En medio del caliente conflicto entre el Gobierno de María Eugenia Vidal y los gremios docentes, el presidente Mauricio Macri presentó ayer en la quinta de Olivos y a partir de un breve discurso los resultados del operativo Aprender, un paquete de evaluaciones de multiple choice tomadas en escuelas públicas y privadas en octubre del año pasado para alumnos de primaria y secundaria, con el presunto objetivo de establecer un diagnóstico del sistema educativo nacional.
Para Macri, los resultados fueron “dolorosos” y “sorprendentemente malos”, tal como previeron los gremios antes de la realización del examen, cuando afirmaron que serían utilizados para minar la legitimidad de la escuela pública y de sus roles.
El líder de Cambiemos les dio la razón con una frase que hizo estallar de comentarios críticos las redes sociales, despertó el repudio de los gremios y de la comunidad educativa, y que expresó su matriz privatista y de clase, cuando afirmó que hay una «terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública».
Como otra herramienta utilizada por Cambiemos para arremeter contra los docentes, Macri dijo que “siete de cada diez chicos que terminan el secundario no tienen conocimientos básicos en matemática”. Agregó que “cuatro de cada diez alumnos del primario (sexto grado) no comprenden textos en la escuela pública”, mientras que precisó que esa variable desciende en la escuela pública a “dos de cada diez”.
Los datos también le sirvieron para anunciar que el Ejecutivo enviará al Congreso de la Nación un proyecto de ley titulado “Plan maestro”, una “ambiciosa” iniciativa con objetivos a “largo plazo”.
En diálogo con Contexto, el ex ministro de Educación de la provincia de Buenos Aires, Mario Oporto, sostuvo que el operativo Aprender “fue hecho a las apuradas para poder hacer un diagnóstico a principio de año para usar en la disputa paritaria. Fue preparado de antemano por el Gobierno, no sorprende”.
“Macri se apresura a hacer juicios cuando las variables educativas son complejas y variadas”, dijo Oporto, quien agregó que la finalidad que persigue el Gobierno con los resultados del Aprender es generar “cambios estructurales” en la política educativa, “entre los que se encuentran las conquistas y derechos de los docentes”.
Semanas atrás, Vidal se manifestó en una línea similar a la de Macri en cuanto al desprecio hacia la escuela pública, cuando en plena puja con los maestros dijo que “la educación pública no da para más”.
Las frases fueron acorde con sus medidas para debilitar a los gremios: no se mueve del techo salarial del 19%, amenazó con quitar la personería gremial, confirmó descuentos para quienes hagan huelga y un pago plus para quienes no se adhieran.
La feroz campaña de trolls del PRO en las redes, la conciliación obligatoria que dictó su ministro de Trabajo y una demonización de la imagen del titular de Suteba, Roberto Baradel, fueron otros puntos de la estrategia de Cambiemos fagocitada por los medios hegemónicos.
Entre las principales críticas que señalaron los sindicatos, docentes e incluso militantes estudiantiles ante la ejecución del Aprender 2016 se advertía que la evaluación no consideraba los aprendizajes previos y el trabajo hecho en las clases, y estandarizaba las diversas condiciones sociales, culturales y económicas que existen entre las escuelas.
El otro punto tenía que ver con que los docentes quedaban al margen del examen, supeditados a veedores que ponía el Gobierno, quienes ni siquiera conocían a los alumnos. Y subrayaron que todas estas características de pruebas son diseñadas por empresas multinacionales de la educación.
Los gremios alzaron la voz luego de las declaraciones de Mauricio Macri. Roberto Baradel dijo que “nosotros no caemos en la escuela pública, estamos de pie. La elegimos y la defendemos. Esa es la diferencia”.
Silvia Almazán, secretaria de Educación y Cultura de Suteba, afirmó que “es la primera vez que un presidente plantea que es una inequidad ‘caer’ en la escuela pública”.
Por su parte, Luana Volnovich, diputada nacional del FpV y vicepresidenta de la Comisión de Educación, señaló que “con este desprecio habla Mauricio Macri. El desprecio por lo público y la educación pública brota cuando el guión falla. Ahora se entiende por qué no hay aumento docente”.
Docentes particulares también reaccionaron. En Mar del Plata, la docente de escuelas públicas de la ciudad balnearia Lorena Ravalli le escribió una carta a Macri después de escuchar sus agravios. «La educación pública debe ser el principal tema de su agenda, y no el objeto de su discriminación», apuntó.
La docente, quien en la carta explica que manda a sus hijas a escuela pública, le dijo al presidente que “sus dichos, francamente, dan cuenta de su pobre capacidad simbólica y política como funcionario. Y de su poca o nula perspicacia a la hora de empatizar con la sociedad. Incluso con la parte que lo votó».
Entre tanto, el ministro Esteban Bullrich ratificó ayer en conferencia de prensa que el Gobierno nacional no cumplirá la ley que obliga a convocar a la paritaria nacional docente, una de las principales exigencias de los gremios junto con la de salarios dignos. Hoy reiteran el reclamo por un aumento del 35% y apertura de la paritaria nacional con una Marcha Federal Educativa que termina en la Plaza de Mayo. La medida de fuerza es mientras el Gobierno fija un techo del 18% para que cumpla cada una de las provincias.
Bullrich dijo que los recursos del presupuesto “no son flexibles” para asistir a las provincias. Una postura del Gobierno nacional que viola la ley y radicalmente opuesta a las declaraciones de Macri de ayer cuando anheló que “la educación pública sea de calidad en cada rincón del país” y que “los estudiantes, nazcan donde nazcan, tengan las mismas oportunidades”.