Por Héctor Bernardo
El 17 de diciembre de 2014 una noticia dio la vuelta al mundo: Cuba y Estados Unidos anunciaron el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas. Mediante sendos comunicados trasmitidos por televisión, el presidente norteamericano, Barack Obama, y el cubano, Raúl Castro, anunciaron el comienzo de una etapa de diálogo. El hecho que selló el restablecimiento de los vínculos fue el regreso a la isla de los tres integrantes del grupo de los “Cinco héroes antiterroristas cubanos” que quedaban prisioneros en Estados Unidos.
Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar y Antonio Guerrero Rodríguez, volvieron a La Habana y allí se encontraron con Fernando González Llort y René González Sehwerert. El pueblo de Cuba volvió a tener consigo a cinco de sus hijos que habían decidido arriesgarlo todo por la revolución.
Esta semana, Ramón Labañino Salazar estuvo en Argentina, brindó una conferencia de prensa en la Embajada de Cuba y habló sobre el restablecimiento del las relaciones entre La Habana y Washington y analizó la actualidad en la región.
Al ser consultado sobre cómo interpreta el hecho de que, casi al mismo tiempo que anunciaba el restablecimiento de las relaciones con Cuba, el presidente Barack Obama decretaba que Venezuela era “una amenaza extraordinaria” para la seguridad de Estados Unidos, Labañino aseguró: “Eso forma parte de la política de dividir y vencerás. Obama ahora está aplicando una formula que es, para decirlo metafóricamente, la zanahoria con nosotros y el garrote con Venezuela. Y viene aquí a Argentina a congraciarse y hablar sobre cosas que a este pueblo le duelen mucho”.
“Ellos tuvieron que recomponer las relaciones con Cuba porque hubo una Latinoamérica unida que en bloque le dijo que de la única manera que Estados Unidos podía volver a acercarse es si cambiaba las relaciones con la isla”, agregó.
Luego explicó que “lo que intenta hacer con Cuba es que, en esta nueva etapa, se separe de Venezuela y América Latina. Pero le salió mal el disparo. Cuba jamás ha cedido un ápice en sus principios. Cuba sigue siendo socialista en camino hacia el comunismo y revolucionaria. Sigue siendo internacionalista proletaria”.
“Ellos tuvieron que recomponer las relaciones con Cuba porque hubo una Latinoamérica unida que en bloque le dijo que de la única manera que Estados Unidos podía volver a acercarse es si cambiaba las relaciones con la isla”
“Nos están aplicando esa formula para ver si nos dividimos. Pero si hay una experiencia de lucha que los cubanos aprendimos en este camino es que la fortaleza está en conocer bien la historia y no cometer los mismo errores. Por eso llamamos tanto a la unidad. Porque cuando nos vean divididos, por ahí se van a meter. Ellos están jugando a separar a Cuba de toda América Latina. Ellos están aplicando la política de Estados Unidos de la guerra inteligente. El manual de guerra inteligente y el golpe de Estado suave”, afirmó.
Ante la consulta sobre cómo veía la nueva situación en Argentina, Labañino remarcó que “hay que sacar una experiencia de este proceso y salir fortalecidos. La unidad es la esencia de la victoria. No podemos darnos el lujo de dividirnos porque eso el imperialismo lo utiliza en nuestra contra”.
“Cuando uno ve todo lo que se ha perdido en este proceso, en tan breve tiempo. Ustedes saben todo lo que se ha perdido en Argentina en tan solo unos meses. Pero ese golpe que está recibiendo el pueblo nos va a fortalecer y nos va decir por qué no podemos permitir que estas cosas pasen. Nos va a decir por qué los logros sociales hay que consolidarlos y mantenerlos. No se puede retroceder en tres meses todo lo que se avanzó en 10 años. El papel de todos nosotros es concientizar que no se pueden perder esos progresos. Tenemos que seguir avanzando, tenemos que consolidar más espacios, conseguir más conquistas sociales. Pero no retroceder y mucho menos endeudarnos”, comentó.
“Cuando uno ve todo lo que se ha perdido en este proceso, en tan breve tiempo. Ustedes saben todo lo que se ha perdido en Argentina en tan solo unos meses. Pero ese golpe que está recibiendo el pueblo nos va a fortalecer y nos va decir por qué no podemos permitir que estas cosas pasen».
Luego, agregó que es optimista y cree que los pueblos de la región saldrán fortalecidos en la resistencias a estos procesos. Y aclaró: “No es para que nos confiemos, porque a veces el optimismo desmoviliza. Todo lo contrario, ahora es un momento de lucha, es un momento de tomar la ofensiva. Tenemos que pasar de la estrategia de la resistencia a la estrategia de la ofensiva. No podemos seguir permitiendo que nos den golpe tras golpe y nosotros nos quedemos cruzados de brazos”.
