Dieciséis años y medio después de la represión policial desatada en diversos puntos del país en medio del estallido social y el derrumbe del gobierno de la Alianza presidido por el radical Fernando de la Rúa, que dejó un total de 39 muertos, esta semana comenzó el juicio por el asesinato de uno de los tres jóvenes asesinados en Córdoba, David Ernesto Moreno, de tan sólo 13 años.
“Lo importante es demostrar que la orden de reprimir vino del superior gobierno de la provincia pues por lo menos hay un policía imputado ante el tribunal”, afirmó desde Córdoba a Contexto la abogada que está al frente de la querella, Adriana Gentille, que dijo esperar que durante el proceso “la justicia corrobore que la policía tiró plomo en esa jornada”.
El 20 de diciembre de 2001, el oficial subinspector Hugo Cánovas le disparó con una escopeta con balas de plomo a David frente al supermercado Mini Sol en Villa 9 de Julio, en el noroeste de la capital cordobesa, en medio de un supuesto saqueo . Dos policías femeninas, Daniela Alejandra Adán y Laura Estela Freire, acusadas de falso testimonio y encubrimiento también serán juzgadas en esta instancia que se desarrolla en el Palacio de Tribunales II, en el barrio cordobés Observatorio.
“Salió corriendo cuando la policía empezó a disparar contra los vecinos que se agolpaban frente a un supermercado en la provincia de Córdoba. La autopsia determinó que David fue herido con cinco proyectiles, algunos de goma y otros de plomo. De la nuca le extrajeron una posta de plomo que pertenecería a un cartucho disparado por una escopeta calibre 12/70 de la Policía. Los impactos en su cuerpo y en los de los otros heridos fueron por la espalda, por lo que se descarta que hayan sido lesionados por otras armas que las que disparaban los uniformados”, según reconstruyó la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI).
Gentille también confió en que “al principal imputado le den algunos años de pena”, dictamen que al parecer está “complicado porque no fue el único tirador” en los alrededores del supermercado.
Más 16 años después de aquella tragedia político-social y económica en la que el gobierno de la Alianza dejó a millones de argentinos sin protección, los padres de David, Rosa y Alberto, volvieron a recordar el martes que su hijo había salido a jugar antes de que comenzaran los saqueos en ese supermercado.
Ese día había entre 12 y 15 policías reprimiendo en torno al supermercado, cerca del que vivía David. “Ese día todos tiraron con balas de plomo”, sostuvo la abogada de la familia Moreno.
El caso de David, que fue elevado a juicio en 2009, que debía comenzar inicialmente en febrero pasado, fue aplazado en dos ocasiones. El lunes la Cámara I del Crimen integrada por los jueces Susana Beatriz Cordi Moreno, Carlos Granda Ávalos y Mario Capdevila, dio inicio a este proceso que durará como mínimo tres meses, a razón de tres audiencias semanales, indicaron a Contexto fuentes allegadas a los padres de David. Durante ese lapso unos 120 testigos serán llamados a declarar en presencia de la Fiscal María Dolores Romero Díaz y de la abogada de la querella, Adriana Gentille.
“La demora ha sido por desidia judicial. Si no estuviéramos constituidos como querellantes tampoco estaríamos en este juicio”, aseguró la letrada, antes de precisar que el pedido de condena lo irán viendo a medida que avance el proceso.
En cuanto comenzó el juicio, el lunes, la defensa de Cánovas, acusado del delito de “homicidio simple” como autor material del asesinato de David, presentó un pedido de nulidad por errores de procedimiento para desligar al policía que estuvo tres años detenidos pero al vencer el plazo máximo de prisión preventiva pasó todos estos años en libertad.
“La audiencia comenzó el martes con el anuncio de no hacer lugar a la nulidad”, solicitada la víspera por la defensa, indicó a Contexto Lucrecia Fernández, periodista de Mucho Palo Noticias, un portal antirrepresivo de Córdoba que forma parte de la Red Nacional de Medios Alternativos.
“En las dos primeras jornadas las declaraciones fueron muy extensas por los años que han pasado y por lo que se está juzgando en términos de las complicidades y de lo que va a implicar el precedente político y jurídico de este juicio en particular”, puntualizó.
Acorde a los tiempos que corren con el gobierno de Mauricio Macri y los caminos sinuosos de la justicia argentina, Fernández explicó que la defensa de Cánovas parece dirigirse hacia una estrategia que busca establecer que “David estaba yendo a un supermercado porque era militante de una organización y quería hacer quilombo”. “David tenía 13 años y no tenía ningún tipo de militancia política”, agregó antes de aclarar que “tampoco eso haría a este caso”.
“Están buscando alguna grieta hacia ese lugar teniendo en cuenta el momento político en el que estamos. Teniendo en cuenta que eso ahora tiene un peso que no hubiera tenido hace años”, sostuvo. Fernández informó que toda la información del juicio se volcará en la página de la red social Facebook “David Moreno Presente”.
Tras la primera audiencia por el asesinato de David Moreno, sus padres y las organizaciones que los acompañan, entre éstas Madres del Dolor, participaron de un “Encuentro contra la Impunidad” en el que también estuvieron presentes Alberto Santillán, el papá de Darío (asesinado en Avellaneda en junio de 2002); Celeste Lepratti, la hermana de Pocho Lepratti, militante social asesinado en 2001 en Rosario; Silvia Irigaray, la mamá de Maximiliano Tasca, uno de los tres jóvenes de la ‘Masacre de floresta’ el 29 de diciembre de 2001; Angélica Urquiza, la mamá de Jonathan ‘Kiki’ Lezcano, asesinado en 2009 por la Policía Federal y Mónica Alegre, la mamá de Luciano Arruga, asesinado en febrero de 2009 en Lomas del Mirador. También asistieron familiares de víctimas de Córdoba.
“Vine a abrazar a estos padres. Me conmueve porque el 20 de diciembre, cuando mataron a David, mi hijo Maxi, estaba vivo”, aseguró Silvia Irigaray, mientras la mamá de ‘Kiki’ Lezcano, cuyo juicio comenzará el 3 de junio después de haber sido cerrado cuatro veces, aseguró que su presencia en Córdoba es “de corazón a corazón” entre mamás que están en esta lucha por justicia.
Una sola persona, en este caso el policía Cánovas, está imputado por matar a David Moreno y herir a otras tres personas. La represión policial del 19 y 20 de diciembre de 2001 dejó otras dos víctimas jóvenes en Córdoba: Sergio Pedernera y Sergio Ferreira, de 16 y 20 años respectivamente.
“Tenemos que estar unidos. La pérdida de un ser querido, de un hijo. No hay nada que lo reemplace. Ni una condena efectiva, pero estando unidos, se pasa mejor y se molesta a las fuerzas de seguridad. Mientras siga habiendo opresores, va a haber oprimidos”, sostuvo Rosa, la mamá de David en un video realizado junto a los familiares de las víctimas.