Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Las voces que no pueden ser acalladas 

Por Zahra Naryís Pagano*

«Las Voces del Muro» nació en 2010 como una radio de música que podía escucharse online. Luego de seis años cambió lo suficiente para convertirse en un lugar de debate político, con sus particulares toques de humor y una amplia variedad de programas. Sus locutores han hecho uso de las herramientas que les ofrece Internet y con mucho esfuerzo han conseguido hacerse oír durante tanto tiempo.

Santiago López, junto con su esposa Alicia Satini, fueron quienes dieron vida a este proyecto. No salió de la nada, no se les ocurrió de un momento a otro porque sí. Por aquella época, el programa 678 había atraído a varias personas a expresar sus opiniones, que hasta ese entonces habían pasado desapercibidas. Empezaron por comentar en el muro de facebook del programa, y pronto aquellos debates se volvieron juntadas y marchas que convocaron a miles de personas. En 2010 comenzaron las protestas para defender la nueva Ley de Medios, y ahí fue que surgió todo.

«Las Voces del Muro nace como espacio de expresión anexo al muro de 678 Facebook; una manera de empujar desde abajo la aplicación efectiva de la Ley de Medios», es lo que cuenta la página oficial de la radio, y ese fue el ideal original que empezó todo. Crear nuevos medios, nuevas oportunidades para aquellas voces que no habían podido hacerse oír hasta entonces. Santiago López pensó en hacer una radio donde todos pudieran compartir un poco de música, quizás un poco de opinión. Era un proyecto pequeño, pero varios se sumaron de a poco.

Alicia Satini, una de las fundadoras de Las Voces del Muro.

Casi dos años después del nacimiento de la radio, sufrieron una gran pérdida. «Después de un tiempo, Santiago López, el fundador de la radio, se enfermó gravemente, un cáncer, y falleció», contó Isabel, quien participa de varios programas en Las Voces del Muro. Sus palabras sonaron pesadas por la carga de la gravedad y la tristeza. «En ese momento, Alicia Satini, su esposa, hizo un acuerdo con una de las personas que tenían programas en la radio, Daniel Alberto Espinosa. Le pasó el mando de la radio y él se convirtió en el director».

Las voces nunca se callaron a pesar de todo. Siguieron adelante los que pudieron. Algunos tuvieron que irse, fue inevitable. «No es un proyecto comercial, no recibimos sueldo. Es ad honorem en todo sentido, no dependemos de pauta oficial, ni de donaciones ni de nada, todo el esfuerzo es nuestro», explicó Isabel. «Entonces, bueno, hay gente a la que por ahí se le complica por cuestiones laborales, de salud, lo que fuere, y finalmente por ahí deja».

Raúl González es uno de los tanto ejemplos. Profesor del CONICET, antropólogo que vive en Resistencia y trabaja con los Wichis y los Qom. Su programa «Me Hice Kanción» traía una visión política desde el interior del país y analizaba también las problemáticas de los pueblos originarios. Su voz se escuchaba siempre calma, relajante, incluso un poco baja a través de los parlantes, pero no por eso menos apasionada. Tenía mucho que decir. Sin embargo, a veces hay otras necesidades y el tiempo sencillamente no alcanza. A principios de este año, Raúl González se vio obligado a suspender su programa por lo mismo. Con todo, no ha parado de publicar en el Facebook de Me Hice Kanción durante estos meses.

Ultimo programa de «Me hice Kanción»

Aun así, por cada uno que se va, alguien más aparece con las ganas de hacerse escuchar. Un ejemplo es «Guitarra Negra», que apenas comenzó a transmitirse por la radio en febrero de 2016. Tantos otros programas se han sumado en los últimos meses, tal vez por sentirse callados en el actual panorama político.

Porque esa es una parte importante de la radio: la política. «Un refugio K», son las palabras que utilizó Isabel para describirla. «Ante tanto medio cipayo, una voz independiente», dice la página oficial de Las Voces del Muro. Es imposible ignorar las claras tendencias políticas del proyecto, algo que envuelve todos los programas y todas las narrativas que ocupan ese espacio.

Aun así, podría decirse que hay un poco de todo ahí. Tanto en opiniones, como en programas. Está «El refugio del tango y algo más», que gira en torno al tango tradicional. Luis Maltese conduce este programa y es uno de los pocos que antes de sumarse a «Las Voces del Muro» hacía radio comercial. Su estilo está claramente marcado por esto. Su voz se escucha potente, llena de experiencia y de historias que contar, pero afable a la vez. Luis es un hombre mayor, que no maneja del todo la tecnología requerida para una radio online. Es su hija quien lo ayuda a grabar el programa y transmitirlo en su horario, ya que no puede hacerlo en vivo. Son las dificultades ineludibles de este tipo de medios.

Todos aprenden porque tienen ganas. La mayoría de ellos nunca ha estado en un estudio de radio ni mucho menos, y tampoco tienen ese tipo de herramientas o de producción. «Uno es el operador, el productor, el todo», comentó Isabel. Los que pueden, ayudan, o consiguen la forma de hacerlo, porque: «cuando a uno le gusta hacer algo, lo logra de una manera o de otra».

No tienen un estudio tampoco. La mayoría graba los programas desde su casa, con sus computadoras. A veces se juntan y, si coincide la fecha con el programa de alguno de ellos, lo transmiten y opinan todos. Pero esas ocasiones son una rareza, no la norma. Es un nuevo modo de hacer radio, con otras posibilidades, otras libertades y otras restricciones. Por un lado, es suficiente tener una computadora con Internet y un micrófono para hacer un programa. Por otro, a veces puede ser una odisea transmitir. Puede fallar la conexión, puede trabarse el programa que utilizan para grabar, puede romperse el micrófono. Un millón de cosas pueden salir mal, y cada tanto lo hacen. No por usar medios electrónicos las cosas se hacen más sencillas.

Pero estas dificultades abren posibilidades también: escuchar voces de todas partes del país, incluso desde la llamada «provincia 25». Claudio Mariani, quien cuando empezó a transmitir vivía en Barcelona, creó su programa «Muro 25» para hacer escuchar las voces argentinas que vivían en el exterior. Su tono amigable y su personalidad extrovertida le ayudaron a formar varias conexiones. Su programa es uno de los más escuchados de la radio, gracias en parte a su capacidad para conseguir entrevistas con personajes reconocidos. Es, junto al director de la radio, uno de los que más ha contribuido en el proyecto.

Y resulta imposible no hablar del director, Daniel Alberto Espinosa. Apodado «El Gato», conduce el programa «Los gatos del muro», con un estilo más cómico y ligero que otros. Intenta utilizar ese espacio para hacer conocer noticias poco difundidas, pero también para levantar el ánimo. Es un programa que, como su conductor, está lleno de energía, de positividad y de humor.

La radio no deja de soñar con crecer más. Las voces necesitan ser escuchadas para que el esfuerzo tenga sentido, por eso planean expandirse y hacer un canal de YouTube en el futuro. «Y seguir, seguir buscando más gente que tenga ganas de compartir este proyecto de expresar lo que tiene para decir en estos medios que son el futuro para nosotros, creemos que son el futuro».


* Taller de Narrativas y Contenidos Gráficos, Tecnicatura en Comunicación Digital. Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP.