Por Roberto Álvarez Mur
“La discusión sobre la idea de soberanía, vigente hasta hoy, no siempre fue la misma. Cada etapa histórica tuvo su propio tratamiento e interpretación. Cada gobierno reflejó, a través de su tratamiento discursivo, sus intereses políticos y sus búsquedas para convalidar poder”. La que habla es Silvina Pauloni, codirectora del Centro de Investigación y Desarrollo en Comunicación, Industria Cultural y Televisión (CeID-TV) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, una de las coordinadoras de la investigación “Malvinas: Relatos que acompañaron los medios. Triunfalismo, Diplomacia y Seducción”.
El trabajo, que desarrolla un seguimiento detallado de la cobertura mediática del conflicto bélico a través de diarios, revistas y TV, refleja el proceso de cambios y tensiones en torno al pasaje de dictadura a democracia, y los sucesivos gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem. “A partir de diferentes mecanismos de propaganda reproducidos por los principales medios de comunicación de la época, se lograron instalar diversos relatos en la lectura política de la Guerra de Malvinas y sus consecuencias”, expresó a Contexto Pauloni.
“Este repaso por los distintos relatos construidos desde los medios deja de manifiesto los intereses políticos disfrazados de patriotismo que cada gobierno utilizó.”
El informe repasa el progreso de los conceptos y discursos instalados en las coberturas de diarios como Clarín, Crónica y La Nación, como también en diversos archivos televisivos de noticieros y programas.
“A través de la investigación, podemos observar un punto de partida de una idea de triunfalismo en torno a Malvinas, en tiempos de dictadura, signado por la búsqueda de validación popular del gobierno militar avivando sentimientos nacionalistas”, explicó la codirectora del CeID-TV.
En tanto, a partir del retorno de la democracia con el triunfo de Raúl Alfonsín, la construcción discursiva se enfocó en restaurar el rumbo diplomático en torno a las Islas, diezmado luego del terrorismo de Estado y su desplome final. El informe explica: “La gestión de Alfonsín no pudo o no quiso tener el coraje político de romper con el legado cultural del nacionalismo confrontativo que caracterizó a la cultura política argentina”. El radicalismo devino, en tanto, en una concepción de soberanía patriótica que mediase ente el nacionalismo belicista aún latente y la necesidad de una vertiente diplomática de diálogo internacional.
“En la década de los noventas, con el advenimiento del gobierno de Carlos Menem se produce un viraje singular. El discurso se transforma en un mecanismo de seducción.” La instalación del modelo político neoliberal representado por Carlos Menem genera una nueva visión de las relaciones internacionales y, consecuentemente, en el tratamiento de Malvinas. “El objetivo directo fue lograr un diálogo y acercamiento con el Reino Unido y la población isleña en general. Se concibió la idea de una posible convivencia y soberanía compartida entre ingleses y argentinos. Esto se vio reflejado en acciones como el envío de regalos, como libros infantiles y postales a las islas, en señal de acercamiento con ‘los vecinos’ para ‘construir un sentido de familia'», como lo definía el Ministerio argentino de Relaciones Exteriores a cargo del canciller Guido Di Tella.
Las coberturas de los diarios Clarín y La Nación acompañaron esta estrategia política a través de sus artículos, generando la complicidad discursiva de la gestión menemista en torno a Malvinas.
“Nuestra meta próxima es poder continuar con el proyecto, retomando las políticas desarrolladas por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner”, destacó Pauloni.
El ensayo, realizado durante dos meses de recolección de archivos de medios gráficos y televisivos, contribuye a poner en discusión las nociones que operan dentro de la cultura argentina en torno a Malvinas; una página oscura de la historia más reciente del país, cargada de significados y percepciones que, aún, se disputan la palabra entre las trincheras.