Por Fernando M. López
Un fuerte apoyo recibió este vienes Julian Assange desde la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, donde exigieron su inmediata libertad, condenaron la persecución internacional que sufre por sus revelaciones en WikiLeaks y anunciaron la creación de una “mesa permanente” para seguir visibilizando el reclamo en la Argentina.
Antes de establecer comunicación con Assange a través de una teleconferencia, el decano de esa unidad académica, Glenn Postolski, recibió a su par de Periodismo de la UNLP, Florencia Saintout, al portavoz de Wikileaks, Joseph Farrell, a la ex embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, y al periodista de Página/12, Santiago O’Donnell, quienes hablaron sobre el caso. También participaron referentes de distintos sectores, como Oscar Parrilli, Tristán Bauer, Carlos Pisoni y Graciela Alegre; y adhirieron Estela de Carlotto, Adolfo Pérez Esquivel, Eugenio Zaffaroni y Adrián Paenza.
El programador y periodista australiano dio a conocer en 2010 medio millón de documentos secretos sobre los crímenes de Washington en Irak y Afganistán, así como miles de cables de los servicios de inteligencia estadounidenses que pusieron en evidencia la forma en que el Imperio espiaba al resto del mundo, incluidos sus propios aliados. Fue entonces cuando le armaron dos causas judiciales por violación y acoso sexual en Suecia, por lo que más tarde quedó detenido en Londres.
En mayo de 2012, la Corte Suprema del Reino Unido dictaminó que debía ser extraditado a Estocolmo para enfrentar las acusaciones en su contra, y un mes después el fundador de WikiLeaks decidió refugiarse en la Embajada ecuatoriana, donde el presidente Rafael Correa le concedió asilo político. Ya lleva cuatro años de confinamiento en esa sede diplomática porque Gran Bretaña y Suecia se niegan a entregar el salvoconducto que le permitiría viajar a Ecuador, pese a la reciente resolución del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, que exhortó a su liberación.
“Julian sabía que, si era extraditado a Suecia, luego sería llevado a Estados Unidos”, dijo Farrell durante su intervención, y aseguró que, una vez allí, lo acusarían de “terrorismo y espionaje”.
Para Farrel, al ser extraditado a Estados Unidos, Assange “no tendría ninguna posibilidad de un juicio justo” y hasta podría enfrentarse a la pena de muerte.
“La persona que presuntamente le dio los documentos a WikiLeaks, Chelsea Manning, fue procesada en un tribunal militar en 2013. El juicio se desarrolló en secreto absoluto y le prohibieron presentar evidencias de descargo, testigos o documentos que probaran que no hubo daño alguno como resultado de sus acciones. Al final, fue sentenciada a 35 años de prisión”, recordó.
Al tomar la palabra, Saintout expresó su “condena radical a esta persecución política”, que vinculó con “principios de injusticia universal” impulsados por la “prepotencia desaforada de los capitales empresariales y financieros concentrados, de los aparatos militares puestos al servicio de la crueldad, del Poder Judicial cómplice y hacedor del sufrimiento del mundo, y de los aparatos de la desinformación”.
Florencia Saintout: «Assange es víctima de una persecución política vinculada con la prepotencia desaforada de los capitales empresariales y financieros concentrados, de los aparatos militares puestos al servicio de la crueldad, del poder judicial cómplice y hacedor del sufrimiento del mundo, y de los aparatos de la desinformación».
La concejala platense y decana de Periodismo también destacó la contribución fundamental de WikiLeaks para el acceso a información que “es vital para todos, pero esencialmente para los más humildes y olvidados”.
“Estamos hablando del derecho a la comunicación, que va más allá de la libertad de expresión, que significa la posibilidad de un mundo con múltiples voces”, enfatizó.
Por su parte, O’Donnell se sumó al pedido de Assange de que se hagan públicos todos los Panamá Papers sobre corrupción que retiene el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y luego se mostró preocupado por su estado de salud.
El autor de los libros Argenleaks y Politileaks, que visitó en varias oportunidades al australiano en la embajada de Ecuador, comentó que las restricciones británicas le impiden el acceso a servicios médicos o psicológicos elementales.
