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La palabra “industria” sigue borrada del diccionario de Vidal

Hace dos meses y medio que el Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires, que aporta el 40% del PBI nacional, se mantiene acéfalo y no existen señales por parte de la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal de definir políticas destinadas al sector industrial, en un contexto de aumento del desempleo por la fuerte caída de la actividad y por la apertura de importaciones, inflación y tarifazos en energía, lo que resulta dinamita para el mercado interno.

Por el contrario, desde sus manejos, el Gobierno dio explícitas muestras de que la producción no es prioridad en sus políticas. El año pasado pasaron dos ministros por su conducción y ninguno de ellos proveniente del sector industrial: Jorge Elustondo, ingeniero agrónomo especialista en la rama agropecuaria a cargo del aquel entonces Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología que luego se dividió.

El segundo y último ministro fue Joaquín De la Torre, ex intendente de San Miguel, quien a principios de diciembre ingresó al gabinete provincial y desde aquel día el Ministerio quedó relegado por el Gobierno. Actualmente, quien pone la firma para tomar decisiones en la cartera es otro ministro, el de Agroindustria, el ex Monsanto Leonardo Sarquís.

El abandono en que Vidal hunde la industria, en línea con el Gobierno nacional, despertó críticas de la oposición, de empresarios y gremialistas.

“El Gobierno no tiene un plan de industrialización, tiene un plan de desindustrialización. Cuando ves que no tenés conducción en la industria es porque te dan la señal clara de que no les interesa”, dijo a Contexto Daniel Moreira, presidente de Asociación Pyme y miembro de la Mesa Directiva de CGERA.

Moreira definió el cuadro de situación de la pequeña y mediana empresa en “creciente deterioro” por la “destrucción sistemática del mercado interno” que alimenta a las pymes.

Afirmó que desde Nación “hay un plan diseñado para que la industria argentina desaparezca, y que en definitiva las pymes desaparezcan. Lo que no ven es que en realidad el conjunto de la población es el mayor perjudicado, porque si no se consume no hay trabajo y entonces ahí el problema ya no es sólo económico sino social”.

El representante de la UIA y presidente de la Unión Industrial del Gran La Plata, Francisco Gliemmo, se sumó al profundo descontento empresarial al cuestionar que “ya pasó el 25% del mandato y, si después de un año creemos que no sirve el Ministerio de Producción, ¿cómo vamos a vivir sin trabajo?”.

Luego de un 2016 signado por la caída del empleo, el 2017 comenzó guiado por el mismo curso: imágenes de fábricas que cierran o despiden trabajadores. En enero, la compañía textil Alpargatas despidió a ochenta trabajadores de su planta de Florencio Varela. Sus directivos dijeron que fue por la apertura de importaciones y la caída de ventas.

En otro punto de la provincia, en Vicente López, y por los mismos motivos de apertura indiscriminada a las importaciones, la empresa PC-Arts fabricante de Banghó anunció el cierre y el despido de doscientos trabajadores, aunque luego de la protesta del gremio de la UOM pasaron a ser suspensiones con el 70% del salario.

Además de mantener el sillón del Ministerio de Producción vacío, la gobernadora Vidal, durante este mes y medio de 2017, lejos de dar alguna muestra política de torcer el rumbo, prosiguió con una lógica característica de su gestión: vetar expropiaciones.

Desde que asumió, lo hizo cinco veces. Las últimas dos fueron este año, cuando vetó la expropiación de las empresas Cerraduras de Precisión y Presidente Néstor Kirchner, a pesar de que en diciembre ambas Cámaras apoyaron a los trabajadores. En 2016 rechazó el trabajo autogestivo en otras tres ocasiones vetó a Acoplados del Oeste de Merlo (ADO), DEPE de San Martín y el Hospital de Lavallol de Lomas de Zamora.

Desde la oposición también levantaron voces contra la desidia de Cambiemos por la industria. El bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados bonaerense, a través de un pedido de informe presentado por el diputado César Valicenti a fines de enero, solicitó que detalle los motivos que llevaron a no designar por el momento un ministro de Producción.

En el texto, el legislador exigió que la gobernadora señale los fundamentos para no designar otra persona, comunique quién es actualmente el interlocutor y manifieste cuántos empleados fueron despedidos desde el 1° de enero de 2016 hasta la actualidad.

“En la primera sesión del año vamos a hacer una declaración pública de lo que está sucediendo, por la vacante y por la situación de la producción en la provincia”, dijo a Contexto el legislador provincial César Valicenti.

“Tanto a nuestro bloque como a la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires, los números nos dan una caída de aproximadamente el 7% en la la actividad industrial en 2016, con mayor crisis en los sectores de construcción, calzado, electromecánica y textil”, agregó Valicenti.

“La falta de ministro refleja la ausencia de una política pública para la industria y para las medianas y pequeñas empresas”, concluyó.