Por Fernando M. López
Cuando aparecen hombres y mujeres que dan su vida por el pueblo, se enfrentan a los poderosos y conducen transformaciones profundas que quedan para siempre en la memoria colectiva, sin duda no mueren. Tarde o temprano se multiplican.
Néstor Kirchner asumió como presidente el 25 de marzo de 2003 con el 22,4% de los votos y muy pronto hizo la diferencia, demostrando con hechos concretos que no estaba dispuesto a dejar sus promesas y convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Hace poco, una militante neuquina sintetizó a este periodista la trascendencia de su Gobierno. Y lo hizo con una sola frase: “Vino a proponernos un sueño y nos devolvió la patria entera”. Ella se llama Silvina Guerrero Dewey y es oriunda de Cutral Co.
Cuando en 2004 Kirchner le ordenó al entonces jefe del Ejército, Roberto Bendini, que descolgara los cuadros de los genocidas Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone de las paredes del Colegio Militar, quedó más que claro desde qué lugar encararía sus políticas de derechos humanos, pero además fue todo un símbolo contra el modelo neoliberal que se impuso con sangre y muerte desde la última dictadura hasta el estallido de 2001, el “que se vayan todos”, y los intentos restauradores que desembocaron en la Masacre de Avellaneda.
Hugo Chávez, otro líder popular que palpita en el corazón libertario de la Patria Grande, lo definió como un “indoblegable combatiente” que “comprendió, con su visión de águila, la necesidad histórica y política de establecer una alianza estratégica entre la Argentina y Venezuela”, como puntapié para reemprender la gran obra inconclusa de San Martín y Bolívar: “nuestra definitiva Independencia”.
Cabe recordar estas palabras en momentos en que se vuelve a imponer el neoliberalismo sobre América Latina, ya sea a partir de un sinnúmero de mentiras marketineras que le permiten a la derecha ganar elecciones democráticas, o acciones golpistas para plantar cipayos por la fuerza en los poderes del Estado.
El Imperio no tiene límites a la hora del saqueo. Lo manifiesta en Argentina y en Brasil, donde Mauricio Macri y Michel Temer ya transfirieron descomunales recursos desde las clases trabajadoras hacia los sectores más concentrados de la economía; donde crece la desocupación, la pobreza y el endeudamiento externo; y donde todos los días se barren derechos conquistados durante la última década. Los planes desestabilizadores avanzan ahora contra los Gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, como paso previo para poder exhumar el ALCA, enterrado en Mar del Plata desde noviembre de 2005.
Hoy se cumplen seis años del fallecimiento de Kirchner y habrá homenajes en distintos puntos del país. El acto central tendrá lugar en San Justo. Allí, a poco de asumir, el ex presidente anunció la urbanización de Villa Palito, hasta entonces uno de los barrios más postergados del país. Participarán, entre otros, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, el ex gobernador Daniel Scioli, y el diputado nacional Máximo Kirchner, quien estará a cargo del discurso de cierre.
Antes de estos actos, Contexto habló con referentes de distintos sectores. A continuación sus impresiones.
Marcel Aguilera, co-presidente de la FULP: «A Néstor lo recuerdo y lo interpreto como el compañero que le devolvió la política a la juventud y el horizonte al peronismo. Recuperó el sentido político de la doctrina de Perón, vinculándola nuevamente con los más humildes para fundar un proyecto transformador de carácter nacional y popular».
Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores: «Fue un militante que tuvo el coraje político de transgredir los límites que el poder fáctico le había impuesto a los distintos presidentes desde 1983. Néstor leyó la crisis que llevó al estallido social, el agotamiento de las viejas recetas neoliberales, y apeló a construir un cambio profundo, parado sobre los escombros de las experiencias políticas anteriores. El mejor homenaje es reconocerle el aporte que hizo para que el pueblo volviera a tomar la política como herramienta de transformación de la realidad».
Héctor Recalde, jefe del bloque de diputados nacionales del FpV: «La trascendencia de Néstor Kirchner, más allá de medidas estructurales como el desendeudamiento, el “No al ALCA”, la reactivación de la industria nacional, las paritarias y el salario mínimo, vital y móvil, tienen que ver con la incorporación de la juventud a la cosa pública. Fue una transformación fundamental de la que pocas veces se habla. Yo lo palpé en un momento doloroso, en la Capilla Ardiente, cuando miles de chicos y chicas desfilaron llorando. Sin duda, Néstor está entre nosotros».
Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora: «Siempre fue muy afectivo. Con él, conseguimos avanzar en el respeto de los derechos humanos y pudimos ponerle fin a las leyes de impunidad, para poder seguir adelante con los juicios por crímenes de lesa humanidad. Ese logro tan importante es una ventana abierta al mundo, un legado en la búsqueda de la verdad y la justicia. Hoy más que nunca, cuando atravesamos una situación tan complicada en materia de derechos humanos, hay que defenderlo».
Adrián Urrutia, secretario general de la Mesa por la Igualdad de Neuquén: «Si hoy estoy casado con mi marido y tenemos tres hijos es porque hubo un tipo como Néstor Kirchner que escuchó a los gays, a las lesbianas y a los trans para hacer de la igualdad un derecho. Lo recuerdo con mucha gratitud, emoción y ganas de transformar la realidad, como él lo hizo. Mis hijos estaban en un hogar de menores y hoy están en una casa, viviendo la vida como la tiene que vivir cualquier niño».
Sebastián Miquel, fotógrafo popular y autor del libro Gracias Néstor: «Mi primer reflejo cuando me enteré de su fallecimiento fue ir a la Plaza de Mayo y me aboqué a vivir esa experiencia desde la fotografía. Vi un primer día de desasosiego, de fuerte angustia y abrazos solidarios entre personas que no se conocían. Luego, la militancia y las expectativas políticas se hicieron más presentes. Y al tercer día fue la despedida bajo la lluvia, a lo largo de toda la ciudad de Buenos Aires. Habían transcurrido siete años de grandes momentos para la historia argentina y todo eso se me vino encima cuando vi despegar el avión que se lo llevaba hacia el sur. Recién entonces pude largar unas lágrimas y pensar en el apoyo a Cristina Fernández de Kirchner. Creo que, a medida que vaya pasando el tiempo, su figura será cada vez más grande. Los argentinos le debemos muchísimo a Néstor».
Ornella Infante, coordinadora patagónica de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA): «Néstor fue un presidente que llamó a los sectores más postergados para empezar a crear las políticas públicas e incluirnos en la agenda de gobierno del proyecto nacional y popular que luego continuó la compañera Cristina. Abrió por primera vez las puertas de la Casa Rosada para que ingresara una mujer trans, que fue Marcela Romero, presidenta de ATTTA, y desde allí, junto con María Rachid, impulsaron distintas políticas, como el plan nacional contra la discriminación, la derogación de los códigos contravencionales que criminalizaban la diversidad sexual y el travestismo en toda la Argentina, el primer programa de diversidad sexual articulado con el Ministerio de Salud de la Nación y el primer foro de diversidad sexual dentro del INADI. Todas estas políticas, anteriores a la Ley de Género y Matrimonio Igualitario, fueron dando sentido a nuestras vidas porque, hasta entonces, las mujeres trans éramos encarceladas y torturadas en plena democracia. Con Néstor empezamos a ser ciudadanas de derecho».