Las autoridades de la Escuela N° 515 para Ciegos y Disminuidos Visuales, ubicada en calle 495 entre Camino Centenario y 14, denunciaron la “grave usurpación” del predio de la institución por parte de la Sociedad de Fomento Polideportivo Gonnet (SFPG), quienes construyeron una cancha de fútbol alambrada para competir en la Liga Amateur Platense y colocaron una bomba de agua para riego. La escuela pide que se retiren esas obras porque fueron realizadas sin aviso ni autorización, transgrediendo el convenio firmado entre las partes.
Para la escuela, el alambrado y los postes de la cancha implican una “barrera arquitectónica” que entorpece las prácticas de educación física de los alumnos. “Si nos hubieran dicho de antemano lo que iban a hacer, no lo habríamos aprobado. No puede haber alambrados y tribunas donde hacen educación física chicos ciegos. Abusaron del convenio y sin pedir autorización”, dijo a Contexto Teresa Altieri, secretaria de la cooperadora de la escuela.
Altieri dijo que la escuela ha firmado años atrás convenios de este tipo con La Plata Rugby Club y Club Los Tolosanos, “sin inconvenientes”, sólo para el uso y mantenimiento de los terrenos, no para ese tipo de construcciones.
En junio de 2016, autoridades de la escuela y su cooperativa firmaron un convenio con el SFPG en el que este accedía a las instalaciones del amplio predio –propiedad del Estado provincial– para el desarrollo de las actividades futbolísticas de sus categorías, a cambio de la limpieza y el mantenimiento de los terrenos, que se encontraban abandonados, con los vestuarios destruidos y los pastos altos.
El club, que planeó todo para comenzar a competir este año en la Liga Amateur Platense, afirma en un comunicado que invirtió tiempo y más de 200 mil pesos en reparar el techo de la escuela y los vestuarios, levantar escombros, nivelar el terreno, sembrar la tierra, pagar servicio de wifi y cortar y mantener el pasto.
Para la escuela, el conflicto empezó cuando vieron que el club levantó un alambrado que rodea una de las dos canchas de 11, requisito para competir en la liga platense. La segunda obra que no aceptan es la instalación de una bomba de agua para regar los terrenos. También subrayan que el club no avisó que planeaba participar en la liga, sino usar las canchas para sus categorías infantiles y juveniles.
Tras advertir esta “situación de irregularidad”, la escuela acudió al Consejo Escolar –organismo encargado de mantener el lugar–, y como el convenio todavía no había sido tratado para su aprobación en ese organismo, lo retiraron y lo anularon, notificando al presidente de SFPG.
El proyecto fue firmado por Sonia Maluendres, directora del establecimiento, el presidente de la Asociación Cooperadora, Leandro Glatsttein, y Marcelo Lulkin, presidente del club. El documento “no tiene fuerza de Convenio hasta que el Consejo Escolar y Cooperación Escolar no lo avalen”, afirmó la escuela en un comunicado.
La escuela exigió el retiro de las obras: “Se le notifica por cédula de notificación que envía el Equipo Directivo en representación de la escuela en donde solicita que se retiren las obras indebidas porque además constituyen una barrera arquitectónica para nuestros hijos con discapacidad visual interrumpiendo el libre desplazamiento de nuestros hijos en el predio, las prácticas deportivas de atletismo, actividades recreativas, uso de tándem y bicicletas”.
Desde el club sostienen que fue un “acto de mala fe” que la escuela haya permitido las obras cuando todavía no había sido aprobado el convenio por el Consejo Escolar, con el gasto de tiempo y dinero que implicó.
Luego de reuniones entre las partes y la Jefatura Distrital de La Plata, solicitaron pedidos de informes a Educación Especial y a la Dirección Provincial de Infraestructura Escolar para evaluar las características del convenio.
Entre tanto, las autoridades de la institución cambiaron los candados de la entrada a la escuela para impedir el ingreso de la gente del club, quienes explicaron que dentro de los terrenos dejaron objetos de valor a los que no pudieron acceder.
Ayer por la mañana, padres y ex alumnos se juntaron en la institución junto con autoridades escolares y de la cooperativa para expresar su defensa de la escuela y los pasos a seguir. Se encuentran a la espera de respuestas del Consejo Escolar para que retire el alambrado, los postes y la bomba de agua.