El encierro en la embajada
“Tiene un brazo prácticamente inmovilizado por un problema en el hombro y no puede hacerse una resonancia magnética porque no se lo permiten. Tampoco puede salir a respirar aire fresco. Las autoridades del Reino Unido le rechazaron un pedido para salir a una terraza aledaña a la embajada. Como bien dice el informe de Naciones Unidas, son situaciones comparables con la tortura. El preso de máxima seguridad de la peor cárcel del mundo tiene derecho a tomar aire libre al menos una hora por día. Eso no lo puede hacer Assange”, denunció O’Donnell.
A su turno, Alicia Castro resaltó que “le debemos muchísimo a Julian Assange” por “todas las revelaciones que ha hecho en WikiLeaks”, y lo calificó como “un héroe de nuevo tipo” que cambió el paradigma de las comunicaciones.
“Todavía no llegamos a medir el beneficio que le ha hecho a la humanidad con estas divulgaciones y esta promoción del derecho universal a la información de la que hablaba la compañera Florencia Saintout”, agregó la ex embajadora.
Alicia castro: «Los Macri son quienes han inventado la patria financiera y se han favorecido durante la última dictadura cívico-militar, cuando pasaron de 24 a 42 empresas».
Además, desestimó las denuncias por delitos de abuso sexual que le atribuyen al fundador de WikiLeaks: “Como feminista, me repugna que dos mujeres hayan sido utilizadas para criminalizarlo”.
Castro aprovechó para repudiar el golpe contra la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, a manos de “un Congreso absolutamente deslegitimado por corrupción y por fraudes”, así como las maniobras opositoras para desestabilizar al Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Más adelante apuntó contra Mauricio Macri, a quien no sólo acusó de convalidar a los golpistas brasileños y a los desestabilizadores venezolanos, sino también de formar parte de “la corrupción estructural” en Argentina.
“A él no se lo televisa, como a otros delincuentes, guardando 18 millones de dólares en paraísos fiscales para evadir impuestos o evitar decir de dónde saca el dinero. Los Macri son, justamente, quienes han inventado la patria financiera y se han favorecido durante la última dictadura cívico-militar, cuando pasaron de 24 a 42 empresas porque pudieron cargar sus deudas privadas sobre las espaldas del pueblo argentino. En esa polución y distorsión es que nosotros necesitamos tanto de WikiLeaks”, enfatizó.
El relato en primera persona
Assange, que venía escuchando la charla desde Londres, apareció luego en la pantalla del auditorio con la pequeña gata que le regalaron sus hijos y bromeó exhibiendo una caja agujereada que, según dijo, era la embajada del felino. “El Reino Unido está preocupado. Ya consiguieron un gato rival para la Oficina de Asuntos Exteriores”, completó entre las risas de los presentes.
Fue el puntapié para cuestionar a las autoridades británicas y su subordinación a los dictados de Washington. Al respecto, leyó un cable que daba cuenta de la estrecha relación del ex ministro de Asuntos Exteriores, William Hague, con la embajada de Estados Unidos en Londres y subrayó: “Esta es la gente con la que estuve lidiando en los últimos cuatro años”.
En otro tramo se refirió a la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y estimó que si el “ánimo nacionalista post referéndum no baja” será “difícil” para Argentina negociar la cuestión de su soberanía sobre las islas Malvinas.
A Macri, en tanto, le adjudicó una sumisión a Estados Unidos similar a la de Londres y también apuntó contra su canciller, Susana Malcorra: “No conozco el currículum de la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, pero todo indicaría que piensa en este sentido”.
julian Assange: “El Reino Unido abusó de su poder sobre la Unión Europea para ejercer coerción sobre Ecuador, pero ahora su capacidad de influencia no será la misma”.
En cuanto a su situación, consideró que, tras el Brexit, algunas cuestiones podrían empezar a cambiar. “El Reino Unido abusó de su poder sobre la Unión Europea para ejercer coerción sobre Ecuador, pero ahora su capacidad de influencia no será la misma”, reflexionó.
Para finalizar, se refirió a Wikileaks como “una gran biblioteca de Alejandría, con millones de documentos de importancia histórica, que permiten comprender la realidad en la que vivimos”.
“Un sueño combativo como este no podría sobrevivir sin todas las personas que nos apoyan en el mundo”, concluyó. MIRÁ LA TELECONFERENCIA COMPLETA