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Frente científico con Cristina

Por Laura Ferrandi* y Pablo Bilyk** 

El jueves pasado en el Instituto Patria, más de doscientos científicos y científicas de distintas Universidades del país, cantaban una y otra vez, “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenes la Ciencia para la liberación”, “Senadores, senadores, un poco de clemencia, dejen a Cristina que venga con ciencia”, mientras se esperaba que la Ex Presidenta comenzara la reunión. Sin embargo, la espera se extendió porque el encuentro que mantenía con los senadores del Bloque del FPV, duró más de lo previsto. Fue cayendo la tarde, y la ansiedad comenzaba a contagiarse entre todos los compañerxs presentes; el calor de volver a estar juntos, de mirarnos, de abrazarnos y de cantar, hizo de ese momento de espera, un momento de reencuentro.

Cuando se abrieron las puertas y creímos que llegaba, nos sorprendió Daniel Filmus tomando el micrófono para calmar las ansiedades, mientras nos decía que: “La palabra de Cristina es irremplazable” y ahí nuevamente, el fervor de las canciones entremezcladas con gritos de alegría y euforia. Sensaciones contrapuestas surcaban el aire, la preocupación por la afectación directa que sufre el sistema científico y la alegría por el reencuentro.

Finalmente Cristina se hizo presente. El reencuentro se materializó, y en ese momento se inauguró una nueva etapa en la comunión que se resume como “Ciencia con Cristina”. Cristina simboliza al Estado que durante el 2003-2015 convocó -Incluso repatrió- a los científicos para poner al servicio del desarrollo nacional los conocimientos que el sistema p público forma. El colectivo científico presente en el Instituto Patria es producto de la convocatoria que, desde el Ejecutivo nacional, Cristina hizo a estos sectores cuando los convocó a aportar sus conocimientos a un proyecto nacional y soberano.

Muchas fueron las aristas que se trataron a lo largo de las intervenciones en una colmada sala. Cristina retomó las preocupaciones expresadas por el sistema científico ante el impacto de las políticas de ajuste y achicamiento del Estado que el gobierno de Mauricio Macri impulsa. Una situación preocupante que Roberto Salvarezza (Ex Presidente de CONICET) resumió del siguiente modo: “Hemos pasado de ver cuándo inaugurar las obras a ver cómo hacemos para pagar los servicios, como la luz, por ejemplo”.

En el comienzo de su intervención Cristina dijo “son todos recuerdos imborrables, que se me vienen a la mente, porque parecen historias pequeñas, son historias mínimas, pero la suma de cada una de esas historias, de esos rescates de científicos que se habían tenido que ir por falta de oportunidades, realmente me desespera y me desvela que ahora por falta de recursos, por la baja de programas, lo de Atucha, lo del satélite Arsat III, que está paralizado; me hablan también de la reducción en el INVAP que era una de nuestras líneas mimadas por lo que significaba como salto tecnológico, y yo tengo miedo que todo esto que nos convirtió a la Argentina en un lugar muy particular, muy especial, tal vez los únicos por recursos humanos, por historia, por formación de la escuela pública, la universidad nacional pública y gratuita, y el acceso de amplias capas de la población; mi caso, hija de trabajadores que pudo llegar a la universidad, nos hace distintivos en toda América Latina y tal vez, los únicos competidores de alguna potencia en el Norte; tengo terror a que me negocien el desarrollo de programas y de científicos porque no les convenga que Argentina tenga desarrollo satelital, tenga desarrollo nuclear, me desvela y me desespera […] pero ustedes saben, muchos me conocen, con muchos de ustedes he estado en sus laboratorios, algunos los he conocido en el exterior, porque además desarrollamos el ambicioso plan raíces que pudo traer a más de mil científicos que retornaron al país y saben que estoy desvelada porque tengo miedo que se me vayan de vuelta y nadie los pueda volver a traer”; Mientras Cristina hacía esta alusión directa a la posibilidad de que los científicos se vuelvan a ir , su voz se iba entrecortando por la emoción. (el público cantó con fuerza “Vamos a volver”).

El reconocido biólogo Alberto Kornblihtt abrió la ronda de intervenciones diciendo “Todos los que estamos acá no estamos porque suponemos que vamos a obtener un beneficio. Vos sos la Presidenta, y si estamos acá es por nuestra dignidad y por nuestras convicciones ideológicas”.

Las manifestaciones marcaron la preocupación por la restauración conservadora que, con fuertes marcas de persecución política ponen en riesgo los logros del sector. Sin embargo, las enunciaciones no se detuvieron sólo en la denuncia, sino que esto se presentó como un impulso a la organización y movilización de un frente científico. El físico Juan Pablo Paz sostuvo: “Tenemos que tener nuestro manual de luchadores. Los científicos tenemos que salir de nuestros laboratorios y comprometernos para no perder los derechos conquistados”.

