Por Fernando M. López
Un jueves de múltiples paros en la provincia de Buenos Aires. Docentes, estatales, profesionales de la salud y judiciales coincidieron en ir a la huelga hoy para enfrentar un ajuste que, a esta altura del año, luego de la devaluación, la escalada inflacionaria, los tarifazos y la pérdida del poder adquisitivo, es sencillamente insoportable.
Los maestros habían presentado a la gobernadora María Eugenia Vidal su propuesta de recomposición salarial el 7 de julio último, que incluía otros reclamos como la incorporación al básico de una “suma remunerativa” de 1.800 pesos, el pago de los sueldos adeudados a miles de docentes que no cobran desde hace varios meses, aumento de los montos y cupos de comedores escolares, y solución a las problemáticas de infraestructura.
Pidieron ser convocados durante el receso invernal para no dilatar las negociaciones y se movilizaron en dos oportunidades a la Casa de la Provincia, pero de todos modos Vidal se tomó su tiempo. La Comisión Técnica Salarial recién volvió a reunirse este lunes, encabezada por funcionarios de Educación, Economía y Trabajo, que llevaron el encuentro hacia un rotundo fracaso.
“A todo dijeron que no y cerraron la negociación. Ni siquiera tuvieron una contrapropuesta después de un mes y dos días. Por eso se consensuó el paro con todos los sindicatos del Frente Gremial Docente Bonaerense”, indicó a Contexto María Laura Torre, secretaria gremial de SUTEBA.
Vidal considera que con el aumento que otorgó en marzo ya es suficiente y no muestra ninguna predisposición para reabrir la paritaria, pese a que se había comprometido a hacerlo en caso de que la inflación superara ese acuerdo salarial.
Su ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, dijo en las últimas horas que “la inflación enero-julio está en el orden del 28,5% y nosotros firmamos por el 34,6%, por lo que ni siquiera ha empardado el acuerdo”.
Sin embargo, los docentes le retrucan otros números: “Tenemos un desfasaje de entre el 12 y el 15%. El propio ministro de Hacienda de la Nación (Alfonso Prat-Gay) reconoce que la inflación anual será del 42%. Con esta tendencia, en el mes de diciembre perderíamos un 18% del poder adquisitivo”, precisó Torre.
Los comederos, con más gente
Después de ocho meses de ajuste macrista, el golpe no sólo se siente sobre los salarios. En los establecimientos educativos el impacto es descomunal. Las primeras consecuencias se perciben en el crecimiento del número de chicos que deben concurrir a los comedores escolares porque sus padres se quedaron sin trabajo o tienen ingresos insuficientes para poder llegar a fin de mes.
«El propio ministro de Hacienda de la Nación (Alfonso Prat-Gay) reconoce que la inflación anual será del 42%. Con esta tendencia, en el mes de diciembre perderíamos un 18% del poder adquisitivo”
“Cada vez son más y la comida no alcanza debido a que la Provincia no aumenta los cupos –explicó Torre-. Ningún docente va a decidir quién come y quién no, entonces hay que estirar. Encima, el dinero que se destina para cada alumno está muy alejado del valor actual de la canasta alimentaria. En las rutas y autopistas pueden verse los carteles de Vidal que dicen ‘Duplicamos los montos para las raciones de comedores escolares’, pero no aclaran que sólo son 12 pesos. Del otro lado de la General Paz, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, también del PRO, paga 40 pesos por alumno. ¿Valen menos nuestros pibes? Esto indigna”.
El abandono de las escuelas es otro problema evidente. Las obras de infraestructura están paralizadas y muchos establecimientos no cuentan con servicios esenciales. La secretaria gremial de SUTEBA puso el ejemplo del Normal de Chascomús, uno de los establecimientos más importantes del distrito, que “no tiene calefacción en pleno invierno”.
“En muchas escuelas del Conurbano, la situación es aún más grave. La escuela no es ajena a lo que vive el país, donde una gran parte de la población la está pasando realmente muy mal”, completó.
La medida de fuerza de este jueves no será la última del Frente Gremial Docente, integrado además por la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), la Unión de Docentes Argentinos (UDA), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) y los privados de SADOP.
La titular de la FEB, Mirta Petrocini, confirmó que este paro “es el inicio de una serie de medidas que se irán implementando conjuntamente con el Frente Gremial, de acuerdo con las diferentes circunstancias que se sucedan en los próximos días”.
Desde SUTEBA, en tanto, ya adelantaron que la semana próxima llevarán la propuesta de un paro nacional de 24 horas al Congreso de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA), y que el 31 de agosto participarán de la Marcha Federal de la CTA.
“No estamos dispuestos a dar un solo paso atrás. ‘Queremos vivir mejor’, como dice la gobernadora, pero sin perder ninguno de nuestros derechos. No lo vamos a permitir”, concluyó Torre.