“Esto fue el 101, no será museo”, escribieron con aerosol rojo sobre el mural “La huida del reptil”, ubicado en las paredes del Destacamento 101, que albergó a los agentes del Área Operacional 113 que diagramaron la persecución, tortura y muerte de militantes y organizaron la apropiación de bebés en la capital de la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura militar.
“Si algo hemos aprendido de las Madres y las Abuelas es que la lucha es para toda la vida. Si vuelven a grafitear el mural, lo volveremos a pintar”, dijo a Contexto Lucía García, integrante de H.I.J.O.S. Regional La Plata, tras el escrache al mural que realizó la agrupación de hijos de desaparecidos el pasado 24 de marzo en 55 entre 7 y 8, lugar que fue convertido en un sitio de memoria en octubre de 2014, luego del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en La Cacha que juzgó a los represores que operaron desde allí.
“Los sitios de memoria son testimonio del terrorismo de Estado, son prueba en los juicios por crímenes de lesa humanidad y son espacios en los que transformamos el horror en vida”, anunció un comunicado de la organización H.I.J.O.S.
“El Editorial de La Nación, tras la victoria del líder de Cambiemos que en campaña había dicho que se debía terminar con el curro de los derechos humanos, parece que habilitó a personas que piensan de esta manera a expresarse así”, dijo García. Además del accionar represivo y los secuestros de las personas que luego eran alojadas en La Cacha, en el Destacamento 101 se organizó la apropiación de tres bebés nacidos en cautiverio, y se investiga si la apropiación del nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Ignacio Guido Montoya Carlotto, pudo haber ocurrido en ese lugar.
“Transformando el miedo en Memoria, el silencio en Verdad y la impunidad en Justicia”, dicen las paredes intervenidas del Destacamento, que muestra las escamas de un reptil que huye, al final de cuya cola se produce una explosión de colores, de donde nacen las flores nuevas. “Con una metáfora sencilla representamos cómo este lugar se puede transformar desde el color, las formas y la libertad. Todo eso hace que los reptiles se vayan”, explicó Juani Bernasconi, un artista plástico y escenógrafo del Teatro Argentino, autor del boceto que identifica al sitio de la memoria.
El Destacamento 101 está señalado por el Ministerio de Derechos Humanos de la Nación, a pesar de que todavía no fue asignado a los organismos de derechos humanos al igual que los sitios de memoria ya recuperados. “El destacamento ya es Sitio de la memoria. Pero queremos estar alertas frente a estos constantes ataques para que no se dé un paso atrás. Esto es una política de Estado y el pueblo mostró su reacción cuando los derechos humanos se ven violentados. Por eso es que estoy segura de que, pese a que no sea una prioridad para este Gobierno, estaremos presentes para seguir trabajando en este proceso de Memoria, Verdad y Justicia”, concluyó García.