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Hebe de Bonafini denunció amenzas

La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, denunció ayer que en la madrugada del sábado recibió nuevas amenazas. «A las 2:30 de la mañana sonó el portero eléctrico, me levanté y cuando atendí una voz me dijo ‘vieja de mierda, hija de puta, terminala te vamos a matar, terminala con las cartas al papa y las ofensas a nuestro presidente'», contó en un video que difundió a sus allegados por Telegram.

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Según indicaba en el comunicado audiovisual, cuando comenzó a circular la carta que envió al papa –en la que le contaba al pontífice que las cosas en Argentina están peor que desde su último encuentro–, le cortaron el funcionamiento del teléfono celular, después el teléfono fijo de la casa y finalmente a la madrugada alguien se acercó hasta su vivienda y le tocó el timbre.

«No quiero dejar pasar nada para que vean cuánta impunidad. Se fueron como si nada pasara», remarcó. Además, expresó que no hará la denuncia a la Policía porque considera que «nunca investigan nada y los jueces menos». «Me da vergüenza que volvamos otra vez a las mismas, a las amenazas cobardes, a los que no dan la cara. Y ¿saben qué? Sería lo mejor que podría llegar a pasar morir bajo las balas del enemigo, total ya viví muchos años, no les tengo miedo», finalizó en el video.

No son hechos aislados

El primero de enero, a pocos días de haber asumido el Gobierno de Mauricio Macri, un grupo de cuatro personas violentó el edificio de la radio de las Madres en Luis Saenz Peña 210, Capital Federal, y golpearon a un operador de la emisora. Aquella agresión se dio en un marco en el cual Hebe de Bonafini y su secretaria recibían a diario amenazas de todo tipo por teléfono, y se intensificaron luego de la marcha en defensa de la AFSCA.

También diferentes actores sociales han denunciado desde comienzo de año actos intimidatorios de estilo similar. Sólo por mencionar algunos, vale recordar que en Lanús, el 12 de febrero, seis personas que llegaron en moto, tras no poder ingresar, atacaron la sede central de ese distrito del Frente para la Victoria con siete disparos en la puerta del local.

Luego hubo una serie de ofensivas violentas que agredieron espacios de militancia del peronismo en el barrio El Retiro de la ciudad de La Plata, y el 9 de mayo el Partido Justicialista de la misma ciudad denunció la destrucción del portón de su sede de calle 54 entre 7 y 8.

Uno de los casos que más resonó en el ambiente político nacional fue la agresión a una sede de Nuevo Encuentro mientras se realizaba un acto con cuatrocientas personas, lo que dejó un saldo de dos heridos de bala. El hecho fue leído por las agrupaciones políticas como un “atentado” de “violencia política”. Meses después se dio a conocer que el agresor había sido un aportante a la campaña del PRO.

A fines de junio, Cristina Fernández denunció un episodio intimidatorio perpetrado contra la casa de Río Gallegos que pertenece a los padres del ex presidente Néstor Kirchner. Bajo el título “Violencia de época”, la ex mandataria explicó, tal como se vio en fotos de prensa, que la puerta de la casa había sido abierta “a las patadas”. Claramente se veían las marcas de los borceguíes. “Esa metodología, la de abrir las puertas a las patadas, nos remite a épocas pasadas”, precisaba la ex Presidenta en su cuenta de Facebook.

En julio, un grupo de individuos atacó la parroquia Nuestra Señora de Fátima ubicada en la Isla Maciel, donde Cristina Fernández de Kirchner se había reunido con el grupo de Curas en Opción por los Pobres, junto al padre Francisco Olivera.

Vale destacar dentro de los mencionados ataques, los que viene realizando el grupo autodenominado «Vanguardia Nacionalista», en un contexto nacional en el cual el Gobierno con sus acciones, silencios y comentarios habilita estos hechos despreciables. Entre ellos se encuentra el del 29 de agosto, cuando pintaron la fachada de un local de La Cámpora en el barrio platense El Mondongo, y pocos días antes habían agredido con pintura un mural que pedía la libertad de Milagro Sala. Además, el 24 de marzo, Vanguardia Nacionalista pegó afiches en la puerta del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, donde se realizan los juicios a los genocidas de la dictadura cívico-militar. En octubre, el mismo grupo realizó pintadas al frente del centro cultural Vuelta de Obligado de La Plata, de Nuevo Encuentro y Unidos y Organizados.

El viernes pasado, Gustavo Docters, militante peronista e hijo de Walter Docters, preso político durante los siete años de la dictadura, recibió un mensaje intimidatorio de la Juventud Nacionalista de La Plata, grupo que en otras oportunidades llevó a cabo acciones similares contra organismos de derechos humanos.

Repudios

Apenas se viralizó el video de las Madres, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata envió un comunicado expresando su repudio.

La Casa de Estudios enunció que la «persecución contra los principales referentes de la lucha por los derechos humanos no es más que una muestra de cobardía de quienes, a lo largo de la historia, han ido contra la defensa de los derechos de los pueblos».

Y agregó: «Como institución, no queremos dejar pasar este hecho gravísimo que nos remite a tiempos del horror a los que no estamos dispuestos a volver». «Las cobardes amenazas de los que no dan la cara demuestran la impunidad con la que se mueven y van contra el conjunto de nuestra sociedad y el sistema democrático, del que nuestras Madres y Abuelas son un pilar fundamental con su lucha y con su ejemplo», finalizó el comunicado de la Unidad Académica.

También el Colectivo de Teología de la Liberación «Pichi Meisegeier» repudió las amenazas recibidas por la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo: «Esto vuelve a demostrar el clima de venganza, revanchismo y odio que este gobierno sigue generando sobre los militantes populares y aquellos que defendemos los ddhh», expresaron en el comunicado difundido por Facebook. Y agregaron: «Hebe es el símbolo de una lucha que no sólo se enfrentó a la dictadura genocida sino también a todos los que aplican políticas que hambrean y postergan a nuestro pueblo».