Por Fernando M. López
El municipio gobernado por Julio Garro hace de intermediario entre la ANSES y el Banco Hipotecario con el presunto objetivo de solucionar la situación de todos aquellos beneficiarios platenses del PRO.CRE.AR. que quedaron excluidos cuando el presidente Mauricio Macri cambió las reglas del programa y lanzó la nueva línea que sólo ofrece viviendas nuevas y usadas, favoreciendo a los grandes desarrolladores inmobiliarios.
Pero la solución no es más que un espejismo. Recién el viernes pasado avisaron a los 560 damnificados que estaba vigente una prórroga para acceder al crédito desde el 11 de julio pasado hasta el 11 de octubre próximo. La mayoría no están rezonificados, por lo que no cumplen los requisitos mínimos, y cuando llegan al Banco les rechazan la documentación.
“El viernes nos llamaron para felicitarnos porque, después de tanto reclamo, estaban los primeros setenta beneficiarios del PRO.CRE.AR. que podían ingresar sus carpetas. Pero cuando fueron el lunes al Banco les dijeron que no podían ingresarlas porque no estaban rezonificados”, explicó a Contexto la abogada Sabrina Álvarez, una de las afectadas.
Para Álvarez, tanto el Municipio como la ANSES “quieren enmarañar algo que es sencillo” para hacerles creer que pueden acceder al crédito, aunque finalmente “lo que buscan es eliminar beneficiarios”.
“Lo lógico sería que convoquen a quienes tienen la carpeta lista, mientras van solucionando el tema de las rezonificaciones pendientes. Sin embargo, mandan primero a quienes no cumplen con los requisitos. No sabemos si actúan con estupidez o malicia”, subrayó la abogada.
“Lo lógico sería que convoquen a quienes tienen la carpeta lista, mientras van solucionando el tema de las rezonificaciones pendientes.»
Todas son familias que salieron sorteadas para acceder al PRO.CRE.AR. Bicentenario en la línea crediticia de construcción de vivienda. Muchas se organizaron, compraron terrenos rurales y los urbanizaron, invirtiendo millones de pesos de sus propios bolsillos.
Los beneficiarios que no están rezonificados son alrededor de trescientos y no tienen muchas expectativas, ya que se trata de un trámite que debe pasar primero por el Concejo Deliberante, que emite una ordenanza, y luego por la Secretaría de Planeamiento Urbano y Desarrollo Económico, a cargo de Gabriel Rouillet.
“Esto tarda entre seis meses y un año, normalmente. No sabemos cómo van a hacer para rezonificarnos antes del 11 de octubre”, se quejó Álvarez.
Este miércoles, los excluidos del PRO.CRE.AR. se acercaron hasta el Palacio Municipal con la intención de ingresar a la sesión del Concejo y plantear su reclamo. Se encontraron con las puertas cerradas y una numerosa cantidad de personal de seguridad del Municipio que los expulsó del lugar, por orden del presidente del cuerpo, Fernando Ponce (Cambiemos).
“Hace un mes y medio que estamos pidiendo una reunión con Garro, pero no nos atiende. Nos manda a un secretario que no nos da respuestas. No tiene deseos de recibirnos”, señalaron los damnificados a este medio.
Según comentan las familias, hasta el propio gerente de la sede local del Banco Hipotecario, Pablo Soros, reconoce que le tiraron una “papa caliente”, y sostiene que el problema lo generan desde el Municipio y la ANSES.
“Lo que nos están haciendo pasar es un verdadero dolor de cabeza y una falta de respeto”, agregó Álvarez, y adelantó que ya están preparando acciones legales contra el intendente Garro y el director del organismo previsional, Emilio Basavilbaso.