Es clave, en este sentido recuperar el lugar de la universidad y de la ciencia, entendiendo el rol político y el compromiso social que tiene la educación pública en la construcción del conocimiento y su contribución al fortalecimiento de las democracias contemporáneas frente a la obstinada persistencia que observamos en estos días por tensionar hacia el interior de los ámbitos de la educación superior la vinculación entre universidad y política. Dos grandes modelos se siguen enfrentando, por un lado, el de aquellos que abogan por el rol técnico, «independiente» y liberal de la educación; por el otro, el de quienes sabemos que todo acto de enseñar-aprender y que toda producción de conocimiento es, necesariamente, política e implica un compromiso con el otro, con la Patria.

Por su parte, Dora Barrancos destacó la política federal de becas del CONICET, resaltando los altos riesgos ante los que nos encontramos.“Consterna escuchar que digan que la expansión científica parece que es peligrosa para el país. Se habla de la inviabilidad. ¿Desde cuándo el conocimiento y la expansión del conocimiento es un problema?”. Mientras que Federico Robledo (Representante de la agrupación “Ciencia con Cristina” que reúne a jóvenes investigadores militantes) recordó aquella idea planteada por la Presidenta sobre un país más cómodo para los ciudadanos que implicará un país incomodo para la dirigencia que viole derechos y traicione el compromiso con las mayorías.

También tomó la palabra Noe Jitrik haciendo hincapié en el valor del lenguaje: “Estoy pensando en Cristina, estoy pensando que es alguien diferente y que todas las dificultades que ha tenido en relación con ese mundo de prejuicios y absurdos es justamente por la diferencia. Y esa diferencia es esencial en lo que nos concierne a todos nosotros. Porque el ejercicio de la ciencia es la práctica de lo diferente, el encuentro de lo diferente de aquello que puede ser. Lo diferente además está en el lenguaje. El lenguaje que emplea, que empleaba siempre Cristina, que sigue empleando con un vigor extraordinario que nos galvaniza un poco a todos, me hizo pensar en una sensación. Cuando empieza toda esta situación voy caminando por Buenos Aires y pienso que la ciudad ya no me gusta. Pienso que estoy en otra ciudad, que me han enajenado la ciudad. Venir acá, escuchar esto me devuelve algo (aplausos)”.

Esta fue una de las ideas que hacia el cierre retomó la ex Presidenta. La Palabra es nuestra herramienta de lucha, no nos podrán quitar la palabra y las convicciones de un sistema científico y universitario al servicio del pueblo.

Cristina dijo que de las diversas actividades que encabezó en este reencuentro, hubo dos momentos “que le llegaron al corazón” y que se emocionó particularmente; cuando visitó la Isla Maciel con los curas de opción por los pobres y en este último encuentro con científicos. Allí trazó un paralelismo entre dos espacios entendidos históricamente como antagónicos: la religión y la ciencia. La síntesis entre esos dos polos es el trabajo por el otro. Como aprendimos en aquellas jornadas del 2 de abril de 2013, la Patria es el otro, y la ciencia debe estar al servicio de la patria, de los intereses populares, nunca más supeditada a intereses imperiales.

En el encuentro se puso de manifiesto el profundo agradecimiento por todo lo construido en materia de ciencia y tecnología en el país, así como también, por la posibilidad del reencuentro, del diálogo y el compromiso asumido de luchar por la defensa de los derechos desde un frente científico y en este sentido, Cristina sostuvo “ por eso quería hablar con ustedes para darles fuerza, porque tenemos que trabajar fuertemente en nuestras comunidades y también en el Parlamento Argentino, tienen que hacerse oír los Científicos Argentinos, porque tienen que demandar el mismo presupuesto, y tienen que demandar que estos programas que permitieron desarrollar tanto, que permitieron desarrollar patentes, no sean solamente una experiencia de los últimos años, no quiero más César Milstein, que se tengan que ir, no ya porque entran a garrotazos en Ciencias Exactas, sino porque en definitiva quitan presupuestos y posibilidades a los institutos, a los docentes, a los investigadores, al Conicet, a los becarios y a todo lo que demanda mucho dinero y muchos recursos”…

En medio del clima de un reencuentro esperado se acordó acompañar el 10 de mayo a los científicos que asistirán a la cita cedida por el Ministro Lino Barañao, a quien la Presidenta pidió que le recuerden su compromiso asumido al aceptar la continuidad en el cargo. La ciencia con cristina, la ciencia para la liberación, comienza una nueva etapa de lucha por defender lo logrado y garantizar el derecho de una soberanía científica.


* Secretaria de Investigaciones Científicas. FPyCS-UNLP.

** Secretario de Posgrado. FPyCS-UNLP.