Por Fernando M. López
El Gobierno de Mauricio Macri no sólo atenta contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, en torno de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar, sino que además busca borrar de un plumazo cualquier intento de reivindicación de los pueblos originarios, víctimas del exterminio y el saqueo que ejecutó el genocida Julio Argentino Roca a fines del siglo XIX.
A instancias del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, la Policía Federal irrumpió el jueves por la noche en el Espacio de la Memoria de la ex ESMA y clausuró el taller donde medio centenar de artistas construía el Monumento a la Mujer Originaria.
Consultado por Contexto, el historiador y periodista Osvaldo Bayer, padrino de ese proyecto colectivo, calificó el desalojo como “un hecho totalitario”.
“No se puede expulsar a artistas que están haciendo su trabajo minuciosamente para darle un lujo a toda la sociedad. Es una pena que volvamos a caer en este estado de cosas. Con el presidente Macri comenzaron a sufrir los derechos humanos”, dijo antes de movilizarse hacia el predio de la ex ESMA para expresar su repudio.
Desde 2010, el propio Bayer, el escultor Andrés Zerneri y el resto de los artistas nucleados en el Movimiento Memoria y Organización (MMO) lograron recolectar cientos de miles de llaves y otros elementos de bronce, donados desde distintos puntos del país, para realizar el monumento de bronce más grande de la Argentina, con diez metros de altura.
El proyecto, declarado de interés cultural por el Congreso de la Nación, la Legislatura porteña y la Unesco, no requiere de ningún subsidio ni ayuda económica estatal o privada, ya que sus integrantes trabajan de manera voluntaria. Apunta a visibilizar y poner en agenda los asuntos de pueblos originarios de Argentina y América Latina; promover y divulgar el respeto por los derechos humanos de las naciones indígenas; y reconocer y celebrar la riqueza y el orgullo de pertenecer a un país pluriétnico y multicultural.
Zerneri contó a este medio que Avruj buscaba echarlos del Espacio de la Memoria desde el mismo momento en que asumió como secretario de Derechos Humanos, y que ahora logró avanzar en ese objetivo al obtener una orden de clausura del juez Sergio Torres, a cargo de la megacausa ESMA.
“Los patrulleros llegaron al predio cuando terminamos de trabajar. Acabábamos de retirarnos. Luego de fajar las puertas del galpón, dejaron una custodia policial y ahora no podemos acceder a la escultura. Adentro también quedaron herramientas, más de nueve toneladas de bronce y otros materiales”, sostuvo el artista, y aseguró que “hay mucha preocupación entre todos los organismos de derechos humanos porque no es común que en un lugar donde se promueve la memoria se realice un operativo de estas características”.
“Avruj cree que somos un producto del kirchnerismo y que queremos generarle algún tipo de perjuicio a este Gobierno, pero en realidad el Monumento a la Mujer Originaria es una tarea multisectorial que ha alcanzado un amplio consenso. Nos prestaron legítimamente el lugar hasta finalizar la obra, así que estamos muy lejos de ser ‘usurpadores’, como sostiene el secretario”, aclaró Zerneri.
Este sábado, a partir de las 11, los artistas junto a diversas organizaciones e instituciones se movilizarán frente a la ex ESMA para rechazar el desalojo y exigir que el Gobierno les permita terminar la escultura en ese predio.
“Hay muchas personas, agrupaciones, colegios, bibliotecas y sindicatos que son parte del proyecto y se han sentido agraviados por este atropello. Queremos una solución rápida”, concluyó Zerneri.
