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“Ni una menos, vivas nos queremos”, gritaron cientos de miles de mujeres en todo el país

Por Gabriela Calotti

Muchísimas vestidas de negro, con gorros, paraguas, desafiando a la lluvia y exhibiendo carteles con la consigna #NiUnaMenos, convertida en la madre de las batallas en defensa de la integridad física y moral de las mujeres, cientos de miles de ellas, en su inmensa mayoría, participamos el miércoles en una jornada de lucha y concientización contra la violencia machista que en lo que va del año se cobró la vida en nuestro país de 226 mujeres; entre las más recientes, Lucía Ríos Muller, una estudiante de dieciséis años de un colegio secundario de la Universidad Nacional de La Plata, y Lucía Pérez, otra estudiante secundaria de la misma edad en la ciudad de Mar del Plata, cuyo femicidio provocó un estupor sin igual por su brutalidad y desprecio por la vida.

Convocadas por el Movimiento Nacional de Mujeres, y aunque la principal manifestación tuvo lugar desde el Obelisco porteño hasta Plaza de Mayo, en La Plata, una inmensa columna liderada por militantes de organizaciones sociales, activistas del colectivo de lesbianas, gays, transexuales y dirigentes locales encabezó la manifestación que se desarrolló desde Plaza Moreno hasta Plaza San Martín detrás de una pancarta blanca que decía: “Nosotras Paramos, Ni Una Menos, El Estado es responsable”.

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Foto: Eva Cabrera

“Todos tenemos que poner nuestro granito de arena. Tratar de hacer algo nos salvará a todos”, afirmó Silvia, de 55 años, que fue víctima de violencia de género durante tres años, hasta que se animó y se separó de su marido con su pequeña de entonces apenas un año.

Asistente terapéutica que vive en Ensenada, Silvia agradece haber tenido “el apoyo de mi familia, pero del Estado poco y nada por aquella época. Iba a la comisaría y se burlaban”, recuerda, y asegura que su propia experiencia le dio “fuerza para seguir luchando”.

“Se necesitan más lugares de contención para que las mujeres se atrevan a salir del círculo”, afirma Silvia, que lleva un cartel hecho en casa con lápices de colores donde dice “NiUnaMenos”.

“Vecino, vecina, no sea indiferente, nos matan a las pibas en la cara de la gente”, gritaban las manifestantes de Las Rojas, saliendo de Plaza Moreno bajo la lluvia y cuando avanzaban por Plaza Italia, mientras algunos automovilistas se impacientaban por la obligada espera.

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Foto: Eva Cabrera

A lo largo de todo el recorrido hasta la Plaza San Martín, las innumerables agrupaciones, como Pan y Rosas o agrupaciones políticas, no dejaron de corear “Ni una menos, con vida nos queremos”, y hasta algunos cantaban “Paro general, contra este Estado machista y patriarcal”, al que le reclamaron la aplicación de varias leyes favorables a las mujeres y a la diversidad de género sancionadas durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, pero también demandas de buena parte de la sociedad, como el derecho al aborto o el acceso a anticonceptivos para no abortar y no correr el riesgo de morir en el transcurso, licencia laboral por violencia de género y desmantelamiento real de las redes de trata, entre otros reclamos.

Las manifestaciones en ciudades de todo el país pusieron en evidencia la forma en que la gente se empoderó con la consigna #NiUnaMenos lanzada el año pasado.

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Foto: Eva Cabrera

“Vine con mis hijas y sus amigas. Pese a la lluvia, sabíamos que íbamos a ser un montón”, dijo Alejandra, de City Bell, madre de dos adolescentes de trece y dieciséis años. “Fue una decisión grupal la de venir”, agregó, “nos sensibilizó extremadamente a todos el caso de la adolescente de Mar del Plata”.

“Vivas, libres y sin miedo”, decían otros carteles de esta multitudinaria movilización platense que concluyó de espaldas a la Casa de Gobierno, donde se reiteraron las consignas convocantes y se leyeron los nombres de los femicidios de La Plata.

“Por Sandra, Micaela, Bárbara, Marisol, Susana, Mariana, Claudia, Emilia y Lucía, presentes, ahora y siempre”, gritaron las y los manifestantes, ya cayendo la noche en la ciudad.

NosotrasParamos

A las 13 horas en punto, con aplausos y el ruido de silbatos, matracas y cornetas, un grupo de trabajadoras de la UNLP arrancó su protesta en el patio central del Rectorado, de cuyas columnas colgaban globos negros y carteles de colores con las consignas de la convocatoria. De todas las oficinas empezaron a acercarse más y más mujeres vestidas de negro, mientras crecían las palmas. Escenas similares se vieron en el interior del Ministerio de Educación, de Desarrollo Social, de Salud y en numerosas Facultades platenses, en consonancia con el resto del país.

