto la tregua humanitaria pactada con Hamás y había vuelto a bombardear la Franja de Gaza. El ataque del Ejército israelí causó la muerte de, al menos, cuatrocientas personas, la mayoría de ellas civiles: mujeres, niños, ancianos.
El miércoles 19 los bombardeos continuaron y, seguramente, lo harán el 20, el 21 y nadie sabe cuándo acabarán.
Otra vez, en las redes sociales se pudieron ver las imágenes de decenas de niños y niñas heridos y muertos. Niños y niñas de 10, 7, 5 o 3 años, incluso bebés de meses que se hallaban cubiertos de polvo y ya sin vida.
Imágenes que reflejaban la desesperación de madres que gritaban por ayuda mientras sus hijos se desangraban en sus brazos.
Y no pasa nada…
Decenas de niños y niñas asesinados en este ataque que se sumaron a los más de 13 mil que ya han sido asesinados por el Ejército de Israel en poco más de un año.
Según un informe del Ministerio de Salud de Gaza: “entre el 7 de octubre de 2023 y el 11 de marzo de 2025, al menos 48.503 personas palestinas fueron asesinadas en Gaza y 111.927 resultaron heridas. Estas cifras han aumentado en, al menos, 400 personas tras los últimos ataques”.
Hasta esa fecha se registró que, por los ataques del Ejército israelí, habían sido asesinados “13.319 niños y niñas, 7.216 mujeres, 3.447 ancianos y 16.735 hombres. Entre los niños y niñas, 786 eran menores de un año. Además, hasta el 7 de octubre de 2024, el Ministerio de Salud señaló que 35.055 niños y niñas habían perdido a uno o ambos padres durante el año anterior”.
Y no pasa nada…
Según señaló la agencia AP, tras el bombardeo del 18 de marzo, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que “esto es solo el comienzo” y que no se detendrá hasta alcanzar todos sus objetivos.
La agencia también señaló que “la Casa Blanca dijo que había sido consultada y expresó su apoyo a las acciones de Israel”.
Estados Unidos y los países de la Unión Europea no dicen nada sobre la muerte cotidiana de los niños y las niñas palestinas, pero sí sancionan y persiguen a los que protestan contra el genocidio. Reprimen las marchas, prohíben exhibir la bandera de Palestina y aplican la censura como pocas veces se ha visto.
El genocidio en Palestina seguirá con el apoyo explícito de algunos gobiernos y el silencio cómplice de otros.
Y no pasa nada…
El 16 de marzo, Unicef publicó un informe de su director regional para el Norte de África y Medio Oriente, Edouard Beigbeder. En el texto, el funcionario señala: “acabo de concluir una misión de cuatro días en Cisjordania y la Franja de Gaza. La situación es extremadamente preocupante”.
“Con demasiada frecuencia, las niñas y los niños del Estado de Palestina son víctimas de este conflicto implacable. Casi todos los 2,4 millones de niñas y niños que viven en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, y en la Franja de Gaza se ven afectados de alguna manera. Algunas niñas y niños viven con un miedo o una ansiedad tremenda; otros se enfrentan a las consecuencias reales de la privación de asistencia y protección humanitaria, el desplazamiento, la destrucción o la muerte. Todas las niñas y los niños deben ser protegidos”, señala.
Luego agrega que “sin la ayuda que entra en la Franja de Gaza, aproximadamente un millón de niñas y niños viven sin lo más básico que necesitan para sobrevivir, una vez más”.
“Atascadas a solo unas pocas docenas de kilómetros fuera de la Franja de Gaza hay más de 180.000 dosis de vacunas infantiles esenciales, suficientes para vacunar y proteger completamente a 60.000 niñas y niños menores de 2 años, así como 20 respiradores que salvan vidas para las unidades de cuidados intensivos neonatales. Aunque UNICEF logró entregar 30 máquinas respiratorias, que ayudan significativamente a los recién nacidos que padecen síndrome de dificultad respiratoria aguda y prematuridad, los respiradores son esenciales para los bebés que necesitan asistencia respiratoria avanzada”, remarca el texto.
El informe sostiene que “por desgracia, aproximadamente 4.000 recién nacidos no pueden acceder actualmente a cuidados esenciales que salvan vidas debido al gran impacto en las instalaciones médicas de la Franja de Gaza. Cada día que pasa sin estos respiradores, se pierden vidas, especialmente entre los recién nacidos prematuros vulnerables en el norte de la Franja de Gaza. UNICEF está abogando para que se permita la entrada de estos suministros sanitarios que salvan la vida de estas niñas y niños. No hay razón para que no se permita”.
“De acuerdo con el derecho internacional humanitario, se deben satisfacer las necesidades esenciales de los civiles, y esto requiere facilitar la entrada de asistencia vital, haya o no un alto el fuego”, asegura el relator.
Dos días después de este informe, comenzó el nuevo bombardeo de Israel contra Gaza. Continuó el genocidio.
Y no pasa nada…
En diálogo con Contexto, Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas e integrante del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, en relación con la decisión de Israel de romper la tregua y bombardear a la población civil de la Franja de Gaza, sostuvo: “una vez más, el ente sionista incumple su palabra. Una vez más, vemos con espanto la normalización del horror desplegada sobre los cuerpos de las niñeces, de los viejos, de toda una población que resiste más allá de la traición de la comunidad internacional que mira inerme cómo se pretende borrar a un pueblo y es incapaz de accionar y frenar los apetitos voraces de la bestia sionista”.
“Hay algo que los líderes del mundo olvidan: son los pueblos, y sólo los pueblos, los que nos acompañan en nuestra liberación. Y más temprano que tarde habrán de rendir cuentas. El pueblo palestino ha dado y sigue dando una lección moral a la humanidad y, por más que se prolongue este espanto, nuestro pueblo y su resistencia vencerán”, concluyó Rabi.