El ex titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Martín Sabbatella, declaró ayer en el Juzgado Federal N° 11 de Claudio Bonadio. Al salir, contó que el magistrado no estuvo en ningún momento de la indagatoria y que, cuando se ofreció a contestar preguntas, no le hicieron ninguna.
“No es raro que Bonadio no dé la cara. Debe estar hablando por teléfono con (Mauricio) Macri o con (Héctor) Magnetto, acomodando sus decisiones jurídicas a las necesidades políticas del Gobierno y a los intereses económicos de las corporaciones”, lanzó Sabbatella en la puerta de los tribunales de Comodoro Py, junto a una gran cantidad de dirigentes políticos, gremialistas, intelectuales y artistas que respaldaron su gestión en la ex AFSCA, disuelta por decreto presidencial.
La causa contra Sabbatella y otros ex funcionarios del organismo de aplicación de la Ley de Medios se inició a partir de una denuncia del Grupo Clarín a fines de 2014, cuando se dispuso la adecuación de oficio del multimedia conducido por Magnetto. Clarín había presentado un plan de venta para ajustarse a derecho, pero luego la AFSCA advirtió que se trataba de una operación “ficticia” y emprendió los trabajos de oficio para que la empresa se desprendiera de las numerosas señales que tenía de más.
“Cuando el grupo hizo la denuncia, lo que pretendía era obtener una medida cautelar que le permitiera seguir incumpliendo la Ley 26.522. Con el cambio de Gobierno eso ya no fue necesario, porque Macri le paga a Magnetto todos los favores que puede, concediéndole todos sus deseos. Clarín ya no impulsa esa denuncia formalmente, ahora lo hace a través del juez Bonadio”, explicó a Contexto Alejandro Rúa, uno de los abogados de Sabbatella.
El letrado consideró que el juez “no tiene ningún elemento” para procesar a los integrantes de la ex AFSCA en esta causa por “abuso de autoridad e incompatibilidad con los deberes de funcionario público”, y que correspondería el sobreseimiento.
“Pero conocemos el juego de Bonadio en estos tiempos y sabemos que no necesita pruebas para procesar a alguien, sólo su voluntad. Él es parte de la avanzada de un sector del Poder Judicial que persigue a los funcionarios del Gobierno anterior que hayan hecho algo en contra de Clarín, Magnetto o sus socios, de modo de aleccionar a la sociedad de que este es el destino que le va a reservar a cualquiera que en el futuro se anime a cuestionar a ese grupo hegemónico”, completó Rúa.
En el mismo sentido, Sabbatella sostuvo que la causa en su contra es “una más de toda la batería de barbaridades y manipulaciones que lleva adelante el Partido Judicial contra Cristina y el kirchnerismo, en su búsqueda por castigar al proceso en el que se enfrentó de verdad al poder económico concentrado”.
Horas después de las declaraciones del ex titular de la AFSCA en Comodoro Py, se supo en qué andaba Bonadio: preparando el procesamiento de Cristina Fernández de Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia.
Tras imputarle a la ex presidenta los presuntos delitos de asociación ilícita, negociaciones incompatibles con la función pública y lavado de dinero en el marco de la causa Los Sauces –además de trabarle un embargo de 130 millones de pesos y prohibirle salir del país–, el juez federal se declaró incompetente y giró el expediente a su colega Julián Ercolini, a cargo de la causa Hotesur. Bonadio fue apartado de esta última por citar a testigos sin informar a la defensa, no permitir el acceso al expediente y realizar pericias irregulares.
Al conocer la decisión judicial, Cristina consideró que el nuevo procesamiento es parte de un “montaje mediático-judicial” para tapar el deterioro de la situación económica del país por las propias políticas recesivas de Macri.
“Bonadio, desde las dependencias del Poder Ejecutivo en Comodoro Py –y a quien Mauricio Macri obviamente no considera mafioso– dicta el segundo procesamiento por asociación ilícita contra CFK, y ahora –como la situación económica empeora– le agrega a hijos, escribanos, contadores y etcéteras varios”, subrayó la ex mandataria en sus redes sociales.
El juez había procesado a Cristina en mayo del año pasado en la causa por el dólar futuro. Hace dos semanas, en vísperas de la multitudinaria marcha por del Día de la Memoria, la elevó a juicio oral, dejando de lado a los funcionarios y amigos de Macri que se beneficiaron de esa operatoria luego de la devaluación de Cambiemos, entre ellos Nicolás Dujovne, José Torello, Gustavo Lopetegui, Mario Quintana y Nicolás Caputo.
“Alguien de la Alianza Cambiemos debería advertirle a Macri y su gabinete que gobernar no es manejar los titulares de los diarios o los zócalos de los noticieros”, ironizó Cristina, y completó: “Gestionar no es armar puestas en escena, ni tratar de golpistas a los que piensan que las políticas de este Gobierno son equivocadas. Ni perseguir judicialmente y espiar desde los organismos de inteligencia del Estado a los opositores y sus familias”.