“Si no luchamos y no sabemos capitalizar los momentos claves de nuestros pueblos no vamos a avanzar. El sol sale todos los días, pero a veces tenemos que empujarlo un poco para que alumbre más”, concluyó el héroe cubano.
Breve recuento histórico
El 1º de enero de 1959 los revolucionarios cubanos liderados por Fidel Castro triunfaron sobre el régimen de Fulgencio Batista. Desde aquel momento los ataques contra el proceso revolucionario fomentados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y por las mafias que se radicaron en Miami, se dieron uno tras otro.
El 15 de abril de 1961 más de 1.500 mercenarios de la Brigada 2506 –con el apoyo de la CIA y el Buró Federal de Investigaciones (FBI)– bombardearon y luego intentaron invadir Cuba a través de Playa Girón, Playa Larga y Bahía de Cochinos.
Si bien el ataque fue repelido con éxito por el ejército cubano, hubo cientos de muertos. Además de la Brigada 2506, la ciudad de Miami fue cuna de muchos grupos terroristas, como Omega 7, Hermanos Al Rescate, Alfa 66, Comandos F4, etc.
Entre los criminales que lideraron esos grupos, los más conocidos son Luís Posada Carriles, Orlando Bosch Ávila, Virgilio Paz, Dionisio Suárez y los hermanos Novo Sampoll.
En octubre de 1976, mercenarios contratados por Posada Carriles y Orlando Bosch pusieron una bomba en un avión que se dirigía a Cuba desde Barbados; como resultado de este atentado murieron 73 personas.
Tras la caída de la Unión Soviética los ataques se intensificaron. Los servicios de inteligencia norteamericanos y de las mafias contrarrevolucionarias creían que sumado al ahogo económico la presión con los atentados, causaría el derrumbe de la revolución.
La sumatoria de atentados produjo la muerte de 3.478 personas y dejaron incapacitadas a otras 2.099.
En ese contexto Cuba envió a cinco de sus hombres para infiltrarse en las mafias terroristas y recabar información que evitara nuevos atentados y más muertes.
En la madrugada del 12 de septiembre de 1998, en lugar de actuar sobre los grupos terrorista, el FBI a detuvo a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.
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EL CASO
El juicio realizado a Los Cinco estuvo cargado de irregularidades desde el primer día. Tras la presión de las mafias instaladas en Miami, los medios de comunicación de derecha y los servicios de inteligencias norteamericanos, en primera instancia, se condenó a Gerardo Hernández a dos cadenas perpetuas más 15 años, a Ramón Labadiño a una cadena perpetua más 18 años, a Antonio Guerrero a una cadena perpetua más 10 años, a Fernando González a 19 años, y a René González a 15 años.
El 9 de agosto de 2005, la Corte de Apelaciones revocó el veredicto de culpabilidad por considerar que en Miami no se realizó un juicio justo. Exactamente un año después, por pedido explícito del gobierno norteamericano, la Corte de Apelaciones anuló la revocatoria.
El 2 de septiembre de 2008, la Corte de Apelaciones de Atlanta ratificó la sentencia de Los Cinco, pero anuló, por considerarlas incorrectas, las condenas de Antonio Guerrero (que de una cadena perpetua más 10 años paso a 21 años y 10 meses), de Fernando González (de 19 años paso a 17) y Ramón Labañino (de una cadena perpetua más 18 años pasó a 30 años), y se ratificaron las condenas de Gerardo Hernández (a dos cadenas perpetuas más 15 años) y René González (a 15 años).
Sin dar explicaciones, el 15 de junio de 2009 la Corte Suprema de Estados Unidos anunció que no iba a revisar el caso de Los Cinco.
El 27 de mayo de 2005, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dictaminó que la privación de la libertad de los Cinco “es arbitraria y está en contravención del artículo 14 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos”.
Más de 10 premios Nobel, entre los que estaban Pérez Esquivel, Rigoberta Menchú y Günter Grass, enviaron cartas al presidente Barack Obama pidiendo la libertad de los Cinco.
Después de más de 15 años de cárcel René González Sehwerert fue liberado tras cumplir su injusta condena, un año después fue puesto en libertad Fernando González Llort. Pero Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero debían cumplir cadenas perpetuas.
El 17 de diciembre de 2014, tras varias negociaciones secretas, los tres integrantes del grupo que quedaban detenidos regresaron a Cuba. Pero la historia no llegó a su fin, sólo ha comenzado un nuevo capítulo.
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