Tras reanudar una conciliación obligatoria consignada por el Ministerio de Trabajo de la Nación ayer a último momento, los empleados de la planta de Baradero de la industria Atanor volvieron a plantear sus demandas ante el cierre de la empresa.
Al igual que meses atrás, la confrontación está motivada por los despidos, suspensiones y cierres que propició la apertura de importaciones impulsada por el Gobierno de Mauricio Macri.
Al cierre de esta nota, los representantes del Gremio de Químicos y Petroquímicos mantuvieron una tensa jornada de discusión en el organismo a cargo de Jorge Triaca donde exigieron que los empresarios “acaten las responsabilidades que les corresponden” o de lo contrario “retomarán las medidas de lucha”.
“Lo que planteamos es que nos han rebajado el 35% el sueldo a los trabajadores de la empresa Carboclor, nos han despedido gente en Quipra, de quienes todavía no hay respuesta, nos han cerrado Atanor y otras empresas ya no están pagando los salarios”, dijo a Contexto el tesorero del Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas, Néstro Carrizo, uno de los representantes del gremio que ayer se reunió con la cartera laboral, recibido por representantes de la Dirección de Relaciones Laborales.
La respuesta del Gobierno, según informó Carrizo en un cuarto intermedio, fue: “El Ministerio dijo que no ‘tenían ningún antecedente’ respecto del problema. Nosotros les planteamos que acatamos la conciliación y qué iban a hacer ellos si las empresas no la cataban, si no pagan los sueldos, no dan solución a los despidos”.
Carrizo aseguró que si las empresas no acatan las condiciones, el gremio tampoco lo haría y volverían al paro. Al reconstruir el comienzo de los conflictos en todo el cordón industrial que abarca Campana, Zárate, Baradero –donde se ubica la ya cerrada planta de Atanor–, entre otros, Carrizo señaló un punto de tensión fundamental: “La apertura de importaciones, el aumento de costo energético y de servicios. Por eso hemos pedido de manera reiterada que se participe a la Secretaría de Industria, que se amplíe esta discusión. Hoy Atanor está importando todos los productos que fabricaba en su planta”.
“Acá en Baradero sabemos que Atanor no abre más. Nosotros fabricábamos la materia prima para producción de agroquímicos. Pero ahora van a traerlo de afuera gracias a la importación”, dijo a Contexto Eduardo Koch, delegado del Gremio de Químicos y Petroquímicos de Zárate y parte del conjunto de despedidos de Atanor. Koch agregó: “Hasta febrero creíamos que teníamos fuentes de trabajo aseguradas”.
Según los datos del INDEC, en el primer bimestre el sector de sustancias y productos químicos redujo su nivel de actividad en 1,8%, con caídas en fibras sintéticas y artificiales (-16,7%), gases industriales (-4,9%), materias primas plásticas y caucho sintético (-4,5%), productos farmacéuticos (-3,2%) y agroquímicos (-2,2%). Subió en los primeros dos meses la producción de detergentes, jabones y productos personales (1,7%) y productos químicos básicos (0,4%). La utilización de la capacidad instalada se ubicó en el 68%.
“El efecto de estos conflictos laborales en zonas como Campana o Zárate, donde es una de las principales fuentes de trabajo, es muy grave, igual que en Gualeguaychú y Larroque, donde hay plantas que están atravesando el mismo problema. Desde nuestro gremio hemos calculado que sólo en Atanor están en juego entre trescientos y cuatrocientos puestos de trabajo, y es el sustento de cuatrocientas familias”, sostuvo Carrizo. Desde el sector de Químicos y Petroquímicos advirtieron que resolverán de inmediato si volverán al paro.