La carta señala la voluntad del Papa de colaborar en las conversaciones entre el gobierno y la oposición para trabajar por la paz en Venezuela.
Mientras esto sucedía, el Gobierno argentino de Mauricio Macri, junto con el del golpista Michel Temer y el derechista Horacio Cartes, daban un golpe en el MERCOSUR quitandole a Venezuela la presidencia pro tempore. Los golpistas argumentan que el Gobierno de Maduro no cumplió con algunos de los pasos burocráticos formales para incorporarse a ese espacio y que, por lo tanto, no puede asumir la PPT.
Por su parte, el canciller brasileño José Serra, que integra el Gobierno golpista de Michel Temer, cuestionó la democracia en Venezuela. Afirmó: “Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático. Un país que tiene presos políticos no puede ser un país democrático’’.
Aznárez aseguró que “esto es un golpe mafioso contra la soberanía de toda Latinoamérica. Esta es la decisión de tres gobiernos, no tres pueblos, porque los pueblos apoyan a Venezuela”.