“Es la visibilización del proceso que venimos llevando adelante a través de la educación y la capacitación”, precisó a Contexto Verónica Cruz, prosecretaria de Derechos Humanos de la UNLP. Ahora “el camino es profundizar la tarea para que haya políticas de Estado y un plan integral contra la violencia de género” en Argentina, donde la violencia machista provoca un femicidio cada 26 horas.

“Las estadísticas de femicidios producidos en los últimos tiempos son estremecedoras y nos llevan a reafirmar la centralidad del Estado como garante de los derechos de las mujeres”, afirmó un comunicado emitido por esa Prosecretaría de la casa de altos estudios platense para la cual es “fundamental continuar exigiendo políticas que efectivamente erradiquen la violencia de género en todas sus expresiones, sancionando a los responsables, brindando protección efectiva a las víctimas y desplegando estrategias preventivas con toda la sociedad”.

Cruz subrayó la necesidad de que se cumpla plenamente la Ley Nacional 26.485 que promueve la protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, sancionada en abril de 2009 y en la cual se inscribe el espíritu del Programa Institucional Contra la Violencia de Género y el Protocolo de Actuación que está en vigencia desde hace poco en la Universidad local.

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Foto: Eva Cabrera

“Esto forma parte de ponerle el cuerpo a la lucha contra la violencia de género y lo entendemos como un ejercicio cotidiano”, sostuvo a este medio Ivonne Centraco, psicóloga del servicio de atención estudiantil de la UNLP e integrante del cuerpo de delegados no docentes que reivindicó el papel histórico que desempeña esa repartición universitaria en el acompañamiento de los jóvenes universitarios desde el respaldo psicológico.

En su comunicado, la UNLP reclamó a nivel nacional, provincial y municipal “mayor presupuesto para efectivizar políticas y programas de acompañamiento y atención a víctimas, con equipos interdisciplinarios especializados y recursos institucionales adecuados”, y la “democratización del Poder Judicial y el acceso a la justicia para las víctimas de violencia”.

“Celebro que haya tantos hombres en el patio del Rectorado, porque esta pelea no es contra los hombres, es contra la sociedad patriarcal”, sostuvo a Contexto Ana Barletta, vicepresidenta académica de la UNLP, antes de que los aplausos y el ruidazo se hicieran ensordecedores para marcar el final, una hora más tarde, de este Primer Paro Nacional de Mujeres imitado este mismo día en numerosos países de la región, desde Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, Costa Rica, México y El Salvador, hasta Estados Unidos, España y Francia.

“Las mujeres del campo nacional y popular alzamos nuestras voces de manera colectiva para gritar bien fuerte basta de violencia machista. Hoy paramos y salimos a las calles hartas de femicidios, violaciones, muertes en abortos clandestinos, travesticidios, persecuciones, hostigamientos y todas las formas cruentas que nos dañan y nos impiden ser sujetas plenas con derechos”, afirmó, al ser consultada por esta cronista, la secretaria de Género de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Flavia Delmas, al leer un documento de adhesión al Paro Nacional de Mujeres en esa casa de altos estudios.

Como no podía ser de otra manera, ese documento cuestionó el papel que cumplen hoy los medios de comunicación, que cada día “refuerzan las tramas de la violencia, construyen estereotipos donde las mujeres somos mercancía” y “convierten en espectáculo el dolor y en hechos policiales la violencia contra mujeres”.

El Concejo Deliberante platense, y en particular los concejales Lorena Riesgo, Marcela Farroni, Florencia Saintout, Gastón Crespo y Florencia Rollié, respaldaron el Paro Nacional de Mujeres y la movilización platense. “No más violencia contra las mujeres, no más menospreciarlas”, sostuvo Riesgo durante la sesión deliberante.

Desde la cárcel, Milagro Sala se sumó al grito de #NiUnaMenos

“Cuando las mujeres nos ponemos de pie, siempre logramos transformaciones importantes para nuestra Patria”, afirmó Milagro Sala desde la cárcel de Alto Comedero, en las afueras de San Salvador de Jujuy, en una carta dirigida “a todas las mujeres de mi Patria” con motivo de la marcha #NiUnaMenos.

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Foto: Eva Cabrera

Encarcelada ilegalmente desde enero pasado por el gobernador jujeño aliado de Cambiemos, Gerardo Morales, la líder de la organización social Tupac Amaru, la primera presa política de Mauricio Macri, expresó su deseo de “estar con ustedes compañeras, gritando NI UNA MENOS”.

Tras denunciar que las ocho militantes de la Tupac fueron “perseguidas y encarceladas por un misógino financiado y protegido por el Gobierno nacional”, Milagro Sala manifestó que “nos estigmatizaron por ser negras, pobres o villeras, por ser mujeres que decidimos hacernos cargo de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestra comunidad”.

Mientras cientos de miles de mujeres gritaban “Ni Una Menos” en los cuatro rincones del país, desde Jujuy, la dirigente social afirmó: “Gracias por decir Basta y por seguir luchando por todas las mujeres de la Patria”.